Semana de temor inversor por los tipos de interés
El consenso del mercado da por sentado más subidas de tipos tanto por parte de la Fed como del BCE
Un año después del recrudecimiento de la guerra que ha impactado en la economía a todos los niveles, su posible factura continúa creciendo. Mientras la lucha prosigue en el este de Ucrania, los inversores miran a los bancos centrales ante la perspectiva de un mayor endurecimiento monetario. El dato de índice de precios PCE, una suerte de deflactor del PIB en Estados Unidos, ha marcado en enero un crecimiento interanual del 5,4% frente al 5,3% de diciembre y el 5% que el consenso del mercado esperaba. La lectura es que, incluso tras la subida de tipos más rápida de la historia, la Reserva Federal tiene todavía trabajo por delante.
Por parte del BCE, el consenso de expertos recogido por Bloomberg espera una serie de vertiginosos aumentos que dejen los tipos de interés en el 3,75% en septiembre desde el 2,5% actual. Para la Reserva Federal, los analistas contemplan tres nuevas subidas de 0,25 puntos cada una hasta el 5,5%. El efecto de este endurecimiento adicional que hasta hace relativamente poco los inversores no esperaban se deja notar tanto en la renta variable como en la renta fija. Así, el mercado se despide de una semana de pesimismo con el dato de inflación estadounidense como guinda. En el caso de la renta fija, a modo de ejemplo de las tensiones que está soportando el mercado de deuda, el bono alemán a dos años superó este viernes la barrera del 3% de rentabilidad por primera vez desde 2008. Por su parte, el Ibex cerró con un descenso semanal del 1,4% tras perder un 0,33% en la sesión.
Dentro del selectivo, IAG protagonizó una fuerte caída en la última jornada de la semana. Sus acciones retrocedieron el 6,52% después de presentar resultados y de que el mercado pusiera en precio la compra de Air Europa para su fusión con Iberia. El presidente de Iberia, Javier Sánchez-Prieto, lanzó un mensaje de tranquilidad a los trabajadores al afirmar que nadie sobra en este matrimonio que la pandemia obligó a retrasar. “Creemos que el acuerdo es positivo para IAG ya que mejora la posición competitiva de IAG en las rutas Europa/Latam y abre nuevos destinos en Asia. No obstante, creemos que los reguladores impondrán unas restricciones al acuerdo cuyo alcance es incierto”, afirma Iván San Félix, analista de Renta 4.
Con todo, la aerolínea no fue el único valor que sufrió en la Bolsa española. De hecho, en el cómputo global de la semana, Grifols es la que peor parada sale, bajando un 11,7%. El primer presidente ejecutivo externo a la familia Grifols, Steven F. Mayer, dimitió solo cuatro meses después de asumir el cargo. En el lado opuesto, el de las alzas, Sacyr subió un 4,3% en los últimos cinco días. La constructora logró 111 millones de euros de beneficio en 2022 y un margen de ebitda récord.
Añadiendo más pólvora al barril del pesimismo, en Europa, este viernes también se publicó que la economía alemana se contrajo más de lo previsto en el último trimestre de 2022 y cayó un 0,4%, duplicando la anterior estimación de finales de enero, según ha informado la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
En la renta fija, el bono español a 10 años, que arrancó la semana en el 3,4% de rentabilidad, la terminó en el 3,5%. El bund alemán la inició en el 2,44% y la acabó en el 2,53%.
En el mercado de materias primas, el precio del barril de petróleo Brent, referencia para el Viejo Continente, se situó alrededor de los 83 dólares, el mismo precio que rondaba una semana antes. Por su parte, la onza de oro, que valía 1.842 dólares el lunes, terminó el viernes en los 1.809 dólares.
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