Euronext busca en España futuros unicornios que impulsen la Bolsa europea
Siete empresas españolas cotizan en el mercado para empresas en expansión del operador paneuropeo


Con Europa rezagada en muchos sectores frente a Estados Unidos y China, acelerar la competitividad de las empresas europeas se ha convertido en un mantra para la nueva Comisión Europea. El economista italiano Mario Draghi en su informe con medidas para mejorar la competitividad de la economía europea publicado el año pasado que “entre 2008 y 2021 se fundaron en Europa 147 unicornios, es decir, empresas que pasaron a estar valoradas en más de 1.000 millones de dólares. 40 de ellas han trasladado su sede al extranjero, y la gran mayoría a Estados Unidos”.
Los llamados mercados de empresas en expansión se han convertido en un elemento estratégico para cambiar este devenir según han venido a reconocer los recientes informes de Enricco Letta y Draghi. En el primero de ellos se instaba a poner en marcha una Bolsa europea para empresas tecnológicas, mientras que el segundo, liderado por el ex presidente del Banco Central Europeo, incidía en la necesidad de aumentar el atractivo de las Bolsas para las pequeñas y medianas. Lograr que éstas acudan al mercado a través de una oferta pública de venta (OPV) eleva la capacidad de financiación tanto de startups como de scaleups, firmas de aún menor tamaño. “El problema no es que a Europa le falten ideas o ambición. Pero la innovación se bloquea en la siguiente fase: no conseguimos traducir la innovación en comercialización, y las empresas innovadoras que quieren crecer en Europa se ven obstaculizadas en todas las fases por normativas incoherentes y restrictivas”, apuntaba Draghi.
Euronext tiene el mercado para pymes en expansión más grande de Europa, Euronext Growth. El dueño de las Bolsas de París, Ámsterdam, Milán, Bruselas o Lisboa tiene 643 empresas listadas en este segmento. De ellas, siete son españolas: Facephi, Kompuestos, Lleida, Making Science, ISPD, Riba Mundo y Virtualware. Las cuatro primeras cotizan también en BME Growth, el mercado para empresas en expansión del operador de la Bolsa española en el que hay 122 compañías, 65 de las cuales son socimis.
La última española en llegar a Euronext Growth ha sido Virtualware, empresa vasca que a mediados de junio dio el salto desde Euronext Access y que capitaliza 35 millones de euros. La firma, que sube un 30% desde su debut en la Bolsa francesa en 2023, está especializada en tecnologías de realidad extendida y soluciones empresariales con tecnología 3D en tiempo real. A ella podrían sumarse otras nuevas en la recta final de año y 2026, según el pipeline que maneja Euronext y que dependerá de la estabilidad del mercado a medida que se concrete la política comercial del presidente estadounidense Donald Trump. “La bomba de relojería de Trump ha sido buena para que Europa despierte. La Bolsa europea está logrando unos retornos mejores que los de la Bolsa de EE UU y creo que ahora hay voluntad de cambiar las cosas”, reconoce Susana de Antonio, la responsable en España de Euronext.
“En Euronext Growth la masa crítica de compañías es mayor y está rodeada de inversores especializados en sectores concretos que van más allá de los family offices tradicionales”, apunta De Antonio, que destaca que “para que haya una base inversora sólida necesitas una base amplia de compañías. Dicho esto, hay compañías que son líquidas y otras que no, pero como en cualquier mercado”.
De Antonio justifica que algunas empresas españolas hayan optado por cotizar tanto en BME como en Euronext a través de un dual listing —como Merlin Properties y las cuatro mencionadas anteriormente (Facephi, Kompuestos, Lleida, Making Science)— por “la búsqueda de una base de inversores más amplia y una mayor exposición internacional, frente a un tipo de inversor más doméstico”.
También hay otras firmas españolas en Euronext Access, un mercado con menos requisitos que el Growth para las empresas y que agrupa valores con una capitalización desde 10 millones hasta otras de gran tamaño. “Access es el punto de entrada más sencillo, un mercado pensado para el listing técnico [no hay colocación de acciones] y donde ahora mismo hay unas 200 compañías cotizadas, que se reparten entre París, Lisboa, Bruselas y Dublín”. Según reconoce, las empresas que optan por acudir a él “buscan simplemente la visibilidad y el beneficio cualitativo de estar cotizado si no necesitas captar financiación”, aunque reconoce que “no hay tanta liquidez ni tanto volumen como pueda haber en un mercado regulado”.
En este segmento cotizan en la actualidad 44 firmas españolas, entre las que hay un buen puñado de socimis y firmas como la cadena hotelera Bestprice, que cuenta con ocho establecimientos. Otras han cerrado “su ciclo” y han abandonado su aventura bursátil al ser adquiridas: la catalana Quadpack fue comprada el año pasado por el grupo francés PSB Industries en una operación que la valoró en unos 140 millones. Entre ambos mercados se sitúa Euronext Access+, un segmento intermedio que reduce la exigencia de capital que circula libremente en Bolsa (free float) de los 2,5 millones de euros del Growth a un millón. “No hay grandes diferencias, es casi como un punto de diferenciación de cara a los inversores”, apunta De Antonio.
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