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Mariano Cena: “Enfocar la rebaja de tipos en función de los salarios es mirar por el espejo retrovisor”

El experto cree que el BCE recortará el precio del dinero a partir de junio y coincidirá en ello con la Fed, que seguirá una cadencia de rebajas más lenta

Mariano Cena, economista  para Europa de Barclays, en la sede de la compañía en Madrid.
Mariano Cena, economista para Europa de Barclays, en la sede de la compañía en Madrid.Jaime Villanueva
Nuria Salobral

Su previsión para la economía de la zona euro es moderadamente optimista. Mariano Cena, economista sénior de Barclays para Europa, cree que el consumo privado será el motor del crecimiento este año, propiciando un alza del PIB del 0,4% que el banco británico ha revisado ligeramente al alza, aunque por debajo del 0,6% que espera el BCE en sus previsiones. Cena también confía en que la inflación en la zona euro podría descender al 2% ya en el tercer trimestre de este año, aunque comparte la estimación mayoritaria del mercado, y también sugerida por Christine Lagarde, de que el recorte de tipos en la zona euro no llegará hasta junio.

¿Por qué razón no ve motivos para esperar una bajada de tipos antes de junio?

Hasta hace muy poco nuestra previsión era de un primer recorte en abril. Pero hay que ser realista, no se ha formado un consenso en el Consejo de Gobierno del BCE para empezar en abril y su comunicación apunta a junio. Hay miembros del Consejo que sí han planteado una estrategia de normalizar la política monetaria un poco más anticipada pero gradual, para evitar el riesgo de tener que corregirse después con recortes de 50 puntos básicos, que podrían crear mucho ruido y volatilidad de forma innecesaria. Los miedos por los salarios elevados son simplemente un efecto retardado del shock pasado, es parte de una normalización de los precios. Enfocarse solo en los salarios es ir mirando por el espejo retrovisor.

¿No sería entonces motivo suficiente para adelantar el recorte a abril?

Cierto que una rebaja de 25 puntos básicos seis semanas antes o después, cuando tu objetivo es dónde va a estar la inflación en un año o año y medio, no cambia mucho la ecuación. Es más una cuestión de comunicación. Empezar en junio está bien, pero sabiendo que estamos al inicio de un ciclo de recortes de tipos. Tiene que haber cierto consenso en el Consejo de Gobierno y nadie duda que el 3% en la tasa de depósito sigue siendo una política monetaria restrictiva.

¿Cuál es su previsión sobre tipos en la zona euro?

Nuestro escenario base es de recortes en todas las reuniones, empezando en junio, terminando el año en una tasa de depósito del 2,75%.

El BCE y la Fed van a recortar tipos a la vez, según anticipa el mercado.

Sí pensamos que la Fed recortará tipos también en junio, pero con la diferencia de que lo hará una vez por trimestre. Irán en paralelo pero a distinta velocidad. La inflación en EE UU ha sido más de demanda, no han tenido un shock de precios de la energía como el de Europa.

¿Está considerando una posible victoria electoral de Donald Trump en sus estimaciones? ¿Cómo podría impactar en la economía europea?

Claramente es un factor que cada vez tendrá más peso. No contemplamos solo el efecto sobre el comercio por los posibles aranceles, sino el efecto en el sentimiento, por la posibilidad de entrar en un periodo de fricción geopolítica. Los mercados son muy buenos para incorporar riesgos cuando los conocen. Aunque aún es pronto para incorporarlo a nuestras previsiones.

¿Qué implicaciones económicas puede tener la voluntad mostrada por la UE de elevar el gasto en defensa?

Es un factor que puede impulsar el gasto público, pero ya partimos de déficits elevados. Es difícil pensar que, después de las políticas expansivas por la pandemia, el gasto público vaya a ser uno de los motores del crecimiento en los próximos años. Este año y el próximo la política fiscal en promedio va a tener un efecto un poco negativo sobre el crecimiento, por la mínima. El impulso fiscal al crecimiento fue positivo en los últimos años por todas las medidas que se tomaron. Ahora el principal impulso al crecimiento va a venir por el consumo privado y la recuperación de salarios. Si el escenario de riesgo geopolítico se mantiene, podemos pensar que la subida de los ingresos reales de las familias se puede trasladar a la recuperación del consumo privado.

¿Qué espera de las elecciones al Parlamento Europeo de este año? ¿Podría el auge de la extrema derecha dañar el proyecto europeo en el medio plazo?

Las encuestas apuntan claramente a un cambio de signo político, hay que tenerlo en cuenta. Va a influir en la política migratoria, que podría ser más ajustada. Y esto es un factor que podría afectar al crecimiento a largo plazo. Pero respecto a la cohesión, tengo una visión más positiva. El proyecto europeo, por la experiencia histórica, se fortalece cuando afronta desafíos externos, como son la guerra en Ucrania y la incertidumbre de quién gobernará EE UU. No creo que haya apetito en generar un problema interno en ese contexto. Lo vimos en las elecciones italianas, donde hubo cierta retórica durante la campaña, pero poco más. No me veo cambiando previsiones económicas por estas elecciones.

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Sobre la firma

Nuria Salobral
Es jefa de la sección de Inversión en el fin de semana y redactora especializada en temas financieros y política monetaria. Trabaja en Cinco Días desde 2006, donde ha cubierto la quiebra de Lehman Brothers, el rescate a la banca española o las decisiones del BCE. Nacida en Madrid, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense.
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