La condena para el fundador de FTX puede ser un alivio para el mundo cripto
Esta industria empieza a recuperarse tras varios escándalos que la han sacudido
Hace poco más de un año, Sam Bankman-Fried podría haber estado contando su gran fortuna de monedas virtuales. Pronto, en cambio, podría estar contando barrotes en la cárcel. Un jurado de Manhattan condenó ayer al fundador de FTX por siete cargos relacionados con los delitos que cometió al frente de la plataforma de intercambio de criptomonedas, ahora en quiebra. Con unos 8.000 millones de dólares en fondos de clientes robados, sus fechorías pasarán a la Historia como uno de los mayores fraudes financieros registrados. La oportunidad de redención de Bankman-Fried es prácticamente nula, pero para el negocio de los activos digitales en general podría suponer la oportunidad de seguir adelante.
El juicio del ex multimillonario conocido como SBF ha durado unas cuatro semanas, pero el jurado tardó poco más de cuatro horas de deliberación en determinar unánimemente su culpabilidad. Varios ex colegas testificaron contra él en el juicio, afirmando que desviaba fondos de clientes de la plataforma para financiar inversiones personales, contribuciones políticas e incluso donaciones benéficas. No despertó muchas simpatías durante el juicio. Incluso el juez que supervisaba el caso le reprendió por sus respuestas evasivas en el estrado.
Los extravagantes detalles del colapso de FTX alimentaron una mayor desconfianza en el sector de las criptodivisas. Las startups de criptomonedas y de tecnología de cadenas de bloques (blockchain, en la jerga) recaudaron menos dinero en los últimos cuatro trimestres que en el primer trimestre de 2022, cuando FTX todavía estaba en la cresta de la ola, según un estudio de la firma de inversión en activos digitales Galaxy Digital.
Los tentáculos de la fallida firma parecían extenderse a todos los rincones del sector, desde prestamistas como Genesis hasta fondos de cobertura (hedge funds) como Three Arrows Capital. Sin duda, la burbuja especulativa de las criptomonedas probablemente se habría desinflado incluso sin Bankman-Fried. Pero su destacado papel en la promoción de la legislación estadounidense para regular estos activos significó que su caída detuvo en cierto modo el progreso por completo.
Sin embargo, a pesar de las predicciones generalizadas sobre la desaparición de la criptomoneda, sigue existiendo un mercado para los activos virtuales. El precio del bitcoin se ha más que duplicado este año, a medida que grandes instituciones financieras como BlackRock tratan de hacer más respetable la moneda virtual. Incluso FTX podría estar a punto de renacer. Su consejero delegado, John J. Ray III, está trabajando en un plan de pagos para los clientes que perdieron dinero. La plataforma quebrada también está negociando con tres licitadores para que la ayuden a relanzar sus servicios de negociación, según informó Bloomberg el mes pasado.
El fiscal adjunto de Estados Unidos, Nicolas Roos, dijo en su alegato final ante el jurado: “aquí no hablamos de criptomonedas difíciles de entender, sino de puro engaño.” Aunque Bankman-Fried recurra el veredicto, su rápida condena debería provocar un suspiro colectivo de alivio en las empresas que utilizan la tecnología blockchain para resolver problemas reales, como agilizar los pagos y las remesas transfronterizos. Los entusiastas de las criptomonedas sostienen que la tecnología permite crear redes financieras descentralizadas. Puede que haga falta un poco de justicia estadounidense a la antigua usanza para restaurar la confianza en la idea de un sistema sin confianza.
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