Superdry cae en desgracia: la marca se hunde un 65% en Bolsa en dos días
El mercado ha castigado a la firma británica tras la decisión de no vender el negocio a capital riesgo y refinanciar sus 30 millones de euros de deuda
A principios de 2003, el furor en High Street en Londres era Superdry, una marca que desafiaba sus orígenes británicos y se subía a la ola de los populares estilos callejeros asiáticos, imitando marcas japonesas como Uniqlo. La marca, que se definía a sí misma como ‘británica, con los pies en la tierra y cool’, hacía pantomimas del mercado asiático sin llegar a introducirse en él: colaba personajes populares de anime en su ropa y salpicaba un abrigo con caracteres japoneses. La vestimenta de la empresa fundada por Julian Dunkerton, su actual consejero delegado, era popular entre estrellas como Leonardo DiCaprio y se ganó desde entonces el titulo de una marca ‘premium’.
¿Qué ocurre? Las acciones de la textil británica se han desplomado un 65% desde martes, su mayor caída desde su salida a Bolsa en 2010 y los analistas ahora alertan de su extinción. En el parqué de Londres, los inversores han castigado a la compañía tras rechazar una oferta de adquisición y las acciones han caído en un 20% en las primeras operaciones este miércoles. Dunkerton, el actual consejero delegado Superdry con una participación del 26% en la empresa ha prometido durante meses rescatar a la firma de sus 271 millones de libras (316 millones de euros) de deuda, casi lo mismo que el valor de la propia empresa. Los inversores ahora han castigado a la compañía tras esta última noticia, el último desafío tras meses de restructuraciones y las acciones han tocado ahora los 10 peniques (0,12 euros). Hace cinco años, a la cima de su último pico, las posiciones marcaban casi los 2.000 peniques (23,33 euros).
“Los inversores parecen querer deshacerse de las acciones para recuperar todo el dinero que puedan, incluso si eso significa cristalizar una pérdida,” ha comentado Russ Mould, director de inversión en AJ Bell a Bloomberg este martes. “A menos que alguien se lance y trate de comprar el negocio, probablemente podamos decir adiós a Superdry como entidad cotizada”.
Aunque la empresa ha logrado aumentar sus ingresos en casi un 15% durante el último ejercicio fiscal, que finaliza en abril la empresa ha aumentado su deuda en los 70 millones de libras desde los 271 millones de libras (316 millones de euros) que tenía en su balance. La empresa informó a finales de 2023 de que empezaría a explorar opciones de restructuración de la deuda. Entretanto, Superdry ha recurrido a préstamos de Bantry Bay Capital y Hilco, además de deshacerse del negocio en Asia Pacífico para mantenerse a flote. El entorno inflacionario y la ralentización del mercado minorista tampoco ha impulsado las ventas.
Además, las firmas de análisis han abandonado a Superdry: de los dos analistas que mantienen este valor en su cartera, con un precio objetivo entre los 14 y 40 peniques, ambos han suspendido su calificación. El número de tiendas también se ha reducido a la mitad: en 2017, tenía 863 tiendas a escala global; a día de hoy, esa cifra se acerca a los 410. Los clientes activos en su base de datos también se ha ido disminuyendo desde 2020.
Superdry, lejos de sus días como una marca premium, ha perdido un 80% de valor desde 2018, aunque la empresa ha reiterado que sigue a la búsqueda de “estructuras alternativas” para continuar su negocio.
Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, X y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días