Iberdrola, un mix de protección y de oportunidad en el negocio energético
La compañía alcanza máximo histórico pese a la guerra comercial y su presencia en EE UU. Su perfil defensivo, la diversidad geográfica y el desarrollo de infraestructuras en redes centran su atractivo

Iberdrola es una de las compañías donde los inversores han buscado refugio en el mar de turbulencias en que se encuentran los mercados. La compañía ha marcado máximo histórico en el momento en el que Donald Trump iniciaba una guerra comercial con el mundo entero con la imposición de aranceles, y ha superado los 100.000 millones de capitalización, que la sitúan en la segunda posición de la Bolsa española, por detrás de Inditex. En lo que va de año se revaloriza casi el 16%.
La subida de las acciones está impulsada por factores generales y particulares. Las eléctricas están teniendo un buen comportamiento en 2025 (el sector europeo está en máximos de 2008 y gana el 11% desde enero), por su perfil defensivo, con unos negocios regulados y una atractiva rentabilidad por dividendo. A nivel particular, “el modelo de negocio de Iberdrola muestra gran resiliencia contra el entorno macro”. “Tiene un excelente control del riesgo gracias a contar con el 100% de los contratos estratégicos de los proyectos en construcción asegurados, mostrándose confiados en que los aranceles no tengan un impacto relevante”, explica Ángel Pérez, de Renta 4.
Estados Unidos es el tercer país por volumen de ventas de Iberdrola, por detrás de España y Brasil, con el 17,3% del total en 2024, muy a la par de Reino Unido (17,2%). El mercado estadounidense es, además, el elegido por la empresa para destinar la mayor parte de la inversión en los próximos tres años. En los últimos 20 ha dedicado 50.000 millones de dólares al país (44.000 millones de euros al cambio actual), a los que sumará más de 17.600 millones hasta el final de la década “para modernizar, expandir y digitalizar las infraestructuras de redes”, según la propia Iberdrola.
Esa exposición a EE UU no está siendo de momento obstáculo en Bolsa para la eléctrica española. Jefferies ha situado a Iberdrola entre los 50 mejores valores del mundo para invertir. Y Moody’s ha ratificado el rating de Baa1 y la perspectiva estable por su diversificación geográfica, con alrededor de un 62% de sus ingresos provenientes de varias áreas económicas con elevadas calificaciones fuera de España, como Reino Unido y EE UU.
La racha alcista que está registrando el sector de las utilities europeas tiene visos de mantenerse “en el entorno de aranceles estadounidenses, aunque probablemente más gracias al comportamiento relativo que a un rally global”, indica Morgan Stanley. La firma destaca el atractivo de las grandes compañías con negocios regulados como Iberdrola, para la que ha revisado al alza la previsión de del beneficio por acción para 2025 un 2%.
Iberdrola tiene una fecha cercana importante: el 30 de abril presentará los resultados del primer trimestre del ejercicio. “Esperamos que comience el año con buen pie; estimamos que el beneficio neto supere los 1.700 millones de euros, lo que equivale a casi el 30% de nuestra previsión del resultado final de 2025. El avance derivará principalmente del crecimiento de la base de activos regulados [RAB] en redes eléctricas, la consolidación completa de Avangrid [filial estadounidense], así como del crecimiento de la capacidad en energía eólica marina”, comenta Goldman Sachs.
El banco defiende la tesis de inversión por “un mayor crecimiento de beneficios que sus competidores, con una volatilidad menor en los últimos cinco años; una inversión en capital centrada en el desarrollo de las redes eléctricas y, en menor medida, en renovables y en su modelo de negocio verticalmente integrado”. Asimismo, espera que desempeñe “un papel clave en la ola de inversión en centros de datos que se avecina en Europa”.
El grueso de las recomendaciones de Iberdrola son de mantener (57,6% del total); las de compra y venta alcanzan el 36,4% y 6,1%, respectivamente. Sin embargo, el valor ha agotado el potencial, ya que ha superado el precio objetivo medio que otorga el consenso de analistas (14,77 euros), según Bloomberg.
Próxima junta de accionistas y pago de dividendo
Retribución. Iberdrola propondrá en la junta de accionistas que se celebrará el 30 de mayo la distribución de un dividendo complementario con cargo a los beneficios de 2024, que marcaron récord en 5.612 millones. El pago será de 0,404 euros por acción y se sumará a los 0,231 euros repartidos el pasado enero, elevando el total hasta los 0,635 euros, un 15% más. El plan estratégico de la compañía tiene establecido un suelo a la remuneración de 0,55 euros por título para el año 2026. Con la cotización actual ofrece un cupón del 3,4%.
Estructura. Al cierre de 2024 los inversores institucionales internacionales de Iberdrola eran los principales accionistas, con el 70,3% del capital en sus manos. En segundo lugar estaban los particulares, con el 22,3%, mientras que los fondos nacionales sumaban el 7,4% restante.