La rentabilidad que se esconde bajo el agua, y el punto débil de Musk

La necesaria eficiencia en la gestión hídrica

El río Guadiamar, a la altura del cauce en Gerena (Sevilla), en abril.Fermín Cabanillas (EFE)

Algunos hoteles han empezado a pedir a sus clientes que se duchen en cuatro minutos (como lo harían en su casa, quizá) para ahorrar agua. Aunque las sequías van y vienen, es posible que el calentamiento global aumente la frecuencia y la intensidad de este fenómeno, al menos durante las próximas décadas, por lo que cualquier estrategia que sirva para reducir el gasto hídrico, como la que quiere implantar Bayer en la producción de arroz, es bienvenida, y atractiva de cara a la inversión. El fondo Pictet Water, especializado en empresas relacionadas con el agua y su gestión, ha ofrecido una rentabilidad anualizada del 8,83% en el último quinquenio.

La población africana, la única que sigue creciendo, lo hace ya cada vez más despacio, de modo que el declive demográfico mundial llegará en unos pocos decenios. Eso reducirá las necesidades de alimentos y agua, pero también la fuerza laboral para obtener los recursos de la tierra. Se impone una administración cada vez más eficiente, y el ojo atento del inversor buscará las empresas que mejor lo hagan.

El problema de la Seguridad Social es profunda y desgraciadamente cierto

Dijo el miércoles el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, que es un “bulo” que haya que pedir cita previa en la Seguridad Social para ser atendido... que es justo lo que reza su propia web o los carteles colgados en las oficinas. Tampoco es nada fácil conseguir cita por teléfono o internet. Es evidente que hay un problema, y así lo defienden los sindicatos, que han convocado una huelga para el 7 de septiembre. Sea por falta de personal o por la forma de organizar el trabajo, como dicen ellos, o por el exceso de burocracia al que se somete al ciudadano, es urgente abordar la grave situación de un organismo clave para el día a día.

Los precios de los alimentos siguen desbocados, aunque sea un poco menos

Como la rana en la olla, que se va calentando hasta que se cuece, la inflación sigue calentando los bolsillos de los ciudadanos, que aguantan a base de ahorros y de ir reduciendo poco a poco el consumo de bienes no imprescindibles, hasta que la caída de la demanda haga su magia y estabilice por fin los precios.

Los de los alimentos siguieron al alza en abril respecto a un año antes, aunque lo hicieran un poco más despacio que en marzo: un 12,9% frente a un 16,5%. Sí, en términos relativos es una “fuerte ralentización”, como dice el Gobierno, pero esos términos, correctos técnicamente, suenan intempestivos a oídos del ciudadano cuando sustancias como el azúcar cuestan casi un 50% más que hace 12 meses.

La frase del día

“Una derrota rusa en Ucrania no hará descarrilar la trayectoria de China. Pekín sabrá sacar provecho geopolítico de ello”

Josep Borrell, alto representante de la UE para Política Exterior

Musk parece admitir que captar anunciantes no se le da demasiado bien

Linda Yacarino, hasta ahora jefa de publicidad del grupo de medios NBCUniversal, será la nueva CEO de Twitter. Es toda una declaración de intenciones: Elon Musk hace explícito que el reto de la red social ya no es tanto tecnológico (se supone que ya se ha ocupado él de eso), como de obtener ingresos; un problema, que, por lo demás, era ya crónico en la plataforma del pajarito azul antes de la irrupción del fundador de Tesla. Sugiere la elección de Yacarino que la apuesta por las cuentas de pago no está funcionando demasiado bien. La competencia por captar anunciantes se volverá aún más feroz en el escenario recesivo, o al menos de estancamiento, que se prevé a corto plazo. Y Musk admite así que no es lo que mejor se le da.

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