ADIF, condenada a indemnizar a la constructora del AVE vasco por una cadena de sobrecostes y retrasos
Las dificultades para atravesar el monte retrasaron los trabajos y dispararon los gastos de la contratista. El Estado calculó cuatro años pero la obra duró más de siete

La del AVE en País Vasco es la historia de un tren rápido que se construye lento. Y con renglones torcidos. El último episodio de inconvenientes derivados de la construcción de la famosa Y griega vasca lo protagonizan las constructoras Comsa S. A. y Cycasa Canteras y Construcciones S. A. Estas contratistas han ganado una batalla judicial para que el Estado las indemnice por una cadena de gastos imprevistos y retrasos que dispararon los costes del proyecto.
En una sentencia, de 21 de julio (que puede consultar aquí) el Tribunal Supremo ha dado la razón a estas contratistas porque ADIF no tuvo en cuenta la orografía adversa para calcular el precio de esta megalómana obra pública. Las tuneladoras tuvieron problemas a la hora de atravesar el macizo de Albertia, el que es el túnel más largo del País Vasco. Ello disparó de forma imprevista los gastos y las fechas de finalización de la obra.
En el fallo, el Supremo concluye que la oficina pública estimó un precio y plazo demasiado optimista para acometer el titánico proyecto: las compensación inicial era de 12 millones de euros y el plazo de 48 meses, pero las labores duraron casi el doble, 92 meses, y estuvieron colmadas de gastos imprevistos.
Las constructoras, cuya defensa letrada ha sido dirigida por Pérez-Llorca, demandaron a la Administración al considerar que las sucesivas prórrogas incrementaron los costes y desajustaron el precio inicial. Ello, defendían, justificaba una compensación adicional.
En el fallo, la Sala Tercera del Tribunal Supremo corrige a la Audiencia Nacional, que en principio rechazó el derecho de indemnización. Es la Administración, y no la constructora, la que debe soportar los costes imprevistos, zanja la Sala. Si bien posterga el cálculo de la cuantía de esta compensación a una fase posterior.
Retrasos y costes
Los trabajos arrancaron en marzo de 2008 y la previsión era que durasen 42 meses, hasta octubre de 2011. Sin embargo, los obstáculos naturales obligaron a conceder seis prórrogas. De modo que el tramo no se entregó hasta noviembre de 2015, cuatro años más tarde de lo previsto.
El tramo afectado es el que conecta Legutio (Álava) y Eskoriatza (Guipúzcoa). Allí está el túnel de Albertia, de casi 5 kilómetros, que atraviesa el macizo. Uno de los argumentos de ADIF y del Abogado del Estado para no pagar la compensación es que la constructora aceptó firmar cada una de las prórrogas de contrato (hasta seis) sin presentar oposición. Incluso aceptaron un nuevo precio actualizado en 2009.
Pero para los magistrados la firma de estas prórrogas no implica una aceptación tácita de posibles sobrecostes. Tampoco, agregan, una renuncia implícita a reclamar judicialmente una compensación por los problemas sobrevenidos.
El Supremo, no obstante, sí desestima otra reclamación de las contratistas: un millón de euros en concepto de gastos extras en seguridad por la amenaza de un posible ataque terrorista de ETA. En este caso, la Sala sí lo considera un riesgo previsible, pues las obras de alta velocidad del AVE vasco estuvieron en el punto de mira de la banda terrorista durante años.
El Supremo también sentó que la modificación de un contrato público no genera, de forma automática, un derecho a ser indemnizado por daños y perjuicios. Los magistrados de la Sala especializada en administrativo subraya que cada caso es distinto y debe ser revisado con lupa, si bien en este caso la indemnización sí es justa.
Una obra infinita
La ‘Y vasca’ es una macroestructura de alta velocidad destinada a conectar Euskadi con Francia y Madrid y las capitales vascas entre sí. Desde su arranque en 2006, las obras han acumulado varios retrasos y pleitos por sobrecostes. Se estima que finalicen en 2027.
