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El Ibex 35 escapa a las caídas y pone en la diana los 10.700 puntos

Los inversores aprovechan la ausencia de referencias y aguardan a conocer la inflación de EE UU

Paneles de la Bolsa de Madrid.
Paneles de la Bolsa de Madrid.EFE
G.E.

La tranquilidad que respiran los mercados en el arranque de la semana contrasta con la ansiedad de la pasada. La ausencia de referencias y el festivo en la Bolsa de Japón, uno de los focos de inestabilidad de las últimas sesiones, permite a los inversores coger fuerzas para unas sesiones en la que los indicadores macroeconómicos podrán aportar más claridad sobre la salud de la economía. El Ibex 35 ha cotizado hoy sin un rumbo claro. Después de registrar ganancias próximas al 0,5% en la apertura y rozar los 10.700 puntos, la falta de impulso de Wall Street y la caída de los bancos volvieron a ejercer de lastre. El selectivo español escapó a los recortes y concluyó en tablas, un comportamiento muy típico del periodo estival. La volatilidad, que la semana pasada repuntó a máximos de 2020, se repliega por debajo de los 20 puntos. Eso sí, los analistas señalan que la baja volatilidad de los últimos años no es racional y que deberán acostumbrarse a unos niveles de inestabilidad más altos.

Puig encajó las mayores caídas con un descenso del 1,93%. El informe favorable de UBS que aplaude los esfuerzos que está haciendo Cellnex para rebajar la deuda no le libraron a la cotizada de las caídas. El operador de torres de telecomunicaciones cedió un 0,99%. La tercera cotizada con peor desempeño fue Colonial, que bajó un 0,92%. Las mayores subidas corrieron a cargo de Solaria (1,47%), Sacyr (0,85%) y Endesa (0,82%).

El resto de índices europeos también registró movimientos estrechos. El Cac francés cedió un 0,26% mientras el Dax alemán (0,02%) y el Euro Stoxx 50 (-0,07%) empataban. La excepción a esta apatía la encarnaron el Mib italiano y el FTSE británico que lograron un avance del 0,46% y el 0,52% respectivamente. Al cierre de los mercados Wall Street cotizaba con signo mixto. Con un avance del 0,24%, el S&P 500 se encaminaba a borrar las pérdidas sufridas el lunes negro y se sitúa ya a un 5,3% del récord de 5.667,2 puntos que registró a mediados de julio. Los analistas de Renta 4 consideran que la recogida de beneficios debería ser más limitadas con el apoyo de la rotación sectorial, las bajas de tipos de interés y el aterrizaje suave de la economía.

Más escéptico se muestra Michael Wilson, jefe de inversiones de Morgan Stanley. El experto, una de las voces bajistas de más renombre, espera que en un entorno de incertidumbre económica y de debilidad de los resultados empresariales, el S&P 500 deje a un lado los máximos y se mueva en la horquilla de los 5.000-5.400 puntos. El economista cree que los datos macroeconómicos no ofrecen una señal clara a corto plazo. “Los mercados esperan un mayor crecimiento o más apoyo para volver a entusiasmarse”, señala el banco estadounidense en una nota.

Los temores sobre el crecimiento económico han empeñado una campaña de resultados en la que, al margen de las decepciones de las grandes tecnológicas, está resultado ser más positiva de lo previsto con un aumento de las ganancias del 13%, la mayor desde 2021. Son muchos los que restan importancia al incumplimiento de las previsiones de los siete magníficos y señalan que además de que las expectativas estaban muy altas, la mejora de los resultados se ha extendido al resto de las firmas del S&P 500.

En una semana cargada de referencias macroeconómicas las miradas estarán puestas en el IPC de EE UU que se conocerá el miércoles. Los economistas esperan que el proceso desinflacionista siga su curso y que la pasa general baje del 3%. Esto daría argumentos a la Reserva Federal para embarcarse en la rebaja de tipos a la vuelta de las vacaciones y ayudaría a acallar las voces que señalan que la institución está esperando demasiado. La gobernadora de la Fed, Michelle Bowman, dijo a lo largo del fin de semana que aún ve riesgos al alza para la inflación y una continua fortaleza del mercado laboral, lo que es visto como una señal de que no apoyaría una reducción de las tasas en la cita de septiembre. La escasez de movimientos de la renta variable tuvo su réplica en el mercado de deuda. La rentabilidad del bono español a 10 años se mantuvo estable en 3%, con la deuda alemán al mismo plazo en el 2,22% y la estadounidense por debajo de la barrera del 4%.

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Sobre la firma

G.E.
Periodista económica, con 13 años de experiencia como redactora. Formó parte de la web de Cinco Días desde 2010 hasta 2017 cuando pasó a integrar la sección de Mercados. Especializada en información bursátil y mercado de deuda. Estudió periodismo en Universidad Carlos III.
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