Siemens Energy resuelve solo uno de sus muchos problemas
Deberá restringir los dividendos en contrapartida a la ayuda estatal
El CEO de Siemens Energy, Christian Bruch, solo ha eliminado un punto de su larga lista de problemas. El grupo publicó el miércoles sus resultados anuales, así como los detalles de un paquete de ayuda financiera en el que participa el Gobierno alemán. El pánico ya ha pasado, pero la empresa y sus accionistas siguen afrontando vientos en contra.
El problema reciente más acuciante para Bruch es la imposibilidad de obtener garantías financieras para sus productos por parte de los bancos, asustados por una rebaja de la calificación crediticia en julio. Estos contratos son esenciales en el sector, aunque muy rara vez se recurre a ellos, y actúan como una especie de seguro para proteger a los grandes clientes industriales contra el riesgo de que los proveedores de equipos como Siemens Energy no entreguen la mercancía.
Un paquete de rescate múltiple devolverá la tranquilidad a los clientes. Berlín, que considera Siemens Energy una pieza clave en el alejamiento del país de los combustibles fósiles, aportará 7.500 millones para respaldar garantías financieras por unos 12.000 millones ofrecidas por varios bancos, entre ellos Deutsche Bank. Además, Bruch reforzará el balance vendiendo unos 2.000 millones en acciones de un negocio indio a su mayor accionista y ex grupo matriz, Siemens.
Eso resuelve la cuestión inmediata. Las garantías implican que los clientes pueden hacer pedidos de equipos de gas, energía y energía eólica con la seguridad de que recibirán una compensación si la empresa de Bruch mete la pata. Las partes más sanas de la empresa, como la división que vende equipos a operadores energéticos, están ahora aisladas en la práctica de la unidad de eólica, más problemática.
Pese a la subida del miércoles, la acción está muy por debajo de sus niveles de junio, poco antes de que Siemens Energy emitiera un importante profit warning debido a fallos de diseño en algunos de sus aerogeneradores terrestres. La línea de negocio correspondiente, Siemens Gamesa, perdió 4.300 millones en el ejercicio que acabó el 30 de septiembre y perderá otros 2.000 millones este año fiscal en curso, dijo Bruch. Dijo que está revisando el alcance del negocio, sin especificar lo que eso significa. No hay respuestas fáciles: Siemens Energy tiene que solucionar los problemas de las turbinas existentes o rediseñarlas, lo que no será barato. La división de eólica no alcanzará el equilibrio hasta 2026.
Mientras, la empresa afronta restricciones en el pago de dividendos y primas como contrapartida a la ayuda estatal. Bruch también mantiene abierta la opción de una ampliación de capital, que puede ser necesaria si quiere impulsar las inversiones sin asustar de nuevo a las agencias de rating. Siemens Energy está en un terreno más seguro que hace unas semanas, pero no está ni mucho menos fuera de peligro.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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