Ribón saca músculo en el ICAM: la cuota colegial se transforma en formación y derechos
El Colegio de la Abogacía de Madrid ha presentado el Plan Cuota Cero, una medida que ofrece formación gratuita para sus colegiados
“Estamos en el ecuador de nuestro mandato, más de dos años y medio de trabajo y de reformas profundas”, resumió el decano del Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM) Eugenio Ribón – que estuvo acompañado de los diputados de la Junta de Gobierno José Ramón Couso y Juan Manuel Mayllo-en la rueda de prensa celebrada esta mañana
El decano insistió en la vocación de servicio de la Junta, encaminada a transformar —no solo gestionar— el Colegio, y en la necesidad de ser referente para la sociedad y garantía de los derechos y libertades democráticas.
Dos ejes atravesaron su balance: servicio útil al colegiado y defensa activa del Estado de Derecho, articuladas por la apuesta por la digitalización y la transformación tecnológica y la defensa de la abogacía “como instrumentos imprescindibles para garantizar los derechos de los ciudadanos” dijo.
Plan Cuota Cero
El anuncio estrella ha sido la puesta en marcha del Plan Cuota Cero, una de las promesas insignia del actual equipo de gobierno. Los colegiados, ejercientes o no, recibirán cada año un saldo equivalente al importe neto de su cuota, para reinvertirlo directamente en cursos y formación jurídica especializada a través del Centro de Estudios del ICAM, sin trámites ni gestiones, a través del área reservada digital. Ribón lo calificó como un cambio de paradigma: “Queremos que cada colegiado sienta que su cuota no es un gasto, sino una inversión. La cuota vuelve en forma de conocimiento, especialización y crecimiento profesional”.
El sistema, totalmente automático, elimina barreras económicas y representa una auténtica inversión en la carrera jurídica. “No hay antecedentes de una acción de este alcance en España. Es una medida pionera que redefine la relación entre colegiado y Colegio”, recalcó el decano.
El Plan Cuota Cero aparece en la memoria presentada junto a otras actuaciones, como la compra del edificio de Serrano 9, en la que se han invertido más de 20 millones de euros “sin endeudamiento” ; la creación del Centro Universitario ICAM, primer colegio profesional con universidad adscrita para impartir grados y posgrados jurídicos, con especial vocación iberoamericana; la reforma de los Estatutos, después de sucesivos intentos infructuosos emprendidos con anterioridad; la digitalización avanzada, los expedientes telemáticos y la agilización de los pagos y mejora de la retribución del turno de oficio, gracias al acuerdo de legislatura alcanzado con la Comunidad de Madrid.
EL ICAM, según la memoria presentada, ha incrementado un 83% los amparos colegiales, implantando nuevos protocolos de protección en casos de incidencias profesionales. Ribón destacó en este sentido el servicio “112 Abogacía”, línea 24/7 para solicitar suspensión inmediata de plazos procesales por causas graves, y la propuesta creación del Registro Único de Incapacidades Profesionales (RUIP), en colaboración con el Colegio de Procuradores, para blindar la protección efectiva ante enfermedad o contingencias sobrevenidas.
El decano subrayó el papel del ICAM en la defensa del Estado de Derecho, con protagonismo en reformas legislativas y su personación “alejada de cualquier intencionalidad política” en los procedimientos judiciales que se han considerado necesarios para garantizar los derechos de los ciudadanos.
Para Ribón, con la presentación de este balance del ecuador de su mandato, se plasma la acción de su Junta de Gobierno para situar al ICAM como “institución útil, moderna y alineada con las necesidades reales de la abogacía madrileña y al servicio de la sociedad”.
