La banca europea cae un 14% en marzo, su peor mes en tres años
Las expectativas de tipos más bajos acelera la corrección de los bancos domésticos
El sector bancario ha sufrido una fuerte sacudida en la recta final del primer trimestre. La caída de Silicon Valley Bank ha puesto en el foco los apuros de liquidez de los bancos regionales en EE UU, que causaron un efecto contagio que se llevó por delante a Credit Suisse y que llegó a poner en la picota a Deutsche Bank. Aunque los reguladores han reiterado por activa y por pasiva que lo acontecido en las últimas semanas son problemas específicos y limitados a estas entidades y sus modelos de gestión, los inversores revivieron por momentos los fantasmas de la crisis financiera de 2008.
El temor a un efecto contagio aceleró las pérdidas en Bolsa de la banca, que solo ha logrado recuperar parte de lo perdido. El sector bancario europeo cierra marzo con un descenso del 14%. Pone fin a cinco meses consecutivos al alza y firma su peor balance en tres años. En marzo de 2020, coincidiendo con el estallido de la pandemia, las entidades europeas retrocedieron un 29,5%. A pesar de estos recortes, en el conjunto del año el sector bancario europeo logra arañar un 3,9%, subida que está lejos del 18% que llegó a registrar antes de la quiebra de SVB.
Las medidas puestas en marcha por los bancos centrales para garantizar la liquidez han servido para aplacar los nervios. Sin embargo, las entidades europeas y españolas siguen sin recuperar los niveles previos al terremoto financiero.
Dentro de la Bolsa española Bankinter (-21,44%), Sabadell (-19,87%), Unicaja (-18,35%) y CaixaBank (11,5%) son las entidades que más han sufrido en marzo. Se trata de bancos con un marcado perfil doméstico y que venían liderando las subidas del Ibex 35 en el año. Ante las dudas que salpicaban al sector fueron muchos los que aprovecharon el ruido para recoger beneficios. Este proceso se vio acelerado por las expectativas de tipos de interés más bajos. Se debilitaba así el catalizador de los ascensos de los bancos en los últimos meses.
Después de años con tipos de interés en mínimos e incluso bajo cero, el alza del precio del dinero ha servido de impulso al negocio bancario. En 2022 las entidades registraron incrementos de márgenes de dos dígitos, lo que ayudó a revitalizar las cotizaciones. Sin embargo, si ahora los bancos centrales frenan el proceso de normalización monetaria el recorrido de estas firmas se ve limitado. A ello se une la contracción del crédito por los temores de recesión, lo que ayudaría a los bancos centrales en su lucha contra la inflación pero no así a los bancos. Tipos y créditos son los dos pilares de la mejora de las cuentas de resultados. Las firmas domésticas cuyo negocio está centrado en hipotecas, préstamos a empresas y al consumo son las más perjudicadas.
Los dos colosos del sistema financiero español no escapan a los recortes, pero logran aguantar mejor el tipo. Su diversificación geográfica, así como la de su negocio, donde la banca de inversión tiene un mayor peso, les ha servido de escudo. BBVA limita los recortes al 10,8% mientras Santander retrocede un 7,9% en marzo.
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