Los bancos centrales actúan con cautela
Inflación y desaceleración moderada en Estados Unidos
Durante mucho tiempo, el Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado bajadas de tipos. En este sentido, el reciente recorte de 0,25 % marca un cambio de ciclo que beneficiará a la economía y los mercados financieros. Antes, algunos bancos centrales, como los de Suiza, Suecia y Canadá, ya los habían reducido.
Sin embargo, los bancos centrales deben ser precavidos y evitar sorprender al mercado. Dada la inflación prevista hasta 2026, el ritmo de reducción de tipos de interés en la Euro Zona será lento y gradual.
En cualquier caso, lo importante no es cuántas reducciones de tipos de interés habrá, sino que el BCE ha dejado claro que serán graduales, según los datos económicos. Incluso existe cierta coordinación implícita entre el BCE y la Reserva Federal de Estados Unidos para evitar que la autoridad monetaria europea los reduzca de manera más acelerada. Así, se espera una sola reducción de tipos de interés en Estados Unidos este año y es poco probable que en la Euro Zona se sitúen por debajo del 3 % antes de finales de 2025.
Inflación y desaceleración moderada en Estados Unidos
Es importante tener en cuenta que la inflación ha sido un invitado no deseado en la economía mundial en los últimos años. Aunque está reduciéndose, de vuelta a la normalidad, todavía nos encontramos en una fase de inflación más que de crecimiento. Ahora el reto para las economías desarrolladas es lograr una inflación sostenible del 2% en lugar del 3% actual. Este proceso será más lento de lo que espera el mercado y estará sujeto a volatilidad.
Hay que tener en cuenta que los mercados estaban convencidos de que Estados Unidos entraría en recesión este año, arrastrando al resto del mundo. Pero es probable que experimente una desaceleración moderada del crecimiento de su PIB, pasando de alrededor de 3% a poco más del 1%, para luego recuperarse hacia finales de año. Gran parte de esta debilidad será temporal, por disminución del gasto en servicios. D manera que la inflación en Estados Unidos puede disminuir al 3,5% para finales de año. Además, las elecciones presidenciales de noviembre pueden generar turbulencias debido a la competencia entre el presidente Biden y el ex presidente Trump. Algunos economistas incluso están preocupados de que Estados Unidos necesite aumentar sus tipos de interés para contrarrestar la generosidad fiscal. Esta situación debe tenerse en cuenta, pues el apetito por el riesgo ha sido sólido y hasta 80 % de las clases de activos cotizan por encima de su tendencia histórica.
De todas formas, nuestros indicadores muestran señales positivas en relación a los mercados emergentes. Las economías de América Latina y Europa del Este están comenzando a recuperarse gracias a la flexibilización de la política monetaria y China también ha comenzado a flexibilizar gradualmente para respaldar su crecimiento.
Eurozona, Suiza y Japón
El caso es que vemos mayor potencial en la renta variable de la Eurozona, Suiza y Japón, con valoraciones mucho más atractivas que las de Estados Unidos, la región más cara, con el índice S&P500 cotizando a cerca de 21 veces beneficios esperados. La renta variable europea viene de niveles bajos, mientras que la americana parte de niveles altos.
Las perspectivas para la Eurozona se ven respaldadas por los indicadores adelantados. Suiza ofrece un dinamismo positivo de beneficios empresariales y valores de calidad a precios razonables. En cuanto a Reino Unido, está en un entorno de bajada de tipos de interés que puede beneficiar su economía en un momento en que sus acciones están baratas. También nos gusta Japón, que debe beneficiarse de mejoras en la gobernanza empresarial y la política monetaria laxa, junto a un yen débil, que actúa como cobertura en caso de una sorpresiva desaceleración económica mundial.
En cuanto a mercados emergentes, esperamos mejora a medida que la flexibilización monetaria da sus frutos y el comercio mundial se recupera, aunque actualmente mantenemos una posición neutral en la región. Un posible catalizador es una debilitación del dólar. Finalmente, mantenemos un enfoque selectivo en China, que cuenta con empresas invertibles, pero que presenta ciertos riesgos macroeconómicos.
Acciones de servicios públicos
En este contexto, esperamos que las acciones superen a la renta fija. Por tanto, sobre ponderamos tácticamente a la renta variable, pero nos mantenemos neutrales en renta fija. Además, infra ponderamos la liquidez a medida que se inicia el ciclo de flexibilización monetaria.
En particular, las acciones de servicios públicos están experimentando impulso, con valoraciones atractivas ante el aumento de la demanda de electricidad con los objetivos de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero. Además, el auge de la inteligencia artificial y los dispositivos conectados genera mayor necesidad de centros de datos, que consumen mucha energía. Este sector tiene un componente defensivo y cotiza a múltiplos de 14,5 veces los beneficios esperados, en comparación con 17,5 del índice mundial MSCI All Country World.
En cuanto a la renta variable estadounidense, que cotiza cerca de 21 veces las previsiones de beneficios a doce meses, no hay señales de burbujas. Los beneficios son sólidos y se revisan al alza. De hecho, esperamos que el sector de tecnologías de la información y los servicios de comunicación continúen mostrando un buen comportamiento. A pesar del deterioro de la dinámica de beneficios en las grandes empresas tecnológicas, que se están revisando al alza, aunque no tanto como antes, las tendencias de crecimiento secular justifican las valoraciones. En concreto, en el sector de servicios de comunicación las recompras de acciones generan una rentabilidad del 3,5% en comparación con 2% del mercado en general.
Pero infra ponderamos el sector inmobiliario debido a los tipos de interés reales aún elevados y las continuas rebajas de las expectativas de beneficios de los analistas.
Deuda americana y crédito grado de inversión
Tras el masivo aumento de los tipos de interés, las rentabilidades a vencimiento de los bonos en los principales mercados desarrollados muestran un entorno financiero más equilibrado a largo plazo, aunque no necesariamente sin volatilidad.
Los bonos del Tesoro de Estados Unidos a diez años están en línea con nuestra estimación de valor razonable, considerando que la economía estadounidense se está desacelerando más que otras desarrolladas. Sin embargo, preferimos sobre ponderar sus bonos protegidos contra la inflación, que tienen un precio más atractivo y esperamos que la inflación tarde más en alcanzar el objetivo de 2% establecido por la Reserva Federal. También consideramos atractiva la deuda del Reino Unido.
En cuanto a crédito, sobre ponderamos la deuda empresarial de Estados Unidos con grado de inversión. A pesar de la moderación del crecimiento las empresas americanas muestran márgenes resistentes y bajo nivel de endeudamiento, lo que indica que las tasas de impago pueden mantenerse por debajo de la media histórica.
Gonzalo Rengifo es director general de Pictet AM en Iberia y Latam.