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Geopolítica vs. mercado, dos factores que se enfrentan en el precio del crudo

El mercado del petróleo está siendo influenciado por el conflicto en Oriente Próximo. Sin embargo, una serie de circunstancias globales están moderando las subidas de precios en comparación con los picos que se vieron durante crisis anteriores que afectaban a los países productores

Luis Alberto Peralta
Instalacion petrolera irani
Una llamarada de gas en una plataforma de producción de petróleo se ve junto a una bandera iraní en el GolfoRaheb Homavandi (REUTERS)

El barril de petróleo Brent se mantiene, de momento, por debajo de los picos que alcanzó al inicio de la invasión de Rusia a Ucrania, y los futuros a un año de esta materia prima confirman que el mercado no anticipa drásticas variaciones. Sin embargo, una pregunta mantiene a políticos e inversores al borde del asiento: ¿se dispararán los precios del crudo al mismo nivel por el conflicto en Oriente Próximo? Los analistas advierten de que una escalada bélica podría poner en riesgo hasta el 20% del suministro global de crudo, desatando subidas más acentuadas. No obstante, los expertos resaltan que la situación actual ocurre en un contexto internacional que está cambiando: las discrepancias dentro de la OPEP, la débil demanda china, la aparición de nuevos proveedores y tecnologías como el fracking podrían estar transformando al sector.

“Oriente Medio es el origen de aproximadamente un tercio del petróleo comercializado a nivel mundial. Lo que pase en esta región influye en el precio del crudo, pero solo influye, no implica algo más necesariamente. Actualmente, el mercado apuesta porque el conflicto en Oriente Próximo se mantendrá circunscrito en unos niveles razonables o altos, pero que no evolucionará hacia un conflicto total”, responde Arturo García Alonso, CIO de Global Social Impact Investments, a CincoDías.

Los expertos consultados coinciden en que una de las razones por las que las subidas se mantienen moderadas es que, por ahora, la pugna no ha afectado a ningún punto crítico para el mercado global. “Desde la perspectiva de los mercados mundiales, la principal señal a vigilar en el corto plazo es el riesgo de interrupción del suministro de petróleo, con la posibilidad de que se produzcan ataques contra las instalaciones de producción iraníes”, explica Thomas Hempell, responsable de análisis macro de Generali AM a este periódico.

Hempell alerta de que los hutíes proiraníes de Yemen también podrían intensificar los ataques, lo que perturbaría aún más el comercio global: “En un caso extremo, Irán podría intentar cerrar de facto el estrecho de Ormuz, por el que transitan unos 20 millones de barriles de petróleo y productos derivados [en torno al 20% del suministro mundial]”. Así, el experto detalla que un acontecimiento de este tipo podría hacer subir significativamente los precios del petróleo por motivos de escasez de suministro.

Los analistas, sin embargo, destacan que el posible impacto depende de distintos elementos. “El precio del petróleo sigue estando influenciado por los factores geopolíticos. No obstante, las subidas de precios están vinculadas al riesgo de suministro según el área del conflicto. Lo vimos en la invasión a Ucrania, con el petróleo y el gas. Actualmente, hay una mayor diversificación de proveedores con países que no son de la OPEP. Un ejemplo es Brasil, que ha puesto en funcionamiento uno de los oleoductos más potentes a nivel mundial”, comenta Alberto Fernández Carnicero, gestor de fondos de inversión de Mutuactivos a CincoDías.

Crisis normalizada

Algunos expertos consideran que el movimiento relativamente moderado que se ha visto en los precios del crudo también se debe a una normalización de las turbulencias. “Los conflictos en curso en Oriente Medio han sido descontados desde hace tiempo por el mercado, a la luz de la tradicional inestabilidad de la zona. Las recientes noticias pueden provocar un repunte de los precios, pero solo una escalada real, con Irán tomando seriamente el terreno y obligando a EE UU a intervenir, se reflejaría significativamente en los precios”, señala Marco Mencini, responsable de análisis de Plenisfer Investments.

Los expertos de Vontobel coinciden con esta perspectiva. “Los mercados del petróleo siempre reaccionan muy nerviosos cuando Irán se ve implicado, pero a más largo plazo, la interacción entre la oferta y la demanda suele volver a pasar a primer plano. Antes del ataque, el petróleo había estado sometido a bastante presión a la baja por el debilitamiento del crecimiento económico, la debilidad de la economía china y el menor apoyo estacional. A menos que la situación se agrave aún más, parece improbable una crisis del petróleo similar a la de 2022″, expresan Michaela Huber y Mario Montagnani, estrategas en Vontobel, en un análisis reciente.

En este contexto, Mencini resalta que, de cara al último trimestre del año, la incertidumbre relacionada con los acontecimientos geopolíticos seguirá siendo elevada y que los riesgos son difíciles de ponderar. “En el mejor de los casos, se espera un precio cercano a los niveles actuales. Mientras tanto, en el peor, caracterizado por una economía débil, la victoria de Trump, la implosión de la OPEP y el descenso de Irán al campo, el precio del petróleo podría caer hacia los 50 dólares”, indica el especialista de Plenisfer Investments.

Oferta y demanda

Otro de los factores que podría estar contribuyendo a que las subidas del crudo se mantengan moderadas es el desencuentro entre algunos de los principales productores globales y la aparición de nuevos actores. “Las naciones petroleras están sentadas sobre una amplia capacidad sobrante y están contemplando cómo devolverla al mercado de manera ordenada. Además, el almacenamiento de petróleo de China se ha multiplicado en los últimos años y, con el auge petrolero en las Américas, se han abierto opciones de importación adicionales”, apunta Norbert Rücker, director de economía e investigación de próxima generación de Julius Baer.

“La OPEP está dividida entre quienes, como los saudíes, apoyan la necesidad de limitar la producción para mantener el precio alto, y quienes, como los Emiratos, no quieren ceder cuota de mercado en favor de otros países. Entre esos otros países destaca Estados Unidos, que alcanzó un récord de producción en 2024. Es a EE UU, por tanto, a quien hay que mirar hoy como factor decisivo para el precio del petróleo: si Trump gana las elecciones, apoyaría decididamente un nuevo aumento de la producción, poniendo en riesgo el ya frágil mantenimiento de la OPEP”, explica Marco Mencini.

Dicho esto, Gonzalo Escribano, director del Programa de Energía y Cambio Climático del Real Instituto Elcano, coincide en que los productores fuera de la OPEP como Estados Unidos, Guyana, Noruega o Brasil están impulsando la oferta. “Además, los propios países de la OPEP tienen una capacidad ociosa muy alta. Hay margen en el mercado de la oferta y la demanda renguea. Sin embargo, si la situación se deteriora mucho, podemos llevarnos sustos. Si las represalias van muy fuertes y dejan a Irán incapacitado para exportar petróleo, podríamos ir a escenarios muy preocupantes en los que se perdería hasta el 20% de la producción mundial”, opina el experto.

Nuevas tecnologías

Finalmente, otro de los elementos que están afectando a la demanda global son las nuevas tecnologías. Entre ellas, una de las más cruciales es la técnica de extracción de crudo conocida como facturación hidráulica (fracking, en inglés). En particular, este método ha permitido que Estados Unidos impulse su extracción de crudo, y ahora cerca de la mitad de su producción se basa en ella. “Desde el punto de vista técnico, el fracking se parece más a una fábrica que a un pozo de petróleo. No solamente da más producto, sino que lo hace de una manera más flexible. Esto permite a los productores responder de forma mucho más ágil a las variaciones. Uno puede invertir más y rápidamente ver el retorno”, relata Escribano a este periódico.

Del otro lado, las tecnologías verdes influyen también en la oferta y en los precios, aunque de manera mucho más moderada. “Las innovaciones en la extracción y refinación son elementos disruptivos que pueden hacer que el precio a medio plazo cambie. Otro factor es el coche eléctrico. En China ya es importante, y aunque en principio no ha afectado mucho la demanda global, en algún momento se verá el impacto”, asegura Fernández Carnicero a CincoDías.

Con todo, los expertos coinciden en que las tensiones y turbulencias seguirán siendo un factor crucial que influirá sobre el mercado. “¿Dónde estarían los precios del petróleo ahora si no fuese por las tensiones geopolíticas? Si no hubiésemos tenido tantas turbulencias, probablemente el precio estaría mucho más bajo”, dice Gonzalo Escribano.

No obstante, Escribano subraya que, de una u otra manera, la geopolítica siempre terminará pesando en el sector de la energía, ya que incluso después de la transición energética, los productores de crudo continuarán sufriendo necesidades que generen conflictos.


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