El Ibex se olvida de ‘vender en mayo’ y sube un 6,5% pese a la incertidumbre comercial
Los analistas invitan a la prudencia y creen que el conflicto arancelario está lejos de resolverse


Las idas y venidas de Donald Trump dan paso ahora a los bandazos judiciales. Horas después de que el Tribunal de Comercio Internacional bloqueara los aranceles recíprocos, el Tribunal de Apelaciones de Washington ha suspendido temporalmente la sentencia y ha devuelto la guerra comercial a la casilla de salida. La falta de visibilidad sobre el alcance de la agenda de Trump y su impacto en la economía global han sido aprovechadas por los inversores para consolidar las ganancias. Pero la debilidad de las últimas jornadas no empaña el buen hacer de los índices en el mes de mayo. Desafiando el mantra de sell in may and go away (vender en mayo y marcharse), el Ibex 35 se anota un 6,5%, ganancia que alcanza el 6,7% en el Dax alemán y que se amplía al 9,5% para el tecnológico Nasdaq. El S&P 500, con un repunte del 6,15%, ha firmado su mejor mes desde noviembre de 2023.
En un mes en el que todos los sectores europeos registraron subidas, las turísticas lideraron los ascensos (10,76%). En la Bolsa española IAG (26,39%) se coló en ranking de valores más alcistas, un comportamiento que se vio favorecido por la caída de los precios del crudo y la inclusión en MSCI World Index este viernes al cierre. Solo por encima de esta se sitúa Indra (29,34%) mientras cuatro valores (Logista, Cellnex, Redeia y Naturgy) escaparon a las subidas. BBVA y Sabadell, que están a la espera de conocer el veredicto del Gobierno a la opa, avanzaron un 9,5%.
Una de las lecciones que ya aprendieron los gestores con la primera administración Trump es que hacer predicciones con el republicano es muy arriesgado. Ahora la situación se ha recrudecido. Las disputas judiciales y las últimas acusaciones a China de violar la tregua arancelaria recuerdan a los inversores que el conflicto comercial está lejos de desaparecer.
Después de las fuertes ganancias registradas en las últimas semanas, los analistas ven conveniente hacer una pausa. “Lo que los mercados odian es la incertidumbre, y ciertamente estamos en ese punto ahora”, ha asegurado a Bloomberg Wilbur Ross, quien fuera secretario de Comercio en la primera legislatura de Trump. El economista ha advertido que, si no se logran acuerdos pronto, los inversores perderán la confianza.
Para Yves Bonzon, jefe de inversiones de Julius Baer, parte de la recuperación reciente de los mercados no solo responde a la tregua arancelaria, sino también al liderazgo del secretario del Tesoro, Scott Bessent. En repetidas ocasiones, el funcionario ha tenido que intervenir para calmar los ánimos tras los incendiarios mensajes del presidente en redes sociales. Bessent no se ha dado por vencido y considera que una conversación entre Trump y su homólogo chino, Xi Jinping, podría allanar el camino hacia un acercamiento. La última vez que ambos líderes hablaron fue en enero, poco después de que Trump retomara el poder.
El consenso de los analistas, no obstante, se mantiene escéptico. Los constantes tira y afloja a nivel legal son un obstáculo más en las negociaciones comerciales de EE UU y el resto de socios. Juan José Fernández-Figares, director de inversiones de Link Gestión, cree que muchos podrían estar menos dispuestos a hacer concesiones u optarían por esperar hasta ver qué ocurre finalmente en los tribunales estadounidenses antes de cerrar un nuevo acuerdo comercial. “Todo ello no hace más que mantener la incertidumbre sobre cuál será el resultado final de toda esta trama arancelaria y los consideramos negativo para el comportamiento de los activos de riesgo”, señala.
Perspectivas negativas
A corto plazo las perspectivas se antojan sombrías. Las preocupaciones comerciales, la falta de claridad sobre la trayectoria de los tipos en EE UU y el ajuste de carteras a cierre trimestre son vistas como las principales amenazas para el rally de las Bolsas. Con el permiso de los aranceles, la primera prueba que ayudará a medir la resiliencia de las subidas acumuladas llegará el próximo 18 de junio. Ese día la Reserva Federal dará a conocer su decisión sobre los tipos de interés y actualizará sus previsiones macroeconómicas. Las actas de la pasada reunión han dejado claro que las tensiones inflacionistas continúan siendo la principal preocupación del comité.
Después de un mes de abril en el que los consumidores estadounidenses aceleraron las compras para evitar los aranceles, en mayo el gasto apenas ha crecido un 0,1%. Esto contribuye a que el PCE, índice de precios más seguido por la Fed, se situara en el 2,1% en tasa interanual mientras la tasa subyacente (excluye los precios de los alimentos y la energía) se situó en el 2,5%, en línea con las previsiones del consenso. Los analistas creen que este dato no ofrece la claridad suficiente para que Powell dé su brazo a torcer. “Será a partir de mayo cuando empiecen a hacerse evidentes los impactos alcistas sobre los precios derivados de los nuevos aranceles”, señalan desde Macroyield.
A la lista de preocupaciones se ha sumado en las últimas semanas la sostenibilidad de las finanzas públicas. La rebaja de la calificación por parte de Moody`s y el plan de Trump para bajar los impuestos a empresas y personas han acelerado el repunte de los rendimientos de la deuda. Con un déficit público en el 6%, el más alto en un periodo de paz en EE UU, y una deuda que supera el 120% del PIB, los inversores empiezan a exigir una mayor contención a Washington. Como ya se pudo ver a mediados de abril, cuando Trump declaró una tregua de 90 días, el mercado de bonos tiene la capacidad de condicionar las políticas o incluso hacer caer Gobiernos.
Superados los momentos de mayor tensión, las rentabilidades de la deuda se han moderado: el bono de EE UU a 10 años se sitúa al filo del 4,4% con la deuda a 30 años por debajo de la temida barrera del 5%. Las deliberaciones sobre el presupuesto estadounidense aún no han terminado. “El Senado podría acabar recortando más gastos del proyecto de ley. El mercado de bonos acogería con satisfacción cualquier restricción fiscal adicional añadida al proyecto de ley”, apunta R.J. Gallo, gestor sénior de carteras de renta fija de Federated Hermes.
Horas antes de conocer la decisión de la OPEP+, el Brent cede un 1,4% en la semana y se sitúa en los 63,9 dólares. Las últimas noticias que se conocen apuntan a que el cártel estaría estudiando acelerar el aumento de crudo. En la última reunión de abril los productores decidieron inundar el mercado con 411.000 barriles diarios.
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