La ocasión la pintan calva en el petróleo
A Arabia Saudí le conviene mantener el impulso de los precios, antes de que reaccione EE UU
El príncipe Abdulaziz Bin Salmán cree que necesita endulzar su piruleta petrolera. El ministro de Energía de Arabia Saudí anunció el martes que el principal exportador de petróleo del mundo mantendrá sus recortes de producción de un millón de barriles al día durante otros tres meses, hasta finales de este año.
La medida, que forma parte de una reducción coordinada de la producción por parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+), incluida Rusia, hizo que los futuros del Brent rozaran brevemente los 90 dólares por barril, por primera vez desde el pasado mes de noviembre. También refleja preocupaciones más profundas.
A primera vista, las tendencias mundiales favorecen al oro negro y reducen la necesidad de prolongar los recortes del bloque de la OPEP+. La actividad estadounidense se está mostrando más resistente de lo que se pensaba, y China tiene la misión de defender su debilitada economía. A ello hay que añadir el descenso de las existencias de petróleo en Estados Unidos.
Pero hay complicaciones en el horizonte. Además de las incertidumbres sobre la eficacia de las últimas medidas sobre el sector inmobiliario chino, una sorpresa ha sido la fortaleza de los suministros iraníes, que aumentarán en un millón de barriles este año, hasta alcanzar los 3,5 millones de barriles diarios a finales de septiembre.
La postura de Washington
Además, es posible que Washington no se quede de brazos cruzados si la subida de los precios del petróleo sabotea el objetivo de inflación de la Reserva Federal y perjudica a la economía.
La mejor baza de Abdulaziz es mantener el impulso durante todo el tiempo que pueda.
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