El calor se ceba con la periferia europea
La UE deberá aumentar su esfuerzo de endeudamiento común para ayudar a Grecia, Italia y España
Conducir por Sicilia a 45 grados, esquivando incendios y humo, no es relajante. Así fue como muchos turistas, incluida esta columnista, vivieron la isla en julio. Los veranos cálidos no son una novedad en el Mediterráneo. Pero las olas de calor y los fuegos son cada vez más frecuentes, y están causando múltiples daños económicos. Más de 230.000 hectáreas se han convertido en humo en lo que va de año, muy sobre la media de 160.000 hectáreas en esos mismos meses en 2006-22. El calor y la sequía reducirán la producción de cereales de la UE a 256 millones de toneladas este año, un 10% por debajo de la media de los últimos cinco años y la peor cosecha desde 2007, prevé la asociación agraria europea Copa Cogeca.
Según Moody’s, la agricultura solo aporta el 4,4% del PIB en Grecia y menos del 3% en España e Italia. Pero el calor puede afectar al sector turístico, mucho más importante. Según un estudio de la UE, podría reducir en un 10% el número de veraneantes en las costas del sur.
Es grave para Grecia, donde el turismo aporta más del 11,5% del PIB, y para Italia y España, con más del 6% del PIB. Los efectos negativos serán más amplios. Los precios de la vivienda podrían verse afectados, mientras que las infraestructuras podrían necesitar mejoras.
Ello ejercerá una presión adicional sobre países que ya luchan contra altos niveles de deuda pública. Las pérdidas por desastres climáticos en el sur de Europa, sobre todo incendios, podrían subir en 4,5 puntos la ratio deuda/PIB de España en 2032, si la temperatura global crece 1,5ºC sobre los niveles preindustriales, predijo la UE en 2022. Para Grecia e Italia, podría añadir 2,6 y 2,2 puntos, respectivamente.
Adaptarse a un clima más cálido, usando materiales resistentes en edificios, carreteras y aeropuertos, tampoco será barato: la Agencia Europea de Medio Ambiente cifra en 40.000 millones la factura anual de la UE en un escenario de calentamiento global leve.
Hace falta un esfuerzo a escala europea. Al igual que el Covid, las olas de calor afectan de forma exagerada a algunos países sin que tengan la culpa. Dejar que Grecia, Italia y España lidien con tales pesadillas puede abocarles a una tarea de Sísifo. La pandemia demostró que Europa puede hacer frente a los impactos externos con un esfuerzo fiscal común. La UE tendrá que plantearse ampliar sus planes de endeudamiento conjunto.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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