El atractivo potencial de los planes de pensiones de empleo
Algunas gestoras han comenzado a posicionarse ya en un mercado que ofrece, a priori, grandes oportunidades de negocio
La apuesta que ha hecho el Gobierno por impulsar el crecimiento de los planes de pensiones de empleo constituye un intento ambicioso para conseguir que este producto de previsión social arraigue en España, un país en el que tradicionalmente ha funcionado como una opción minoritaria. La aprobación de la Ley de Regulación para el Impulso de los Planes de Pensiones de Empleo, unida al endurecimiento del trato que se otorgaba a los planes de pensiones individuales, busca conseguir que esta fórmula de ahorro para la jubilación se extienda no solo entre las grandes empresas, donde tiene ya cierta presencia, sino entre las pymes y los autónomos. Pese a que resta todavía por aprobar el reglamento que desarrollará la norma, algunas gestoras han comenzado a posicionarse ya en un mercado que ofrece, a priori, grandes oportunidades. Ejemplos como el de Azvalor, Indexa o VidaCaixa, que han puesto en marcha ya su oferta de planes simplificados en empresas y entre el colectivo de autónomos, pueden abrir camino en un nicho de negocio que tiene un gran recorrido potencial por delante.
Con una historia a las espaldas que acumula ya décadas de regulación y, al contrario de lo que sucede en otros países europeos, donde este producto ha echado raíces, los planes de pensiones de empleo acumulan en España unos 37.000 millones de euros para unos dos millones de partícipes. La gran mayoría de esa limitada tarta ha estado tradicionalmente copada por funcionarios públicos y por trabajadores de grandes compañías, hasta el punto de que algunos estudios aseguran que más de la mitad de las empresas españolas de menos de 50 trabajadores no conoce este instrumento.
La inevitable reducción del nivel de protección a que está abocado el sistema público de pensiones en España, escasamente sostenible desde un punto de vista financiero, convierte la apuesta por los planes de empleo en una estrategia clave para gestionar el ahorro de la jubilación de millones de trabajadores españoles.
Los últimos datos confirman que el cambio de tratamiento de los planes de previsión individual está propiciando la retirada en el mercado de este tipo de producto, pero sin que de momento despeguen tampoco los planes colectivos, de los que sigue saliendo más dinero del que entra. Aunque es pronto para valorar los resultados de la apuesta del Ejecutivo por extender este modelo, la entrada de pequeñas y medianas gestoras en el negocio constituye una señal positiva y esperanzadora sobre las expectativas de respuesta que el sector vislumbra para el futuro.
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