El Ibex se desmarca del rally de Europa y firma su segundo mes consecutivo a la baja
El selectivo español retrocede un 0,76% en febrero frente a las ganancias del 4,6% de Alemania
La euforia que ha recorrido los mercados en las últimas semanas ha pasado de puntillas por el Ibex 35. Mientras índices de Europa, EE UU e incluso Asia han revalidado máximos históricos de manera consecutiva, el selectivo español ha peleado por retornar a las ganancias en el año. Un hito que consiguió la semana pasada, pero que con la avalancha de resultados de las últimas jornadas ha perdido. Con una caída del 0,67% el jueves, la Bolsa española pone en peligro los 10.000 puntos y cede un 0,76% en febrero, el segundo mes consecutivo a la baja. En lo que va de 2024 los descensos se amplían al 1%, en claro contraste con las ganancias del 4,58% y el 3,54% que registran la Bolsa alemana y francesa.
En un mes en el que el sector tecnológico en general y Nvidia en particular han sido los dos grandes motores de la renta variable, la ausencia de representantes de esta industria en el Ibex es la razón que explica su pobre desempeño. Aunque la caída de los precios energéticos ha servido para profundizar los descensos de las renovables, las firmas que más puntos restaron a la Bolsa española fueron Amadeus e Iberdrola. El proveedor de servicios tecnológicos para el sector turístico cede un 16,42% en el mes, su peor balance desde el estallido de la pandemia en marzo de 2020. Pese a haber ganado más de 1.000 millones, Amadeus no logra convencer ni a los inversores ni a las firmas de análisis. En las últimas jornadas la compañía ha tenido que hacer frente a la rebaja de las recomendaciones.
Con los inversores tomando conciencia de que los tipos no bajarán tan pronto ni tan rápido como el mercado descontaba, la eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán cedió un -4,97% en el mes. Unos recortes que fueron aún mayores para Solaria (-19,53%), Acciona Energía (-20,75%) y Grifols. Después de firmar su peor sesión en la historia el jueves (-34,9%), la firma de hemoderivados retrocede un 25,2%, con sus acciones en mínimos de 2012.
La banca en compañía de Inditex (3,27%), Repsol (7,17%) y Aena (6.64%) fueron las cotizadas que más puntos aportaron al selectivo. A lo largo del mes las acciones del grupo textil han superado los 41 euros, mientras Aena ha llegado a recuperar los niveles pre-Covid y la petrolera se anota un 7,6% desde la presentación de cuentas. Los inversores y firmas de análisis no han dudado en poner en valor los resultados de Repsol y más especialmente la retribución al accionista. La compañía repartirá 10.000 millones en los próximos cuatro años, unos pagos que se completan con recompras de acciones.
La debilidad de la Bolsa española contrasta con la solidez del resto de índices. El jarro de agua fría que supusieron las actas de la Reserva Federal y del BCE no impidió que las Bolsas continuarán inmersas en el rally que impera desde finales de octubre. En un mes en el que el reajuste de las expectativas de rebaja de tipos ha sido una de las señas de identidad, las Bolsas han seguido subiendo con la mayoría de ellas firmando su mejor mes desde el pasado noviembre. El Dax alemán se anotó un 4.58%; el Cac francés, un 3,54%; el Mib italiano, un 5,97%; el Euro Soxx 50, un 4,93%, y el Stoxx 600, un 1,84%. Junto al índice español, el FTSE 100 fue la otra gran excepción de febrero al concluir en tablas (-0,01%).
Al otro lado del Atlántico, Wall Street ha cerrado febrero con ganancias que van desde el 2,22% del Dow Jones al 6,12% del Nasdaq, pasando por el 5,17% del S&P500. En una jornada marcada por la publicación del deflactor de consumo privado -el índice de inflación más seguido de cerca por la Fed- los tres índices de referencia de la Bolsa estadounidense peleaban por revalidar sus máximos. La solidez de la economía americana, la resistencia del mercado y la buena campaña de resultados ha eclipsado al hecho de que los inversores se alineen con las proyecciones del banco central de EE UU y descuenten una rebaja de tipos de 75 puntos básicos este año, a gran distancia de los 150 puntos básicos que llegaron a poner en precio el pasado noviembre. Yves Bonzon, jefe de inversiones de Julius Baer, se suma al optimismo de otras firmas de a análisis y señala que el S&P 500 puede continuar su ciclo alcista siempre que la economía siga creciendo.
Pero no todos los analistas se muestran tan positivos con el futuro de las Bolsas. Axel Botte, jefe de estrategia de mercados de Ostrum AM, indica que el comportamiento estelar de la renta variable en el arranque de año sigue explicándose por el repunte de los valores tecnológicos. Aunque las cuentas de Nvidia disiparon todas las dudas sobre la sostenibilidad del furor por la IA, el experto advierte de que la extrema concentración de la renta variable, unida a una volatilidad reducida, hace temer una complacencia con respecto a esta clase de activos. “El rebote iniciado en octubre podría pender de un hilo”, remarca.
Los ascensos de las Bolsas han sido compatibles esta vez con la caída de la renta fija. Las rentabilidades de la deuda han prolongado las subidas. Como se ha podido comprobar en la recta final del mes, la resistencia que muestran los precios aleja las esperanzas de que los bancos centrales levanten el pie del acelerador. Con los inversores esperando a que el primer recorte del precio del dinero llegue en junio o incluso julio, la rentabilidad del bono español a 10 años sumó 20 puntos básicos, hasta el 3.28% mientras la deuda alemana avanza 25 puntos básicos, hasta el 2,4%, el peor mes desde septiembre. El bono de EE UU a dos años repuntó 42 puntos básico hasta el 4,6%. “Todavía tenemos que esperar a los datos de inflación del próximo mes para ver si el salto de enero es solo pasajero, o si de hecho, es el comienzo de una nueva tendencia inflacionaria”, señala a Bloomberg Chris Zaccarelli, analista de Independent Advisor Alliance.
El apetito por el riesgo fue generalizado y el bitcoin es el mejor ejemplo de esta tendencia. La principal moneda digital se anotó un 44% en el mes, el mayor repunte desde 2020 y supera los 61.000 dólares al cierre de los mercados europeos. Es decir, está en máximos de 2021. A diferencia de hace tres años, cuando los tipos cero llevaron a muchos inversores a buscar alternativas de inversión, las subidas esta vez se sostienen por la mejora en la confianza y el acceso seguro a los activos digitales, especialmente por parte de los inversores institucionales estadounidenses. A pesar de esta recuperación, el bitcoin aún está lejos de los máximos históricos de 68.000 dólares. Michael Novogratz, fundador y consejero delegado de Galaxy Digital Holdings, recomienda prudencia. “No me sorprendería ver algunas correcciones y cierta consolidación”, remarca.
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