La crisis en Oriente Medio castiga a las Bolsas europeas y añade incertidumbre a los mercados
El dólar recupera posiciones tras marcar mínimos de tres años y los tipos de la deuda repuntan ante la perspectiva de más inflación

El ataque de Israel sobre Irán en la madrugada de este viernes ha sacudido las Bolsas mundiales en la última sesión de la semana. El bombardeo provocado por aviones de combate israelíes ha alcanzado instalaciones nucleares y militares y ha disparado el precio del petróleo, que ha llegado a subir cerca de un 15%. También suben los activos refugio como el oro, mientras las Bolsas mundiales se tiñen de rojo y pierden más de un 1%. Aunque de momento no se ha notificado una falta de suministros del crudo y las reservas son amplias, el fuerte repunte en los precios se debe al temor a una escalada más amplia del conflicto en la región. Y el petróleo es un indicador del riesgo geopolítico en Oriente Medio.
Israel ha defendido que el ataque estaba destinado a impedir que Irán consiga armas atómicas, y el objetivo eran infraestructuras iraníes dedicadas a su programa nuclear. Entre las víctimas alcanzadas por los bombardeos se encuentran varios comandantes de las fuerzas armadas y científicos iraníes. Teherán ha prometido un contraataque severo. Por su parte, Estados Unidos se ha desmarcado del ataque y ha advertido a Irán que no tome medidas de represalia contra el país. El domingo estaba programada una reunión entre emisarios de Washington y de Irán para discutir sobre el programa nuclear iraní, pero tras el ataque sufrido el encuentro ha quedado en el aire.
En ese contexto de tensión, el petróleo Brent, de referencia en Europa, llegó a subir un 13% y el West Texas, de referencia en EE UU, subió en torno a un 15%, aunque ambos moderan y dejan el repunte en el 7%. “El petróleo es el principal indicador de estos conflictos, y los precios se dispararon en consecuencia. La situación sigue siendo inestable, y los próximos días y semanas mostrarán hasta dónde llega la escalada. Este último estallido de conflicto sigue el patrón habitual, con precios que suben temporalmente antes de volver a los niveles anteriores. Pero es poco probable que los suministros estén en riesgo. El almacenamiento es amplio, la capacidad disponible es abundante y las exportaciones crecen fuera de Oriente Medio”, explica Carsten Menke, de Julius Baer.
En medio de la tensión, el dinero ha buscado refugios y ha huido de la renta variable. En Europa los principales índices pierden más de un 1%. El Dax alemán se ha dejado un 1,07%, el Cac francés un 1,04% y el Mib italiano un 1,28%. Las caídas semanas son todavía más amplias, de entre el 1,5% y el 3%. El Ibex 35 se ha dejado un 1,27% el viernes y cae por debajo de los 14.000 puntos. En la semana pierde el 2,37% y rompe la racha de ocho semanas consecutivas en positivo. Tan solo cinco valores del selectivo español han cerrado la sesión en verde: Indra (+1,68%), Naturgy (+0,3%), Endesa (+0,29%), Acerinox (+0,29%) y Solaria (+0,05%). Por el lado contrario, IAG ha perdido un 3,37%, Grifols un 3,23% y Acciona un 2,16%. “El mercado de renta variable es el que corre mayor riesgo de sufrir una corrección a medida que se materializan los riesgos macroeconómicos y políticos”, apunta Chris Iggo, jefe de inversiones de AXA Investment Managers.

El color rojo también ha dominado en los paneles de los índices asiáticos, aunque las caídas son más moderadas que en Europa. El ataque sobre Irán se produjo con las Bolsas de la región abiertas. El Nikkei japonés ha cedido un 0,89%, el principal índice de Shanghái ha perdido el 0,75% y el Hang Sen un 0,59%.
Wall Street, que a media sesión amagaba con la recuperación, acelera las caídas después de que Israel haya confirmado los primeros ataques sobre Tel Aviv. A una hora para el cierre de los mercados, los principales índices estadounidense registran recortes que van desde el 1,9% del Dow Jones al 1,3% del Nasdaq. “La preocupación por la situación en Oriente Próximo ha subido un peldaño. Muchos expertos esperaban que continuasen las negociaciones. Obviamente, hemos entrado en un escenario diferente.Los próximos días nos dirán a qué riesgos nos enfrentamos, pero son claramente negativos para la economía mundial. Irán ya ha indicado que tomará represalias atacando a Israel y Estados Unidos”, apunta Sebastian Paris Horvitz, director de Investigación, LBP AM.
En todo caso, los inversores también miran de reojo a la reunión de la Reserva Federal (Fed) la semana que viene. Tras unos datos que indican que la inflación americana se mantiene contenida, se espera que la Reserva Federal mantenga su tipo de interés de referencia en el rango de entre el 4,25% y el 4,50% el próximo miércoles. Se prevé que el banco central estadounidense reanude la flexibilización de la política monetaria en septiembre. El presidente Donald Trump volvió a llamar “cabeza hueca” al presidente de la Fed, Jerome Powell, sugiriendo que el banco central debería recortar los tipos de interés en un punto porcentual completo para ahorrar a EE UU 600.000 millones de dólares al año en pagos de intereses sobre la deuda. “Es poco probable que un choque más en Oriente Medio tenga un efecto inmediato sobre las proyecciones de los bancos centrales, en el corto plazo. Es posible que adopten una postura algo más cauta, en términos de normalización monetaria (es decir, bajadas adicionales de tipos). Pero una vez más, esto dependerá del alcance del conflicto y su perdurabilidad, en términos de inflación”, explica Pedro del Pozo director de inversiones financieras de Mutualidad.
El sentimiento de aversión al riesgo impulsa al oro, considerado valor seguro, que avanza más del 1,6% y roza los 3.470 dólares la onza. El metal precioso se acerca a su máximo histórico de 3.500 dólares registrado en abril, cuando Trump desató la guerra arancelaria contra el resto del mundo. Eso sí, los expertos piden calma. “Esta reacción del mercado parece bastante moderada, considerando las posibles consecuencias del conflicto y el nerviosismo típico de los operadores de oro con visión a corto plazo. Dada la gran volatilidad de la situación, es prematuro predecir si este shock elevará los precios de forma duradera. Esto podría ocurrir si el conflicto tiene un impacto económico significativo, por ejemplo, a través de la interrupción del suministro de petróleo, o si se extiende por la región. Históricamente, el oro no ha tenido un buen historial como cobertura contra las perturbaciones geopolíticas”, advierte Carsten Menke, responsable de investigación Next Generation de Julius Baer.
Los mercados de deuda, por el contrario, no están ejerciendo ese papel de activo refugio. Los bonos de Estados Unidos, Alemania y España cotizan con leves subidas en el tipo de interés. Así, el bono español a 10 años sube hasta el 3,133% y el de Estados Unidos hasta el 4,406%. En el mercado de divisas, el dólar se toma un respiro y gana algo de terreno frente al euro. La moneda única baja y se sitúa en los 1,1529 ‘billetes verdes’, un alza del 0,5% contra el euro, después de llegar ayer a situarse por encima de 1,16 dólares, con un mercado que sigue cuestionando los activos americanos.
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