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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Las apuestas por las telecos británicas siguen hundidas en el pozo

Es difícil que Patrick Drahi, Xavier Niel, John Malone y e& puedan dar la vuelta a la situación a corto plazo

El multimillonario franco-israelí Patrick Drahi.
El multimillonario franco-israelí Patrick Drahi.reuters

Tres magnates de las telecomunicaciones y un gigante respaldado por el Estado están quedando mal parados de sus gigantescas inversiones en las británicas BT y Vodafone. Es difícil que Patrick Drahi, Xavier Niel, John Malone y e&, de Abu Dabi, puedan dar la vuelta a la situación a corto plazo.

El magnate franco-israelí Patrick Drahi redobló el martes su apuesta por BT. El multimillonario elevó su participación del 18% anterior al 24,5%, y afirmó que no planea una opa sobre el operador británico de banda ancha y telefonía móvil, valorado en 15.000 millones de libras (17.300 millones de euros). La estimación de su desembolso total es compleja, ya que puede haber utilizado derivados o financiación con deuda. Sin embargo, si dejamos a un lado estas complicaciones, su adquisición de participaciones puede haberle costado unos 4.200 millones de libras (4.800 millones de euros) en total desde 2021. Eso según nuestros cálculos, que utilizan el precio de las acciones del día anterior a que se hiciera público cada aumento de participación. Su cartera vale ahora 3.600 millones de libras (4.200 millones de euros), lo que supone una pérdida de casi 560 millones (640 millones), o el 13%.

Es una pérdida leve comparada con la de algunos inversores de Vodafone. La participación del 2,5% del empresario francés Xavier Niel en el gigante de las telecomunicaciones, valorada en 23.000 millones de libras (27.000 millones de euros), vale una quinta parte menos de lo que habría valido el día anterior a su revelación, en septiembre. Por su parte, Vodafone ha perdido una décima parte de su valor desde que, en febrero, las noticias revelaran que Liberty Global, del estadounidense John Malone, había adquirido una participación cercana al 5%.

Por último, el operador del Golfo e&, que ha aumentado lentamente su participación hasta casi el 15%, puede haber perdido alrededor de una cuarta parte de su dinero, suponiendo que haya pagado el precio de cierre del día anterior cada vez que revelaba un aumento de su cartera. Si se suma todo, los cuatro inversores tienen participaciones en BT y Vodafone que pueden haber tenido un valor nominal inicial de alrededor de 10.500 millones de libras (12.100 millones de euros), y que ahora valen 8.600 millones (9.900 millones), un recorte de aproximadamente una quinta parte. Eso no reflejará el rendimiento exacto de las inversiones del cuarteto: por ejemplo, Liberty, de Malone, solo utilizó una pequeña parte de fondos propios, mientras que Niel usó derivados. Pero es un indicador de lo mal que han ido las apuestas hasta ahora.

Es difícil que la situación cambie a corto plazo. Para empezar, la ausencia de fusiones y adquisiciones puede estar aguando la fiesta. BT se ha resistido durante años a escindir o vender la unidad de infraestructuras Openreach. Eso es muy poco probable ahora, ya que un despliegue multimillonario de banda ancha de fibra es fundamental para la estrategia del grupo. La caída del precio de las acciones de BT implica que los inversores dudan de que este impulso vaya a dar sus frutos a corto plazo.

Vodafone también puede perder el tren de una oleada de acuerdos que podrían aumentar su valoración. La nueva consejera delegada, Margherita Della Valle, asumió el cargo en abril y rechazó la idea de separarse de Vodacom, la unidad de la empresa en África y Oriente Próximo. Una de las operaciones que tiene en el punto de mira es la esperada combinación del negocio de telefonía móvil de Vodafone en el Reino Unido con el de CK Hutchison. Pero la consolidación británica apenas movería la aguja, ya que Vodafone está regateando para conservar el control de la entidad fusionada. Y una “revisión estratégica” del negocio español de la compañía podría no traducirse en una operación, ya que Orange y MásMóvil se adelantaron al contraer matrimonio.

Por el momento, los esfuerzos de BT y Vodafone se basan en su capacidad para reducir costes, con un total de 66.000 puestos de trabajo suprimidos entre los dos grupos (55.000 en BT hasta 2030, 11.000 en Vodafone en tres años). Hasta ahora, esto no ha sido suficiente para acelerar el pulso de los inversores, lo que significa que Drahi, Niel, Malone y e& corren el riesgo de permanecer en números rojos durante algún tiempo.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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