Las máquinas que inspirarán nuestro próximo viaje
Chat GPT tiene que definir su modelo de negocio, pero ya está desarrollando plugins para distintos sectores, como el turismo
Esta inteligencia artificial que en los últimos meses está en el centro de todos los debates y parece que va a revolucionar nuestras vidas está, en realidad, en la tercera edad. Su origen se remonta a 1943, cuando los científicos Warren McCullough y Walter Pitts presentaron el primer modelo matemático para la creación de una red neuronal, “un cálculo lógico de ideas inherentes a la actividad nerviosa”. Lleva, por tanto, muchos años desarrollándose en centros de investigación. Pero es ahora cuando ha llegado a nuestras vidas con la aparición pública de un servicio gratuito para los usuarios. Si estamos utilizando y debatiendo tanto sobre una tecnología que ya es obsoleta, habrá que ver qué están desarrollando actualmente los laboratorios de I+D en inteligencia artificial, robótica y computación cuántica, ya sea Google, Microsoft, Amazon o incluso los Gobiernos.
Tenemos por delante un cambio tan grande como lo fue en su día el desarrollo del ordenador personal, de internet o del teléfono inteligente, porque va a cambiar la manera en que las personas trabajamos y actuamos. Hasta ahora nos relacionábamos con internet a través de pantallas, con interfaces donde tecleábamos, tocábamos o pronunciábamos una palabra o frase y obteníamos información. Pero Chat GPT permite interactuar con internet de manera natural, no solo para conseguir información, sino también para reservar un viaje, comprar algo… o simplemente conversar… Vamos a interactuar con internet, que ya no sabemos si es internet o es HAL 9000, el ordenador de 2001 Odisea en el espacio, o una evolución de Skynet, como se llamaba en la película Terminator.
Los que ya tenemos cierta edad tendremos que dejar de teclear y de pensar en una pantalla para interactuar con internet y adaptarnos, lo mismo que nos adaptamos a la tarjeta de crédito y a Bizum. Hoy vivimos situaciones en las que pagar con dinero supone incluso una barrera, mientras que el pago con tarjeta o teléfono es más fluido y el cliente gasta más. Es más, al pagar con reconocimiento facial o con una pulsera, el pago es automático y ni siquiera eres consciente de lo que estás gastando.
Nos dirigimos hacía un entorno cada vez más frictionless, como dicen los británicos, donde todas las comunicaciones y operaciones van a ser mucho más fluidas en la relación con internet, y en esa misma línea va a cambiar el comportamiento de las personas a la hora de interactuar con ese Internet fluido y ubicuo.
¿Qué sucederá dentro de tres o cuatro años? Es difícil aventurar una respuesta. Chat GPT y otros servicios que iremos viendo en lo sucesivo son solamente la aplicación de la inteligencia artificial a algo viejo que ya tenemos. Esto ya sucedió cuando sustituimos el motor de vapor por el de combustión. Lo interesante no es la evolución lógica de un proceso que ya tenemos y conocemos, sino cuando vea la luz lo que hoy aún no existe. Los nuevos sistemas de valor que tenemos que crear vendrán de la mano de la automatización de tareas, la robótica, el metaverso y el desarrollo de ciudades más inteligentes y sostenibles.
En el sector turístico, la revolución tecnológica llegará por la forma en que nos inspiramos, preguntamos las cosas y contratamos los viajes, y habrá que ver cómo son los nuevos buscadores de internet, porque ya van a ser ubicuos.
¿Cómo y dónde nos inspiraremos para viajar? ¿Qué podrán hacer los hoteleros para entrar en el punto de mira de un señor de Tailandia que quiere organizar un viaje por Europa? ¿Cómo conseguir que el destino España esté en esa respuesta que le va a dar su ayudante personal, que va a ser una máquina de inteligencia artificial, que incluya Benidorm en su lista de lugares a visitar y que aparezca en su lista de alojamientos el Hotel Magic Costa Blanca, por poner un ejemplo? De momento, no tenemos respuestas, pero ese cambio lo vamos a vivir y se incorporará a nuestras vidas como lo hicieron el PC, el teléfono inteligente o las pantallas táctiles.
En ese futuro, que hoy vemos como una película, nuestros hijos se quedarán maravillados y nos preguntarán: “¿antes tecleabais en un teléfono móvil?”, lo mismo que hoy escuchamos “¿y antes fumabais en los bares?”. Probablemente no tengamos que esperar más de cinco o seis años para ver estos cambios.
Chat GPT tiene que ver cuál es su modelo de negocio. Actualmente están desarrollando plugins para gestionar diferentes sectores. Precisamente en las últimas semanas ha visto la luz un plugin para buscar y organizar viajes asociado a la marca Expedia, que es una de las principales agencias de viajes online a nivel mundial, junto con Booking.
Cuando un cliente se meta en Expedia, la inteligencia que le va a proponer un viaje y luego va a buscar precios y va a buscar reservas concretas es la inteligencia de Chat GPT de Microsoft unido a Expedia. Google se queda fuera de la ecuación porque, en principio, los usuarios van a estar desincentivados a buscar directamente en Google y ver la tradicional lista de resultados de 10 en 10 clasificados por criterios de publicidad SEO/SEM.
Ahora Expedia se lo da resuelto gracias a una fórmula alternativa que aplica la inteligencia artificial de Microsoft. Esta es una aplicación práctica de cómo hoy ya tenemos dos grandes actores: Microsoft y Expedia, que van de la mano para intentar adelantar a Booking y a Google. La próxima batalla será otra vez entre gigantes.
Álvaro Carrillo de Albornoz es Director general del Instituto Tecnológico Hotelero (ITH)
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