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¿Cuánto vale un CEO? Cómo un fichaje o una salida puede mover miles de millones en Bolsa

Starbucks, Union Pacific o Disney son ejemplos del impacto positivo del anuncio de un nuevo consejero delegado. Inditex, Chipotle o Logitech dan fe de las consecuencias que implica la marcha de uno

Brian Niccol, el nuevo CEO de Starbucks, en un torneo de golf.
Brian Niccol, el nuevo CEO de Starbucks, en un torneo de golf.Keyur Khamar (PGA TOUR)
Fernando Belinchón

21.374 millones de dólares más de capitalización bursátil en un solo día. Este es el impacto que tuvo el anuncio del fichaje del nuevo consejero delegado de Starbucks, Brian Niccol, un ejecutivo que en su anterior compañía logró duplicar los ingresos y elevar la cotización un 800% durante su mandato. El pasado martes, los inversores recibieron su llegada a Starbucks con una subida en Bolsa del 24,5%, mientras que las acciones de Chipotle, la cadena de comida rápida mexicana con una notable presencia en Estados Unidos que capitaneaba Niccol hasta entonces, bajaron un 7,5%.

No solo los accionistas, o el propio Niccol, que va a recibir un pago inicial de 113 millones de dólares, celebraron la llegada. Los expertos extendieron toda una alfombra roja. “Él es el ejecutivo estrella en lo que a restauración se refiere”, escribió en una nota recogida por Bloomberg el analista de Evercore ISI David Palmer. “Vemos esto como un fichaje de ensueño para Starbucks y no se me ocurre nadie mejor para darle un soplo de aire fresco a la cadena”, decía Brian Bittner, analista de Oppenheimer & Co. “Este ejecutivo excepcional tiene las habilidades necesarias para reforzar los fundamentales de la compañía”, aventuró David tarantino, experto de Baird Capital. El caso Niccol es un ejemplo extremo de la capacidad de generar ilusión que puede tener un nombramiento, pero no es ni mucho menos una excepción.

Solo un día depsués, el miércoles, la noticia de la contratación de Hillary Super, anterior consejera delegada de Savage X Fenty, la firma de lencería fundada por la cantante Rihanna, disparó las acciones de Victoria’s Secret un 16,41%. Con una sólida carrera y habiendo estado en una compañía innovadora y disruptiva que ganó popularidad bajo su batuta, el mercado interpreta que Super será capaz de insuflar nueva vida a la famosa marca.

En marzo fue el turno de 3M. La empresa contrató a Bill Brown, procedente de la industria aeronáutica, y que provocó un alza del 4,97%. Y en 2023, en concreto el 26 de julio, las acciones de la cadena de ropa GAP y de la ferroviaria Union Pacific se dispararon ese día un 7,71% y el 10,42% respectivamente. GAP por haber contratado a Richard Dickson, el que había sido jefe de operaciones de Mattel y hombre clave en el relanzamiento de Barbie y su desembarco en los cines. Union Pacific por la vuelta de su ex jefe de operaciones Jim Vena, que asumió el rol de consejero delegado con 40 años de experiencia en el sector a la espalda.

También da fe del poder del CEO a la hora de mover acciones Bob Iger, el hombre clave de Disney. Iger fue consejero delegado entre 2005 y 2020. Siguió durante un año como presidente ejecutivo y, tras un año retirado, volvió a petición del consejo. Bajo su dirección, el grupo pasó de un valor de mercado de 48.000 millones de dólares a 257.000 millones. El día que dijo que se iba, las acciones cayeron un 3,62% hasta 128,19 dólares. Cuando volvió en 2022 en medio de la crisis que vivía la empresa, los títulos subieron un 3,4% hasta 102,04 dólares.

Los ejemplos de casos positivos abarcan sectores variopintos, pero independientemente de la actividad, muchas veces se repite un patrón común. Las empresas cuya cotización se disparó por la nueva contratación venían de un periodo de no tener demasiado brillo. Durante el mandato de Laxman Narasimhan, el consejero delegado de Starbucks que asumió el cargo en marzo de 2023 y que será sustituido por Niccol, las ventas se estancaron y las acciones de la cadena de cafeterías cayeron un 21%. Más abultado es el caso de 3M. En los seis años de gobierno del predecesor de Bill Brown, sus acciones perdieron un 55% de su valor.

No es tan fácil dirimir cuánto de la subida es mérito del consejero delegado entrante y cuánto es demérito del saliente. No obstante, sí parece claro que cuando un consejero delegado tiene a su espalda una dilatada carrera laboral en el sector, en la empresa o en la dirección de compañías de otras industrias y ya ha dado muestras de competencia, los mercados lo celebran por motivos obvios. En el lado opuesto, las caídas por cambios en la cúpula también comparten algunas características. Si los inversores leen que la compañía ha perdido a un valioso miembro, también lo pueden hacer pagar caro. Esto mismo fue lo que pasó con Inditex y la marcha de su hasta entonces presidente ejecutivo, Pablo Isla.

Isla había estado en la cúpula de Inditex 16 años, de los cuales, 11 había sido en calidad de presidente. Al día siguiente de que trascendiera su salida, el 30 de noviembre de 2021, cuando el mercado pudo poner en precio la misma, las acciones del gigante textil cedieron un 6,1%. “Isla ha demostrado durante todo este tiempo que es un ejecutivo de primer nivel, y así lo ha reflejado el valor de la acción. Ahora no sabemos qué pasará, y el mercado cotiza esa incertidumbre”, comentaba uno de los principales gestores de Bolsa con motivo del movimiento corporativo. Lo que pasó desde entonces es historia. Incluso sin Isla, Inditex marcó nuevos máximos nunca antes alcanzados por ella y desde los 29,57 euros que marcaban el último día de la era Isla, las acciones han pasado a rondar los 44,9 euros de la actualidad. La pérdida de un buen CEO no tiene por qué herir a una compañía.

Otro motivo para un desplome por pérdida de un consejero delegado es cuando su salida se produce de forma repentina y sin quedar muy claras las razones. Esto pasó con Logitech. La empresa fabricante de periféricos de ordenador se hundió un 12,52% en Bolsa el 14 de junio de 2023, día que los inversores asumieron la dimisión de Bracken Darrell, quien había sido presidente y consejero delegado durante cerca de 10 años. “Después de casi una década de crecimiento constante y de consolidar el liderazgo del mercado en múltiples categorías, creo que es un buen momento para ceder el liderazgo”, declaró Bracken Darrell. Los inversores no estuvieron de acuerdo con Darrell, al menos, en la parte en la que se refirió a lo oportuno del momento.

Pero al margen de las grandes reacciones ante cambios en la cúpula, hay otra opción: que la acción apenas se mueva. Esto es más común, y ha ocurrido en grandes empresas que hoy día son auténticos gigantes. Por ejemplo. Pasó con Apple, que recibió a Tim Cook con un descenso del 0,65%. También sucedió con Microsoft, que allá por mediados de febrero de 2014, bajó un 0,13% el día que se conoció la llegada de Satya Nadella a la cumbre de la compañía. Con el liderazgo de Cook, las acciones de Apple se han revalorizado aproximadamente un 1.590%, con 3,02 billones de dólares más de capitalización. Con Nadella a los mandos, las de Microsoft lo han hecho un 1.040%, pasando de los 301.731 millones de dólares que valía Microsoft a los 3,09 billones de dólares actuales. Esto evidencia que no siempre los grandes ejecutivos tienen grandes recibimientos. Tampoco los necesitan.

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Fernando Belinchón
Madrid. 1994. Máster en periodismo económico por la Universidad Rey Juan Carlos. Redactor de la Mesa Web de CincoDías. En el periódico desde 2016.
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