España capta 15.000 millones en un bono a 10 años con demanda récord
Las órdenes de compra alcanzan los 138.000 millones, la mayor para una emisión pública en la historia del euro
El Tesoro intenta sacar partido del apetito de los inversores y se suma a la ventana de emisión del mes de enero con la primera colocación sindicada del año. Un día después de presentar su estrategia de financiación, España ha levantado15.000 millones en un bono a 10 años que servirá de marco para calcular la prima de riesgo. La emisión de este martes compite con la celebrada abril de 2020 por ser la de mayor tamaño. El entorno de mercado es muy distinto. Hace cuatro años los tipos de interés estaban en mínimos históricos y el BCE compraba ingentes cantidades de deuda para garantizar unas buenas condiciones financieras en un momento en el que la economía estaba paralizada. A día de hoy las tasas se sitúan en el 4,5%, máximos de dos décadas.
En sintonía con las operaciones del pasado ejercicio el apetito de los inversores por la deuda española se mantiene intacto. Esto se reflejó en la demanda, que superó los 138.000 millones, cifra récord para una emisión soberana en la historia del euro. El interés que suscita el papel español y la elevada participación de los inversores internacionales son una muestra de la confianza hacia la economía española en un contexto marcado por la incertidumbre internacional y la retirada del programa de compras del BCE.
La sobresuscripción permitió rebajar el precio. La emisión se cerró con un diferencial de nueve puntos básicos sobre la actual referencia española, lo que equivale a una rentabilidad del 3,259%. Junto a este rendimiento, los bonos devengarán un cupón anual del 3,25%, inferior al 3,55% de la emisión del pasado junio y por debajo también del 3,8% que pagan los títulos a 10 años vendido en 2014 y que vencen el próximo abril.
La sindicada ayer es el primer paso para cumplir con los objetivos que se ha marcado el Tesoro este año. El compromiso de España con la estabilidad presupuestaria y el crecimiento económico se ha traducido en un recorte de las necesidades de financiación en 10.000 millones hasta los 55.000 millones, la cifra más baja desde el estallido de la pandemia. Barclays, BBVA, Crédit Agricole, Santander, Deutsche Bank y JP Morgan fueron las entidades colocadoras.
En apenas dos semanas de ejercicio, el Tesoro ya lleva emitidos 26.327 millones de euros, el 10% de su programa de financiación para 2024. Como remarcó ayer el ministro de Economía Carlos Cuerpo, el Tesoro seguirá primando las emisiones a medio y largo para mantener la vida media de la cartera de deuda entorno a los ocho años. A cierre de ayer se situaba en los 7,85 años y el coste medio en el 2,1%. Los esfuerzos de años anteriores contribuyen a capear con mayor holgura el endurecimiento monetario.
La colocación de España se enmarca en la tradicional ventana de comienzos de año. Los emisores públicos y privados aprovechan que los gestores están construyendo sus carteras y aceleran la venta de papel. El Tesoro sigue los pasos de ayer de Bélgica e Italia que registraron récord con sus respectivas ofertas de papel. Ante las expectativas de rebajas de tipos los inversores buscan asegurar unos cupones mayores. Théophile Legard, estratega de tipos de Natixis, considera que la emisión de España viene a confirmar que los inversores están incrementando la duración de sus carteras ahora que están convencidos de que los tipos han tocado techo.
A diferencia de las emisiones tradicionales, que aparecen recogidas en el calendario, las sindicadas son operaciones que se realizan de forma directa entre inversores institucionales cuando se dan las condiciones propicias. El año pasado el organismo dependiente del Ministerio de Economía realizó cuatro operaciones sindicadas, una de ellas a 15 años ligada a la inflación, algo que no sucedía desde 2018. Junto a la emisión, se efectuaron dos operaciones sindicadas a 10 años y una a 15 años. En total el Tesoro captó 34.000 millones. En estas colocaciones los inversores foráneos han representado entre el 80% y el 90% de la emisión, algo que desde el Tesoro destacan evidencia la confianza de los inversores en la economía española.
Los inversores extranjeros alcanzan el 92%
El Tesoro destacó la calidad y diversidad de la demanda. Los inversores no residentes alcanzaron una participación del 92,3%. Por nacionalidades sobresalieron los británicos e irlandeses (33,4%), seguidos de los franceses e italianos (20,2%). Los asiáticos, que se caracterizan por invertir en los activos más seguros, representaron el 7,4%. Por tipología de inversor, la mayor participación corrió a cargo de las gestoras de fondos (39,8%), seguidas de las tesorerías bancarias (22,4%), los bancos centrales e instituciones oficiales (14,2%) y las aseguradoras y fondos de pensiones (11,5%).
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