Morgan Stanley desestima el riesgo de las elecciones francesas y apuesta por la Bolsa europea
El Cac aún corrige un 4% desde la convocatoria de las elecciones anticipadas. Valores de defensa, banca italiana o bancos como BNP Paribas, entre las apuestas del banco de inversión estadounidense
La decisión de los partidos de centro e izquierda franceses de salir al paso para evitar que la formación de extrema derecha liderada por Marine Le Pen logre la mayoría absoluta en las elecciones legislativas de este domingo ha dado aire a los mercados de Bolsa y deuda galos. El selectivo Cac 40 recupera parte de lo perdido en las últimas semanas, aunque aún se deja un 4% desde la convocatoria de los comicios. El cordón sanitario ejecutado este miércoles tras la renuncia de un total de 233 candidatos, con el objetivo de concentrar el voto contra Le Pen ha servido para que los bancos de inversión consideren que es el momento de volver a entrar en la Bolsa francesa y sacar partido a la corrección.
Los estrategas de Morgan Stanley abanderan la vuelta a la renta variable europea y estiman que la ausencia de una mayoría absoluta por parte del partido de Le Pen o la falta de una mayoría clara serán positivos para la Bolsa francesa. En la misma línea, desde la agencia de calificación Scope consideran que “las retiradas de candidatos de izquierdas y centristas para frenar los avances de la extrema derecha reducen las posibilidades de un gobierno de mayoría absoluta de Agrupación Nacional, lo que favorece la hipótesis de un parlamento sin mayoría”. Desde la agencia de rating creen que “a corto plazo, es probable que el aumento de la incertidumbre económica lastre la confianza empresarial. A medio y largo plazo, es probable que un gobierno débil sea incapaz de lograr avances importantes en las reformas estructurales necesarias para aumentar el potencial de crecimiento”.
De ahí que desde el banco de inversión estadounidense crean que es el momento de comprar valores ligados a la industria de defensa, banca italiana, entidades financieras como BNP Paribas, firmas de materiales de construcción Saint-Gobain o firmas de servicios como Veolia. Hasta el momento, firmas como UBS habían mantenido que lo más sensato era “permanecer en gran medida al margen” y mantienen una recomendación neutral sobre BNP Paribas y Crédit Agricole, frente a Société Générale, sobre la que tiene un consejo de compra. Según datos del banco suizo, Crédit Agricole es la entidad que tiene mayor exposición a la deuda soberana francesa: un 25% sobre del total de su exposición a la deuda soberana, porcentaje que se reduce al 12% en el caso de BNP Paribas.
Desde la gestora de fondos AXA Investment Managers, Chris Iggo, cree por su parte que “la cohabitación en Francia tras las próximas elecciones a la Asamblea Nacional limitará las propuestas más radicales. El fantasma de lo sucedido a los mercados británicos en septiembre de 2022, cuando la entonces primera ministra Liz Truss aplicó un presupuesto populista, no habrá pasado desapercibido en París. Si este es el resultado, cualquier contagio en otros mercados europeos de deuda pública o en los mercados de crédito podrían ser oportunidades potenciales de compra durante el verano”.
Más moderación muestran los analistas sobre la evolución de la deuda francesa. Desde ING creen que “los diferenciales franceses, todavía algo elevados, parecen reflejar ahora riesgos en gran medida contenidos para el país. Creemos que esos niveles más amplios están justificados, ya que incluso el resultado base de un parlamento sin mayoría no augura nada bueno para los problemas fiscales del país”.
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