Ignacio Fuertes (Miraltabank): “Soy un convencido del bitcoin, es el oro del siglo XXI”
Este veterano gestor señala un cambio de paradigma en la inversión en la que la valoración no es la clave sino la detección de las temáticas con más presente y futuro, como la defensa, el oro o la vivienda
Ignacio Fuertes es director de inversiones de Miraltabank, entidad presidida por Emilio Botín O’Shea y que cuenta con 1.100 millones de euros bajo gestión y asesoramiento. Gestiona directamente el fondo de renta variable Miralta Narval Europa, que suma una rentabilidad este año del 27% y tiene la distinción de cinco estrellas de Morningstar. Fuertes defiende que la rentabilidad hay que buscarla no ya en la selección de valores sino en la detección de las temáticas ganadoras del momento y entre ellas sitúa al bitcoin. Su larga trayectoria en la vieja economía, con más de 20 años de experiencia en la gestión de activos, no le hace desconfiar de este criptoactivo, cuyo avance en las carteras de los inversores internacionales ve imparable.
Pregunta. ¿Cuál es su filosofía de gestión?
Respuesta. Entorno al 25% del fondo es Bolsa internacional, el foco es Europa. Nuestro proceso de inversión parte de una base global y macro, de hacia dónde creemos que va la política monetaria y hacia dónde se van a desarrollar los principales hitos globales. Nos centramos en grandes compañías principalmente. No somos stock pickers, buscamos temáticas que puedan funcionar en el entorno macro en el que vivimos, como por ejemplo la defensa en Europa. Más que invertir en una o dos compañías que pueden ser las más baratas, las que menos deuda tienen o las que mayor potencial de revalorización tengan, nosotros invertimos en un espectro de compañías, en diversos ámbitos. Aplicamos una visión global, macro y tecnológica para poder seleccionar aquellas temáticas que creemos que van a funcionar.
P. ¿Se identifican con la gestión activa?
R. Somos gestores activos, bastante activos. La cartera del Narval está estructurada en diferentes temáticas, y ninguna de ellas tiende a tener un peso excesivo. Es decir, no nos concentramos. Normalmente una estrategia o una temática viene a pesar en torno al 10%. Actualmente tenemos diversas temáticas que están funcionando muy bien, como puede ser la defensa, el real estate, la inteligencia artificial, mineras de oro y oro y blockchain y criptoactivos. Los bancos los hemos quitado ya de la cartera. Estamos invertidos al 85%, del que el 60% es Europa y el 25% EE UU. Y el resto es liquidez.
P. Las perspectivas para Europa no son buenas en comparación con EE UU. Hay riesgo político, amenaza de guerra comercial...¿Qué temáticas de inversión en Europa se pueden salvar de estas incertidumbres en los próximos meses?
R. Invertimos en grandes compañías que están concentradas en producir o gestionar un bien escaso. En Europa nos gustan las fabricantes de insulina, las compañías de defensa, la vivienda...Buscamos temáticas en las que haya un desequilibrio entre oferta y demanda. En Europa estamos bajando peso en utilities, manteniendo más o menos los pesos en defensa, hemos vuelto a aumentar exposición a la temática de la insulina, sobre todo en Novo Nordisk. Y hemos quitado banca y lo hemos sustituido en parte por seguros.
P. ¿Por qué ese cambio?
R. Los seguros se van a beneficiar más en un entorno de bajadas de tipos por el tipo de cartera que tienen, no viven tanto del margen de intereses. Y los bancos afrontan las exigencias regulatorias por Basilea y ya han funcionado muy bien durante un tiempo. Estamos buscando alternativas y empezando a mirar temáticas que creemos que también tienen sentido. Por ejemplo, en el ámbito industrial nos gusta el ferrocarril y todas sus derivadas, desde compañías que hacen vagones, frenos o sistemas de señalización. También todo lo que tiene que ver con la infraestructura de la red eléctrica. Desde compañías que producen alternadores hasta cables, cableado submarino. En España tenemos Redeia, Mapfre, algo de exposición en Repsol...Ahora mismo no prevemos darle mayor sesgo al fondo hacia Bolsa de EE UU, pese a que en Europa nos preocupa el eje franco alemán y el proyecto europeo.
P. ¿Y la inversión en criptoactivos? ¿Qué papel tiene en el fondo?
R. Tenemos Coinbase, Galaxy Digital y MicroStrategy, donde hemos tomado beneficios y que es una de las grandes estrellas en toda esta vuelta al mundo blockchain y cripto. Parece que estamos en un nuevo paradigma con la llegada de Trump después de muchos años de una regulación poco clara y desfavorable. Es una temática que va a cobrar más fuerza en los próximos años. Al final Estados Unidos tiende a favorecer los grandes monopolios y yo creo que la regulación va a favorecer a los grandes desarrolladores, no tanto la minería. Al igual que a raíz de la crisis financiera global se favoreció con una regulación bastante laxa a las grandes tecnológicas, tenemos la sensación de que esta puede ser la siguiente frontera.
P. La regulación será un gran espaldarazo para los criptoactivos pero ¿no ve un punto de especulación?
R. Yo soy un convencido del bitcoin. Es un activo duro, como el oro. Es el oro del siglo XXI, yo lo entiendo así. Hay que verlo en el contexto de unas políticas fiscales y monetarias que empiezan a estar excesivamente en el límite, y de medidas como la incautación de los bienes de Rusia y el uso del dólar como otra arma adicional. Los bancos centrales de países del Sur, y en especial China, se están lanzando a comprar oro. Y muchos inversores institucionales están buscando otro tipo de activo duro distinto al oro. En ese sentido, creo que el bitcoin a lo largo de los años ha demostrado que tiene una una solidez, que ha cumplido una función si no de moneda de intercambio sí de refugio de valor.
P. ¿No es excesivo comparar el oro con el bitcoin como activo refugio?
R. Está en un estadio muy preliminar pero por eso tiene potencial. Y la capitalización de mercado del bitcoin es ya como la del conjunto del mercado high yield de EE UU. Empieza a ser un activo y va a haber una mayor claridad en cuanto a lo que se puede y no se puede hacer con bitcoin, por ejemplo sobre cuánto puede tener la banca en su balance. Durante los próximos meses es posible que veamos esa regulación en Estados Unidos y esto hará que que los grandes custodios globales, los grandes bancos de inversión, los grandes fondos de pensiones poco a poco vayan desplegando sus inversiones hacia el bitcoin.
P. ¿Cuál es el principal riesgo que aprecia para 2025?
R. El principal riesgo es Europa. Tiene debilidades en muchos ámbitos: en la energía; en defensa, que es consecuencia de la energía; tiene la cuestión de la guerra comercial, que es consecuencia de no tener una política exterior propia...Hay problemas a nivel estructural y claramente empieza a haber dudas sobre la sostenibilidad de de Francia y eso es muy peligroso. Y también pensamos que hay un problema con el ciudadano de a pie, con el consumidor. Las políticas post covid han afectado al bolsillo, la inflación afecta al 100% de la población y eso ha producido un giro fuerte hacia políticas de derechas. Y además esto coincide con que en las economías occidentales, por un motivo u otro, los bancos cada vez prestan menos dinero. Con lo cual, de alguna manera el modelo empieza a estar un poco agotado. Y eso es preocupante. Estamos entrando en un nuevo mundo que ya no es capitalismo, empieza a ser una especie de neomercantilismo en el que los gobiernos tienen una mayor injerencia en todos los ámbitos de la economía y de la sociedad, donde se empiezan a hacer acopio de materias estratégicas, donde empieza a haber una guerra de tarifas...Ante eso hace falta un ecosistema que favorezca la tecnología y la competitividad. Y eso en Europa parece que no existe.
P. Con ese diagnóstico, ¿cómo vender un fondo con la palabra Europa en su nombre?
R. Hay que empezar a pensar que no todo es la valoración. Si miras los múltiplos, claramente hay cosas que son muy baratas, eso es innegable. Pero este nuevo orden en el que nos encontramos nos indica que si están muy baratas es por un motivo. Se trata de buscar dónde hay vientos de cola en el continente, que claramente los hay, y dónde hay problemas estructurales. Por eso muchas temáticas es mejor jugarlas, teniendo siempre el riesgo en mente. Estamos ante un nuevo paradigma para la inversión. Si solo haces value empiezas a tener un problema.