El consumo chino brilla más desde cerca
El turismo interior vuelve a los niveles prepandemia, pero el exterior solo llega al 85%, y los que salen gastan menos
Los informes sobre la debilidad de los consumidores chinos son algo exagerados, a juzgar por lo mucho que derrocharon durante la Semana Dorada, del 29 de septiembre al 6 de octubre. Los turistas nacionales de la República Popular gastaron alrededor de 103.000 millones de dólares (98.000 millones de euros) durante la principal festividad del país, cifra inferior a las estimaciones oficiales, pero ligeramente superior, un 1,5%, a los niveles anteriores a la crisis (y un 129% más que en 2022). Se trata del periodo festivo más activo de los últimos cinco años, a pesar de la ralentización del crecimiento de la segunda economía mundial. No es tan alentador para otros lugares que cuentan con el gasto de los chinos.
La comparación no es exacta porque la festividad que conmemora la fundación de la China comunista coincidió con la Fiesta del Medio Otoño, lo que alargó un día más los festejos. Los consumidores hicieron 826 millones de viajes turísticos nacionales, un 4% más que en 2019, y también gastaron más o menos lo mismo que ese año. No obstante, el consumo impulsa cerca del 40% del PIB, por lo que las cifras sugieren que hay espacio para cierto optimismo más allá del problemático sector inmobiliario.
Los viajeros chinos se regalaron experiencias como cenas y estancias en hoteles: el número de turistas alojados en hoteles prémium aumentó un 50%. Las tiendas libres de impuestos de Hainan, la respuesta del país a Hawái, registraron unas ventas totales de 1.330 millones de yuanes (173 millones de euros), un 117% más que el año anterior. Y aunque las taquillas de los cines decepcionaron, el gigante del reparto de comida a domicilio Meituan registró un aumento del 153% en las ventas al por menor, lo que indica que amigos y familiares se reunieron en gran número. Es el primer año de celebraciones desde que Pekín eliminó las restricciones pandémicas.
Sin embargo, estos consumidores brillan menos desde más lejos. Durante las vacaciones se registraron unos 12 millones de viajes transfronterizos hacia y desde China, casi el triple que en 2022, pero solo el 85% de los niveles previos a la pandemia. Hay una limitación de capacidad derivada de la lenta reanudación de los vuelos de entrada y salida de la República Popular. Aun así, los que se aventuran a salir gastan menos. La facturación media de las tiendas minoristas en destinos más accesibles, como Hong Kong y Macao, fue similar a la de un fin de semana normal, según una encuesta hecha por JLL.
Los chinos continentales suelen desembolsar una media de 1.350 dólares (1.280 euros) por viaje y siguen siendo los que más gastan en todo el mundo, según un informe de septiembre del Consejo Mundial de Viajes y Turismo. Esta jet set gastó 255.000 millones de dólares (242.000 millones de euros) en el extranjero en 2019, impulsando los ingresos hoteleros en Tailandia y las ventas de bolsos de diseño en París. Este tibio repunte en ese frente es útil para el presidente Xi Jinping, que lidia con una moneda débil. En ese sentido, los consumidores chinos sí están brillando.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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