El mar Rojo y la política monetaria, y la difícil relación amor-odio de Europa con el coche chino
El bloqueo del canal de Suez puede afectar a los tipos
Justo cuando los bancos centrales las prometían más felices, con anuncios de bajadas de tipos por parte de la Fed, un nuevo elemento inflacionario puede dar al traste con sus intenciones. El bloqueo del mar Rojo, que inhabilita el canal de Suez, está encareciendo los fletes. La situación es distinta a la que se dio durante la pandemia, cuando el atasco de un portacontenedores se sumó a la escasez de buques en pleno repunte del comercio; ahora hay mayor capacidad, y se prevé que la economía mundial se siga ralentizando.
Pero, a no ser que la fuerza armada internacional comandada por Esta...
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Justo cuando los bancos centrales las prometían más felices, con anuncios de bajadas de tipos por parte de la Fed, un nuevo elemento inflacionario puede dar al traste con sus intenciones. El bloqueo del mar Rojo, que inhabilita el canal de Suez, está encareciendo los fletes. La situación es distinta a la que se dio durante la pandemia, cuando el atasco de un portacontenedores se sumó a la escasez de buques en pleno repunte del comercio; ahora hay mayor capacidad, y se prevé que la economía mundial se siga ralentizando.
Pero, a no ser que la fuerza armada internacional comandada por Estados Unidos consiga su objetivo de garantizar la seguridad en la zona, la situación afectará a los precios de petróleo y gas, y de los artículos de consumo. Es un motivo para más desear la pacificación en la franja de Gaza, algo que no se ve factible a corto plazo. Aunque el dominio militar de Israel es claro, los ataques de los hutíes en las costas yemeníes pueden cronificarse, y hacer que se enquiste su efecto inflacionario.
Acciones españolas y europeas elegidas con cuidado
Puede ser buen momento para invertir en la Bolsa española y europea, con enfoque en sectores defensivos como la energía, y valores consolidados como Viscofan. También para apostar por Cellnex o IAG, que pese a las dificultades que les suponen las subidas de tipos o la situación macro, tienen grandes cantidades de liquidez que les permiten asumirlas.
Los valores europeos tienen la ventaja de que es improbable que Europa entre en recesión profunda, pues ya lleva varios años de debilidad económica. Más incierta es la situación de EE UU, cuya fortaleza aparente podría derrumbarse más rápido.
La difícil relación amor-odio de los países europeos con los vehículos chinos
Los países europeos tienen una relación amor-odio con las empresas chinas de automoción: por un lado, abogan por combatir la entrada de sus vehículos, que compiten con los de producción local, pero por otro aspiran a acoger sus fábricas deslocalizadas. En ese contexto, es comprensible que BYD haya preferido construir sus automóviles en Hungría, un país que parece llevarse mejor con Rusia o con China que con sus propios socios de la UE.
Es un evidente cambio de tendencia que Alemania o Francia deseen que su mano de obra ensamble productos chinos, y no al revés. Con la decisión de BYD han comprobado que las críticas al intervencionismo y los subsidios de Pekín tienen contrapartidas negativas.
La frase del día
El alza de tipos ha frenado las operaciones bancarias y de los mercados de capitales. En el momento en que la Fed ha dado señales concretas de que ha dejado de subir los tipos, por no hablar del momento en que lo haga por primera vez, los mercados despegarán
James Gorman, CEO saliente de Morgan Stanley
El turismo del bienestar, una forma de no hacer nada... pagando
A menudo pasa que uno se cansa más de vacaciones que cuando está trabajando, y regresa peor de lo que se fue. Contra el turismo de la intensidad, está creciendo el del bienestar, que busca precisamente la tranquilidad, el descanso. Cada vez lo practica gente más joven, y con mayor igualdad entre sexos, frente a la aplastante mayoría femenina del pasado.
Recuperar el sueño perdido, relajarse en un spa o aprovechar el tiempo libre para hacer yoga son algunas de las maneras de recuperar el estado físico y mental. Aunque, a veces, basta con no hacer absolutamente nada y mirar al techo; para eso no hace falta ir a un caro resort de lujo, aunque los aires nuevos ayudan a desconectar del ruido y la costumbre.
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