Las chocolateras se derriten en Bolsa ante el encarecimiento del cacao
Gigantes como Hershey y Mondelez estudian subir sus precios para hacer frente al déficit de cacao mientras se resienten en Bolsa
El chocolate tiene un sabor más amargo estos días: el efecto mariposa de las malas cosechas del cacao en África Occidental ya ha llegado a las estanterías de los supermercados. Los altos costes del cacao, cuyos futuros marcaron por primera vez los 10.000 dólares en marzo y acumulan casi un 300% de subidas en los últimos 12 meses, ya se materializan en el balance de las principales firmas chocolateras, que han empezado a revaluar el precio de dulces como el KitKat o el chocolate Hershey. Los reyes de la industria chocolatera como Hershey’s, Mondelez, Barry Callebaut o Nestlé, que hasta ahora habían disfrutado de una racha dulce en Bolsa, se enfrentan ahora al recelo de los inversores.
En dos décadas, Hershey’s ha escalado a un ritmo más fuerte que el índice S&P 500, pero desde 2020 sus acciones retroceden en casi un 30% en medio de la fiebre por el cacao en grano. Es así el caso también para la chocolatera Mondelez, el fabricante de Oreo y Milka, que retrocede un 8% en el año. Barry Callebaut, el mayor fabricante mundial de chocolate a granel y proveedor de los helados Magnum, recorta un 32% en los últimos 12 meses, aunque este miércoles ha subido un 9% tras presentar una mejora de sus ingresos. La multinacional Nestlé también se está viendo afectada con caídas de 28% en los últimos cuatro años, aunque cae a menor ritmo este año, acumulando un 5% desde principios de enero sostenida por la diversidad de su cartera de productos.
Chocolatinas más pequeñas
Una caja de chocolates gourmet de la chocolatera belga, Godiva ya es más cara que antes. Pladis Foods, la matriz de la chocolatera, ha anunciado subidas a los precios de sus productos este miércoles, aunque la empresa no ha precisado en que consistirán. La subida de precios también es inminente para el iconico tableta de chocolate de Hershey’s. La firma ya estudia, tras presentar resultados, la posibilidad de trasladar a los clientes “parte o la totalidad de los incrementos de los costes de las materias primas” y no descarta “aumentar los precios de venta de nuestros productos o reduciendo el tamaño de nuestros productos”. Los ejecutivos de Mondelez, que ha aumentado sus ingresos de la división de productos de chocolate en un 10% a lo largo de 2023, también hicieron un guiño a subir sus precios.
El sector ha apostado además por la reduflación (shrinkflation, en inglés) de sus productos, esto es cuando una empresa mantiene los precios pero a cambio reduce la cantidad de producto de cada envase. UBS considera que está tendencia solo crecerá en el sector para hacer frente al déficit. “Los chocolateros se ven obligados a adoptar diversas estrategias,” han apuntado sus estrategas. “Entre ellas, reducir el tamaño de las porciones, manteniendo el mismo precio (shrinkflation) o incorporar frutos secos a sus mezclas”. Citi, por su parte, da por terminado la era del “cacao barato” y ha alertado que estos cambios en los productos de confitería pueden ser irreversibles.
Eso sí, Celine Pannuti, directora de productos básicos y bebidas para JP Morgan, ha lanzado una advertencia a las empresas para que sean prudentes con el uso de la reduflación en sus productos. “Las empresas tendrán que tener cuidado con cómo gestionan la elasticidad de la demanda de chocolate,” ha apuntado en una nota a clientes. “Sobre todo porque los consumidores podrían no ser capaces de asumir las subidas de precios necesarias para compensar el enorme aumento de los costes del cacao”.
Además, los consumidores ya han empezado a cambiar sus hábitos frente la subida de los precios: en EE UU, segundo mercado que más consume este dulce después de Suiza, casi la mitad de la población llena con menos frecuencia la cesta de la compra con chocolate y se descanta por otros productos como galletas o aperitivos salados, según datos de la Asociación Nacional Confitera estadounidense.
Ingredientes más caros
El aumento del precio del cacao se debe en gran medida a las malas cosechas por el fenómeno climatológico de El Niño en África Occidental y América Central, que suponen el el 72% de la oferta mundial, aunque también pesa el brote de enfermedades que azota a los árboles del cacao. Unas inclemencias que no solo afectan al cacao sino que también tienen su réplica en el café, que se encuentran en máximos.
Thomas Planell, gestor de carteras de Natixis Investment Managers, prevé que la escalada de los precios de las materias primas esté llegando a su techo, aunque señala que queda un tiempo hasta que se moderen. “La tonelada de cacao cotiza a casi cinco cifras, llevándose por delante el café. ¿Euforia especulativa? No del todo: sus fundamentales están deprimidos”.
El riesgo de una escasez de dulce ha encendido las alarmas de los analistas, que ya empiezan a recortar sus recomendaciones sobre el sector. Citi, que predijo correctamente que los futuros del cacao tocarían los 10.000 dólares, ha ampliado sus previsiones de déficit de 25.000 a 355.000 toneladas para este año. La Organización Internacional del Cacao, la entidad de referencia, lo cifra más alto en unos 374.000 toneladas métricas, y ve posible que la caída de la producción se extienda hasta 2026.
En las últimas semanas, Hershey’s, que ya lanzó una advertencia sobre la escalada de precios del cacao antes de presentar resultados, ha perdido la confianza de las firmas de análisis. BNP Paribas rebajó sus recomendación de sobreponderar a neutral además de reducir su estimación de beneficios por acción en un 9%. Barclays también ha recortado su precio objetivo sobre Barry Callebaut desde los 1.625 dólares a los 1.564 por la fuerte demanda del cacao. Mondelez se libra por ahora de la oleada de rebajas de las firmas de análisis: el 92,6% de los expertos que habitualmente siguen a la empresa mantienen su consejo de compra.
A diferencia del resto, Lindt se está viendo beneficiada por la ‘inflación del cacao’. Las ventas mundiales del chocolatero suizo de gama premium aumentaron un 4,6% en 2023 a pesar de la subida de los precios del chocolate. La fortaleza de la demanda está permitiendo a la empresa ajustar sus precios sin perder clientes, según reconoce la empresa. En España, sus ventas crecieron un 10,7%, hasta los 112 millones, impulsadas sobre todo por la campaña navideña y a su marca Lindor. La empresa obtiene alrededor del 72% de su cacao de sus propias explotaciones en Costa de Marfil y Ghana, lo que le da una ventaja frente a otras empresas que deben acudir al mercado mayorista.
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