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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Musk tiene ya poco que perder con X

Cuando sus empresas tocan fondo, es cuando mejor hace las cosas

Grok Elon Musk
Logo de Grok, la IA de X.

A Elon Musk le va bien cuando está entre la espada y la pared. Dormía en el suelo de su oficina de Tesla cuando parecía que la empresa perdía fuelle. Con un valor actual de 700.000 millones de dólares, es difícil imaginar qué podría hundir al fabricante de coches. Su inversión en X ocupa ahora el papel de apuesta arriesgada, lo que le deja poco que perder.

Tras una serie de polémicas decisiones ya tomadas en la red antes conocida como Twitter, Musk dijo el día 3 que planeaba introducir un nuevo chatbot de IA en la plataforma. Grok, como se llama, tiene “acceso en tiempo real a la información a través de X”, señaló Musk, lo que le da una “enorme ventaja” sobre otros modelos. La decisión se produce tras una concesión de acciones a los empleados que valora X en 19.000 millones, según el NYT, lo que supone un descuento del 55% respecto al precio de compra de hace un año.

Aunque el producto aún está en fase de pruebas, Musk afirma que ya puede superar a GPT 3.5, de OpenAI, y a Llama 2, de Meta. Incluso si está exagerando las capacidades del robot, como es su costumbre, los datos de los usuarios de X, que pueden ayudar a mejorar la precisión y el rendimiento, podrían ser una gran ventaja.

Musk también está iterando su propia inteligencia en lo que respecta a las redes. A principios de año, amenazó con demandar a Microsoft, alegando que esta estaba usando ilegalmente datos de X para entrenar sus IA. En marzo, incluso empezó a cobrar a los desarrolladores altos precios por acceder a publicaciones que antes eran gratuitas. Esto, junto con los intentos de cobrar suscripciones, modificar el acceso de los medios y alterar los procesos de verificación, demuestra hasta qué punto Musk está trabajando para encontrar formas de monetizar X.

Puede permitirse hacer cosas descabelladas. Si se restan los 13.000 millones de deuda, X vale ya solo 6.000 millones, y podría caer más. La CEO, Linda Yaccarino, dice que podría ser rentable el año que viene, pero X no ha generado beneficios constantes en toda su historia. Meta consiguió recuperarse, pero se espera que sus ingresos solo crezcan un 15% en 2023. Los ingresos de X se han desplomado desde el año pasado. Puede que esté a punto de tocar fondo, o que ya lo haya hecho: justo donde Musk suele hacer mejor las cosas.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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