Hologramas y metaverso para la educación del futuro
Ofrecen un aprendizaje inmersivo, personalizado e incluso ‘gamificado’
La educación ya no se limita a las aulas, los pasillos o a los libros, sino a investigar los posibles nuevos métodos y maneras de aprendizaje que nos brinda la tecnología, aliada imprescindible para revolucionar la forma en que aprendemos y enseñamos.
Las principales conclusiones del informe Propuestas para un Plan de Acción para reducir el Abandono Escolar Temprano en España, elaborado por la OCDE en colaboración con el Ministerio de Educación y FP y la Dirección General de Apoyo a la Reforma Estructural de la Comisión Europea, detalla 44 propuestas distribuidas en cinco ámbitos de acción. Entre las más destacables, subrayaría la preparación de los docentes en nuevas tecnologías para fomentar la inclusión y prevenir el abandono, y favorecer alternativas eficaces como la intervención temprana, como establece la Ley de Educación (Lomloe) de 2020.
Y es aquí donde la tecnología está transformando la forma en que aprendemos y enseñamos, e invirtiendo en educación y en tecnología, podemos crear un futuro mejor para todos. Ya en tiempos de Confucio circulaba: la educación alimenta la confianza. La confianza alimenta la esperanza. La esperanza alimenta la paz. Una confianza y una paz a la que todas las personas de cualquier territorio deberían tener acceso. No solo las familias adineradas deben permanecer en las aulas, también aquellos jóvenes que aunque tengan desventajas económicas se merezcan la oportunidad de encender un fuego y no llenar un cántaro, como decía el poeta irlandés William Butler.
Tecnologías emergentes como la realidad virtual y aumentada, la holografía o la inteligencia artificial harán posible lecciones más participativas y atractivas, llevando a los alumnos a cautivadoras aventuras narrativas en un vasto entorno virtual inmersivo: ellos se implicarán más y comprenderán mejor los conceptos cuando se les enseñen las destrezas que deban adquirir y cómo aplicarlas a problemas del mundo real.
España tiene, según la OCDE, una de las tasas de abandono escolar más altas de Europa, lo cual se traduce en un bajo rendimiento académico y un alto índice de repetición de cursos. Si a esto le sumamos la carga curricular, a veces innecesaria, la falta de recursos por parte de los docentes, y la falta de inversión en educación, junto con la poca innovación pedagógica, es una bomba de relojería y a la vez un desafío para el sistema educativo actual.
El metaverso es una nueva realidad que puede ayudar a resolver algunos de los problemas del sistema educativo, al ofrecer un aprendizaje inmersivo y personalizado, incluso para aquellos que viven alejados o que no tienen recursos educativos limitados.
Otra posible ventaja sería ofrecer experiencias de aprendizaje gamificadas que atraigan a los estudiantes con desafíos y juegos interactivos, interactuando con objetos, con experimentos en un laboratorio virtual, asimilando conceptos de manera más realista al explorar antiguas civilizaciones en un mundo histórico virtual, y finalizando con la obtención de recompensas por cada logro.
Usar una plataforma como herramienta creativa de aprendizaje aumenta la participación y la implicación de la comunidad. Tener espacios para que la comunidad proponga material adicional en wikis, foros o tutoriales crea una nueva connivencia y compromiso para que todo estudiante ayude y aprenda.
Si bien cada estudiante es un mundo y la misma metodología no es aplicable por igual, la personalización para adaptarse a las necesidades individuales es posible dentro del metaverso, porque se puede monitorear el progreso y dar feedback en tiempo real. De igual modo que se pueden ofrecer recursos adicionales para aquellos estudiantes con dificultad o acelerar el itinerario para los que sean más aventajados.
Otra opción para democratizar la enseñanza, siendo a la vez más ecosostenibles, y que entra con fuerza es mezclar el mundo físico y el digital mediante el uso de hologramas. En entornos rurales o con altos índices de despoblación, esta tecnología brindaría las mismas oportunidades que en cualquier lugar, ya que se tendría el mismo número de profesores que en un aula habitual con interacción real entre un profesor y un alumno.
Si pensamos en las clases magistrales, donde las escuelas de negocio invitan a conferenciantes, estos posiblemente deban desplazarse en avión, pasar días fuera de casa con su consecuente gasto económico y su impactante y considerable huella de carbono, cansancio personal y falta de conciliación familiar. Las escuelas de negocio podrían incrementar de manera considerable su porfolio de productos.
Invertir en educación puede tener muchos beneficios para el país, incluyendo el desarrollo económico, la reducción de la pobreza, la mejora de la salud, el fomento de la democracia, el desarrollo social y la innovación y el desarrollo tecnológico. Por lo tanto, es importante que los países inviertan en educación y trabajen para mejorar la calidad de la educación en todos los niveles.
Mar Meneses es psicóloga ejecutiva
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