JP Morgan AM eleva al 50% la probabilidad de recesión en EE UU si fracasan las negociaciones arancelarias
A pesar de las tensiones inflacionista siguen esperando que la Fed baje los tipos dos veces este año


Si algo está dejando clara la segunda legislatura de Donald Trump es que hacer predicciones con él en la Casa Blanca sigue siendo una apuesta arriesgada. Tras cerrar 2024 con promesas de desregulación y rebajas fiscales que entusiasmaron a los mercados, el giro de guion en los primeros meses de 2025 ha descolocado a inversores y analistas. La decisión del presidente de centrarse exclusivamente en una agresiva política arancelaria ha echado por tierra muchos de los planes de inversión previstos pare el ejercicio.
La mayor ofensiva comercial desde 1930 pilló por sorpresa a buena parte de los gestores, que no dudaron en deshacerse de bonos y acciones ante el nuevo escenario. Superado el impacto inicial, la tregua de 90 días decretada por la Casa Blanca y una sólida temporada de resultados han ayudado a estabilizar los mercados. La mayoría de los índices, incluidos los estadounidenses, han recuperado ya los niveles previos al llamado “Día de la Liberación”.
Lucía Gutiérrez-Mellado, directora de estrategia para España y Portugal en JP Morgan Asset Management, destaca la importancia de mantener la calma en entornos de alta volatilidad. “Los inversores que vendieron en pleno pánico han perdido la capacidad de recuperación”, subraya.
A corto plazo, las miradas seguirán puestas en las negociaciones entre Estados Unidos y sus principales socios comerciales. “Todavía hay mucha incertidumbre”, reconoce Gutiérrez-Mellado, quien añade que no está claro cómo reaccionarán ni los bancos centrales ni los gobiernos en términos de estímulo fiscal.
En JP Morgan AM creen que los aranceles terminarán afectando inevitablemente a la economía. “Funcionan como un impuesto: reducen el consumo de las familias, paralizan la inversión empresarial y frenan la creación de empleo”, apunta la experta. En su opinión, la economía estadounidense será la más golpeada por las nuevas medidas. La firma baraja tres escenarios: la retirada de los aranceles, un estancamiento en las negociaciones o un acuerdo que reduzca la tarifa media por debajo del 20%. En el caso de una retirada sin acuerdo, estiman que la probabilidad de recesión se dispararía hasta el 50%.
Pese a ello, en la gestora confían en que Trump rebaje el tono. Las últimas noticias que se van conociendo invitan al optimismo. El presidente de EE UU ha adelantado que está próximo a cerrar un acuerdo con Reino Unido menos lesivo
Junto a la política comercial, la evolución de la política monetaria será otro factor clave en los próximos meses. Aunque los aranceles añaden presión inflacionista, JP Morgan AM cree que la reciente caída de precios da margen a los bancos centrales para seguir bajando los tipos de interés. “Esto es aún más evidente en un contexto de enfriamiento económico, como el que empiezan a reflejar los organismos internacionales”, señala Gutiérrez-Mellado. Un día después de que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, afirmara que no tiene prisa por recortar los tipos —como lo exige la Casa Blanca—, desde la gestora siguen previendo dos bajadas en 2025: la primera, como pronto en junio; la segunda, en la segunda mitad del año.
En un entorno en el que hay más dudas que certezas, JP Morgan AM ha ido reduciendo el riesgo en cartera y alargar los vencimientos de los bonos. Se mantienen neutrales en Bolsa estadounidense y europea, y muestran preferencia por deuda corporativa, especialmente la de emisores sin calificación (‘high yield’). En renta variable, su apuesta pasa por Asia: “Nos gusta Japón, y sobreponderamos la Bolsa china porque, desde el punto de vista de valoración, resulta atractiva. Además, confiamos en que se anuncie un estímulo fiscal para reactivar la economía”, concluye la estratega.
Gutiérrez-Mellado pide paciencia porque considera que la volatilidad seguirá siendo elevada. La experta advierte de que la recuperación que han experimentado los índices no significa que el riesgo haya desaparecido y anticipa un año de curvas. En un entorno de menor crecimiento, desde la gestora creen que las previsiones de beneficio por acción que maneja el consenso son excesivamente optimistas. “La campaña del primer trimestre está siendo positiva, pero en las cifras del arranque de 2025 corresponden a un momento en el que no se conocían los aranceles. Las compañías aún no saben en qué medida les van a afectar los gravámenes”, remarca.
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