_
_
_
_
A fondo
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El sector fotovoltaico español conquista Europa, pero necesita más especialistas

Mientras la demanda de talento en el sector aumenta cada año de forma exponencial, el volumen de candidatos y su cualificación no varían significativamente

Rebaño de ovejas en una planta fotovoltaica en Trujillo, Cáceres.
PACO PUENTES (EL PAIS)

El sector de la energía fotovoltaica se encuentra en pleno auge en nuestro país. Así lo corrobora un informe realizado por Unión Española Fotovoltaica (UNEF) que afirma que España ha pasado a ser el primer mercado en Europa en el desarrollo fotovoltaico con más de 7,2 GW instalados en 2022, y ha superado de esta manera a Alemania, el líder tradicional en energía solar, para convertirse en el primer mercado del continente.

Este impulso de la energía solar y el elevado apetito inversor por desarrollar nuevos proyectos fotovoltaicos tiene un doble beneficio: por una parte, el auge de esta energía está permitiendo a nuestro país convertirse en uno de los principales hub en producción de energía fotovoltaica y limpia con la que poder alcanzar el objetivo de descarbonizar y electrificar la economía. Por otro lado, el sector genera cada vez más empleos directos e indirectos, y fortalece de forma constante una industria que está destinada a ser estratégica en el largo plazo.

Tal y como desvela la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA Renovables) en su estudio sobre el impacto del sector en 2022, la energía renovable dio empleo el año pasado a más de 130.000 personas y aportó el 1,65% del PIB nacional. Estos datos muestran la fortaleza y las buenas previsiones del sector, pero también avisan de la necesidad de impulsar la formación especializada en energía fotovoltaica que permita cubrir las necesidades, cada vez mayores, que tiene el sector.

En el caso de la energía fotovoltaica, APPA es aún más optimista que con el resto de energías limpias. De esta manera, la asociación establece que la energía solar es la que más réditos produce a nivel de creación de empleo: 68 de cada 100 puestos generados son de carácter permanente durante los próximos 20 años. Sin embargo, esta perspectiva choca con la realidad de nuestro país en referencia a la falta de disponibilidad de mano de obra especializada. Y es que, mientras que la demanda de talento en el sector solar aumenta cada año de forma exponencial, el volumen de perfiles especializados no varía de forma reseñable de un año a otro.

El Banco de España se ha sumado recientemente a esta misma advertencia, al avisar del déficit en formación especializada que tiene nuestro país y de los niveles insuficientes de cualificación. Este hecho es preocupante porque puede crear un cuello de botella para el impulso de la energía fotovoltaica que lastre o que incluso eleve los costes de las empresas del sector para establecerse en España.

Para solucionar y prevenir esta problemática es necesario que nuestro país y el conjunto de sus instituciones y administraciones apuesten de forma contundente por la formación especializada en este sector. A pesar de que este impulso debe llegar de manera firme a todos los niveles educativos es prioritario fomentar el sistema de formación profesional verde, para crear programas capaces de atraer de forma intensa a nuevos alumnos con el objetivo de incrementar, en todo el territorio, el número de perfiles especializados. Es importante trasladar el entusiasmo e interés por estas materias a los buscadores de empleo actuales y futuros pues no solo constituyen nuevas oportunidades de consolidación profesional individual, sino que a nivel colectivo es un sector que se afianza y representa una necesidad que no puede quedar sin atender.

La receta para llevar a efecto este objetivo es sencilla: incrementar la dotación y la inversión en los programas de formación fotovoltaica y hacer una mayor pedagogía sobre las oportunidades que trae el sector fotovoltaico, su crecimiento y las necesidades específicas que tienen los distintos agentes que operan en el mercado.

En este sentido es esencial establecer una estrecha colaboración público-privada en la que la formación profesional verde se vincule con las necesidades específicas que muestran las empresas que operan en el sector y que entre todos, traslademos a los jóvenes en su etapa de formación la pasión por un futuro verde que ellos puedan contribuir de manera activa a crear en sus lugares de origen o en los confines del planeta.

Establecer una estrategia formativa de futuro, motivadora y a largo plazo es esencial para dar continuidad al impulso de la transición energética y a su correcta evolución, teniendo en cuenta que las nuevas instalaciones renovables (solares y eólicas) se multiplicarán por cuatro para 2030 respecto a las de 2021, tal y como indica la consultora McKinsey. Debemos, por tanto, dar una respuesta en línea con las expectativas del sector, con el objetivo de consolidar una industria fotovoltaica en auge y alcanzar los objetivos de descarbonización impuestos por las instituciones europeas, sin olvidar el compromiso que las nuevas generaciones deben asumir para ser las protagonistas de la construcción de un futuro verde en nuestro país.

Raquel Muñoz es directora de ESG de Nexwell Power

Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, X y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días

Más información

Archivado En

_
_