La energía renovable será cada vez más solar
El alza de tipos y la inflación han tenido un efecto relativamente pequeño en sus costes, a diferencia de la eólica
El sol brilla para la energía solar. La energía producida por la estrella está poniendo en jaque a otras formas de energía renovable. Según un estudio reciente de la Solar Energy Industries Association y Wood Mackenzie, el crecimiento se ralentizará el año que viene, pero se espera que la solar sea la mayor fuente de capacidad de generación de la red de EE UU en 2050. Texas demuestra lo rápido que está llegando el futuro.
El coste inicial de construir infraestructuras para generar nueva energía es elevado, independientemente de la fuente. Aunque varía en función de la ubicación, el coste medio no subvencionado de un megavatio hora de eólica terrestre es solo ligeramente más barato que el de los parques solares a gran escala, según un estudio de Lazard. Pero la construcción de infraestructuras para ambos tipos de renovables es más barata que la de los combustibles fósiles. Se espera que dos tercios de la capacidad de generación eléctrica instalada en 2023 sea eólica o solar, según la Administración de Información Energética de EE UU.
El coste de construcción de la solar también está bajando deprisa. De 2010 a 2022, se redujo en torno a un 17% anual, gracias a equipos más baratos, eficiencias de instalación y células más potentes, según la Agencia Internacional de Energías Renovables. Es el doble de rápido que la eólica. La subida de los tipos y la inflación también han tenido un impacto relativamente pequeño en la solar, mientras que los proyectos gigantes de eólica marina, que requieren mucho capital y tardan años en construirse, no han tenido tanta suerte. Claudio Descalzi, CEO de Eni, dijo el 2 de noviembre que los costes de los proyectos marinos se habían duplicado hacía poco.
Texas es un ejemplo moderno de cómo podría configurarse el mercado de las renovables. Pese a que es conocido por producir petróleo y gas, el estado es ahora también el mayor productor de renovables. La solar ha generado el 7% de su energía este año y, desde 2019, la producción ha crecido cinco veces más rápido que la eólica.
Además, se está dando ahora un atracón de baterías para almacenar energía. La capacidad se ha multiplicado por más de diez en tres años, hasta casi 5.000 megavatios. El aumento del almacenamiento tendrá un efecto exponencial en la capacidad de uso de la solar. Aunque su mayor inconveniente es que el sol no siempre brilla cuando se necesita energía, unas baterías más grandes permitirán, por ejemplo, alimentar el aire acondicionado por la noche.
Texas puede hacer las cosas más grandes y más rápido, pero si los costes siguen bajando, el futuro también pertenece al sol en otros lugares.
Occidental y el ‘shale’
La revolución del shale catapultó a EE UU a ser el mayor productor de petróleo. La cuenca del Pérmico (Texas y Nuevo México) es su epicentro. Una oleada de fusiones, como el acuerdo alcanzado el lunes por Occidental para comprar CrownRock por 12.000 millones de dólares, incluida la deuda, traerá consigo una mentalidad centrada en la rentabilidad que atemperará ese auge.
Occidental tiene motivos de sobra para predicar la prudencia responsable con su nueva adquisición. Su anterior megaoperación, la compra de Anadarko por 38.000 millones hace cuatro años, dejó el balance del comprador con casi 50.000 millones de deuda poco antes de que la pandemia azotara la demanda. Ahora ha reducido la deuda a menos de 20.000 millones. La acción de Occidental, duramente golpeada tras la compra, se ha recuperado desde entonces.
Toda preocupación sobre este último despilfarro puede verse disipada por la presencia de Berkshire Hathaway –de Warren Buffett–, que posee más de un cuarto del gigante de 50.000 millones, lo que implícitamente otorga su imprimátur a los grandes movimientos. Pero lo más importante es que Occidental promete tomar una empresa emergente de rápido crecimiento y modificarla para obtener retornos más lentos y estables.
CrownRock debería de producir 170.000 barriles equivalentes de petróleo en 2024, el doble que en 2020. Occidental apunta a un crecimiento mucho más moderado y eficiente en términos de capital, prometiendo futuros aumentos de producción inferiores al 5% anual. Y aunque la valoración es alta (un 30% más cara por emplazamiento de perforación que la media de la región, según TD Cowen), la calidad también lo es. CrownRock refuerza la capacidad de Occidental para ganar dinero con independencia de lo que ocurra con los precios, que han bajado un 25% desde el pico de 2023 del West Texas Intermediate. El acuerdo aumentará en un tercio el inventario de Occidental en el Pérmico, que puede ser rentable cuando el crudo está un tercio por debajo de 40 dólares.
Por supuesto, la moderación del alza de la oferta también ofrecería cierto seguro contra las oscilaciones bruscas del precio. La continua concentración de las petroleras de EE UU debería de frenar la producción. No cotizadas como CrownRock o Endeavor Energy, que también está valorando una venta, han elevado su producción mucho más rápido que la media del país, del 20% desde 2020. A medida que se integren en grandes como Exxon, Chevron y Occidental, la atención pasará de la expansión vertiginosa a la devolución de capital a los inversores.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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