Algunos experimentos de Alphabet están listos para salir disparados
Tendría sentido escindir su unidad de datos sanitarios, Verily Life Sciences, centrada en los seguros para empresas
Alphabet se prepara para dar la bienvenida a la cosecha de otoño. Ruth Porat, directora financiera del gigante de las búsquedas en internet y exbanquera de inversiones tecnológicas de Morgan Stanley, asumirá este mes un nuevo cargo que incluye la supervisión de “otras apuestas”, una ecléctica colección de proyectos experimentales. Es un buen momento para seleccionar y replantearse la cartera de inversiones.
Ya se está produciendo un cambio en Verily Life Sciences, la empresa de datos sanitarios que generó unos ingresos de 559 millones de dólares el año pasado, informó el Wall Street Journal a principios de agosto. La suma supuso más de la mitad de los 1.000 millones de dólares aportados por la división no dedicada a las búsquedas. Verily perdió en el ejercicio 568 millones de dólares. En 2022, los ingresos de Alphabet superaron los 280.000 millones, con un beneficio neto de 60.000 millones. Las “otras apuestas” perdieron 6.000 millones de dólares.
A pesar de casi duplicar su tasa de crecimiento de ingresos este año, los costes operativos de Verily también están aumentando, según la publicación de noticias tecnológicas The Information. En el primer semestre, registró una pérdida de explotación 17 millones de dólares superior a la prevista, según el WSJ, que cita una presentación interna.
El jefe de Verily, Stephen Gillett, comunicó en agosto a sus empleados que el año que viene cortará sus vínculos con varios de los servicios de Alphabet (incluidos los inmobiliarios y de software) para finales de 2024. La decisión sugiere que una escisión podría estar en el horizonte; Verily también ha obtenido ya capital externo de inversores como el fondo soberano singapurense Temasek.
Para Alphabet, desprenderse de Verily tendría sentido. La empresa que incubó se propuso originalmente desarrollar una píldora para detectar el cáncer, pero hoy Verily obtiene la mayor parte de su dinero de la venta de un producto de seguros a las empresas. Un negocio de servicios financieros de este tipo se aleja del campo de acción de Alphabet, y con la inteligencia artificial exigiendo atención renovada, es sensato ser prudentes en la asignación de capital. TCI Fund Investments, el fondo activista de Chris Hohn, así se lo hizo saber públicamente a la empresa de 1,6 billones de dólares el año pasado.
Algunas otras “otras apuestas” también parecen candidatas prometedoras para separarse pronto. Waymo, la empresa de tecnología de vehículos autónomos, obtuvo en agosto la aprobación de San Francisco para operar viajes compartidos sin conductor en la ciudad. Además, los problemas en el sector han arrastrado a algunos competidores, como el negocio similar de Ford Motor. Tras algunos años de estancamiento, el proveedor de banda ancha Google Fiber, otra fuente sustancial de ingresos del laboratorio de Alphabet, planea expandirse de nuevo.
Otros esfuerzos especulativos, sin embargo, podrían acabar proporcionando importantes fuentes de crecimiento a largo plazo. Por ejemplo, Porat trasladó DeepMind, un negocio de IA que antes se alojaba en “otras apuestas”, bajo el paraguas de Google a principios de este año. La decisión sugiere que hay fundamento en que Alphabet respalde ideas no probadas y en fase inicial e intente ayudarlas a prosperar, especialmente a medida que los antimonopolio toman medidas enérgicas contra los goliats tecnológicos que crecen mediante adquisiciones. Sin embargo, algunas ideas emergentes deben eyectarse.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, Twitter y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días