Lagarde avisa: “No es momento de empezar a cantar victoria frente a la inflación”
La presidenta del BCE insiste en que no hay que sacar conclusiones precipitadas ante el reciente descenso de los precios
La presidenta del BCE ha echado hoy mano de uno de los capítulos más oscuros de la historia europea para insistir en la importancia de garantizar la estabilidad de precios. Y ha abogado por no sacar conclusiones precipitadas a la vista de cómo ha descendido la inflación y el precio de la energía. Ante un mercado que apuesta de manera rotunda por el final de las alzas de tipos y que insiste en poner fecha para un primer recorte, Lagarde ha recordado que “no es el momento de empezar a cantar victoria”.
La presidenta del BCE ha pronunciado hoy un discurso en Berlín en un foro bajo el título “La inflación mata la democracia”, en el que se conmemora el centenario de la reforma cambiaria con la que la República de Weimar combatió los años de hiperinflación en Alemania. “La historia de Alemania en los años posteriores a la Primera Guerra Mundial es un sorprendente recordatorio de cómo la estabilidad de precios y la democracia van de la mano. Y aunque todavía se debate la contribución relativa de la hiperinflación de los años veinte y la deflación de los años treinta, no cabe duda de que las salvajes oscilaciones de los precios erosionaron los cimientos económicos de la democracia”, ha recordado Lagarde. Fueron de hecho los años en los que se gestó el ascenso del nazismo y de aquel tiempo de extrema volatilidad en los precios quedó la defensa a ultranza del Bundesbank por la ortodoxia monetaria y la lucha contra la inflación.
Lagarde ha explicado que en los últimos 18 meses la inflación se ha cebado em los hogares de rentas más bajas, que han tenido que destinar más ingresos a cubrir necesidades básicas como la alimentación y la energía. Un argumento que ha servido a la presidenta del BCE para insistir una vez más en la importancia de seguir vigilando muy de cerca la evolución de los precios. “Necesitamos seguir manteniendo el foco en llevar la inflación a nuestro objetivo y no tener prisa en sacar conclusiones precipitadas basadas en acontecimientos de corto plazo”, ha declarado.
Lagarde ha reconocido que la inflación ha descendido gracias al retroceso del precio de la energía y al impacto de las arrolladoras subidas de tipos de interés. El precio del dinero ha trepado en 450 puntos básicos en menos de año y medio. Pero pese a que la inflación en la zona euro ha caído al 2,9% en octubre, desde el 4,3% de septiembre, Lagarde ha advertido que “no es momento de empezar a cantar victoria. La naturaleza del proceso de inflación en la zona del euro significa que tendremos que permanecer atentos también a los riesgos de inflación persistente”. Todo un aviso de que los tipos de interés van a continuar elevados por tiempo -ahora están en el 4,5%, máximos de 2001- y de que el mercado podría estar precipitándose en esperar un descenso en 2024.
La presidenta del BCE ha reiterado el mensaje que ya lanzó la institución en la reunión de finales de octubre, cuando decidió hacer una pausa por primera vez en las subidas de tipos después de diez aumentos ininterrumpidos desde julio de 2022. Insistió en que al nivel actual y durante un tiempo lo bastante largo, los tipos al 4,5% contribuirán al objetivo de embridar la inflación en el 2%. Pero avisó también de la extensa meseta que se avecina para el precio del dinero antes de plantear una hipotética bajada. “Dada la escala de nuestro ajuste monetario, ahora podemos darle algo de tiempo para que se desarrolle”, advirtió.
Lagarde ha apuntado a cuatro frentes especialmente sensibles para la evolución de los precios en los próximos meses: los movimientos de ida y vuelta del precio de la energía vistos en anteriores shocks energéticos, la fortaleza de la transmisión de la política monetaria, que aún no ha terminado de ejercer su efecto completo en la economía, la dinámica de los salarios y la evolución de las expectativas de inflación.
A propósito de los salarios, la presidenta del BCE ha apuntado que si bien los niveles máximos de inflación han quedado atrás, tienen hoy día una “significativa influencia” en las revisiones salariales que se acuerdan hoy. “Tenemos que mantenernos atentos hasta que tengamos firmes evidencias de que se dan las condiciones para que la inflación regrese de forma sostenida a nuestro objetivo”, ha defendido Lagarde. No en vano, la meta de inflación del 2% no se alcanzaría en la zona euro hasta 2025, según las últimas previsiones macroeconómicas del propio BCE.
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