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Mercados

Una Navidad no tan feliz según los últimos datos: “Los PMI revelan que la recesión en la eurozona parece casi segura”

La analista María Marcos de Monex Europe y Juan José Fernández Figares de Link Securities consideran que la debilidad de la actividad acerca la recesión a Europa

Clientes en un supermercado Carrefour en Montesson, cerca de París, Francia.
Clientes en un supermercado Carrefour en Montesson, cerca de París, Francia.SARAH MEYSSONNIER (REUTERS)
Fernando Belinchón

Los datos de actividad en el sector privado europeo publicados hoy han supuesto una auténtica jarra de agua fría para los inversores más optimistas. Tanto en el caso de la eurozona como en el de Alemania y Francia, los PMIs del mes de diciembre se han contraído respecto a las lecturas anteriores, soslayando así un debilitamiento tanto de los servicios como de la industria. Como resultado de las cifras, tanto la analista María Marcos de Monex Europe como el experto de Link Securities Juan José Fernández Figares dan por sentado que la recesión en la eurozona es una certeza. “Solo cabe preguntarse hasta dónde y cuándo se extenderá”, valora Marcos.

En este índice elaborado por S&P Global, los 50 puntos es la barrera que separa la contracción de la actividad de la expansión. Cualquier cifra por debajo de 50 indicaría que la actividad se está debilitando, mientras que cuando se supera 50, estaría creciendo. Ni los servicios ni la industria están en expansión en ninguno de los casos, pero lo preocupante ha sido ese empeoramiento generalizado en todos los baremos, salvo en el caso de una industria alemana que ha mejorado levemente, pero que todavía permanece a una gran distancia del crecimiento.

De esta forma, los datos han supuesto un escaso alivio a finales de 2023, apuntando a riesgos a la baja para el crecimiento del PIB en los próximos meses ante una debilidad evidente en los sectores manufacturero y de servicios a lo largo del continente evidenciada con un PMI compuesto en la eurozona arrojando un sombrío 47,0 en diciembre, por debajo de los 47,6 registrados en noviembre. La caída de la producción se aceleró tanto en el sector manufacturero como en el de servicios, con una débil lectura de 44,1 en el primero y 48,1 en el segundo.

Pero además de la debilidad de diciembre, también ha preocupado las malas perspectivas para el futuro. “Los indicadores adelantados tampoco ofrecieron mucho alivio. Las entradas de nuevos pedidos continuaron cayendo en diciembre, al igual que la cartera de pedidos pendientes. Naturalmente, esto está empezando a traducirse en un debilitamiento de las condiciones del mercado laboral, con una caída del empleo por segundo mes consecutivo extendido tanto a Francia como a Alemania. Esto ha sido particularmente pronunciado en el sector manufacturero, que hasta ahora ha soportado la mayor parte del dolor, y donde las nóminas se han contraído durante siete meses consecutivos”, desgrana Marcos.

“Los PMI preliminares de diciembre han echado por tierra la posibilidad de un nuevo amanecer para la eurozona, algo especialmente ansiado después de que el último informe sugiriese que la recesión podría no ser demasiado grave. La caída generalizada en las últimas lecturas del año apuntan a una no tan feliz Navidad para algunas economías europeas, con una recesión casi asegurada para el bloque y con la única pregunta vigente de hasta cuándo durará”, sostiene la experta de Monex. Por su parte, Juan José Fernández Figares de Link Securities apunta que la debilidad de los PMIs hace “casi potencialmente imposible que la región evite entrar en recesión técnica durante el invierno (dos trimestres consecutivos de contracción intertrimestral), algo que no creemos que sorprenda a los inversores, la mayoría de los cuales creemos que ya lo tienen asumido”, explica.

(Des)ilusión en los precios

Pese al golpe de los PMIs, no todo han sido malas noticias. Poco antes de la publicación de estas cifras de actividad, los datos finales de inflación de Francia para noviembre confirmaron que la lectura general cayó hasta 3,5% interanual, desde el 4,0% de octubre, mientras que la subyacente disminuyó 0,6 puntos porcentuales, hasta el 3,6%. La inflación de los servicios, uno de los principales puntos de atención del BCE, retrocedió 0,4 puntos porcentuales, hasta el 2,8%. Nuevamente, la alegría duró poco.

“El optimismo en cuanto al perfil de la inflación en el futuro no tardó en truncarse. Quizá lo más preocupante que han revelado estos PMI es que esta contracción económica no se está traduciendo necesariamente en un descenso de la presión sobre los precios en la eurozona. Mientras que los costes de los insumos siguen disminuyendo, los precios de venta a los consumidores registraron el mayor aumento mensual desde mayo en el conjunto del bloque. Es especialmente preocupante el hecho de que esto vaya acompañado de un repunte de la confianza empresarial tanto en Alemania como en el conjunto de la eurozona, un factor ausente en Francia en la actualidad. Esto sugiere que el aumento de la confianza empresarial está conduciendo a una recuperación de los precios cobrados a medida que las empresas tratan de reconstruir sus estrechos márgenes, más que a una mejora del crecimiento. Este indicio de que las presiones inflacionistas están aumentando, incluso en un contexto de crecimiento aún negativo y perspectivas económicas débiles, es probable que constituya una preocupación importante para los responsables políticos del BCE, y difícilmente una dinámica positiva para el euro”, alerta Marcos.

“En definitiva, el último informe de actividad económica del año no sólo indica que el bloque está probablemente en recesión, sino que parece poco probable que salga de ella en un futuro próximo. Si bien hay que tener en cuenta que se trata de una única lectura y que el PMI de diciembre suele estar sujeto a mayores revisiones que otros meses, ya que se publica a principios de mes, creemos que hay pocas razones para ser excesivamente optimistas. Esto podría derivar en un nuevo paradigma para el BCE que parece que tendrá que enfrentarse a un feo dilema a tenor de los datos de hoy: provocar una desagradable recesión que acabe con las presiones inflacionistas, o convivir con un elevado crecimiento de los precios con el fin de prevenir la catástrofe económica en la medida de lo posible”, concluye la experta.

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Fernando Belinchón
Madrid. 1994. Máster en periodismo económico por la Universidad Rey Juan Carlos. Redactor de la Mesa Web de CincoDías. En el periódico desde 2016.

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