Fallece Carlos Carnicer, expresidente del CGAE y figura clave de la Abogacía española
La Abogacía despide a uno de los suyos. A un hombre de leyes, un referente y“un hombre bueno”, como lo describe su sucesor

“Carlos Carnicer, un referente de la Abogacía, un hombre bueno”, así comenzaba la despedida en la red social X (antes Twitter) de Salvador González, presidente del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE), hacia quien fue durante quince años el timonel de la institución: Carlos Carnicer. Ha fallecido este sábado a los 76 años de edad en Zaragoza, la ciudad que le vio nacer.
Con palabras de respeto y memoria, González recuerda en su homenaje a “un abogado ejemplar” cuya luz profesional brilló durante más de medio siglo, con una trayectoria “intachable”. “Nos enseñó a defender el ejercicio desde la profesión y sus instituciones. Y sobre todo, a proteger lo que somos y representamos: la defensa. Él sembró la semilla de esa Ley Orgánica del Derecho de Defensa que está ya en el BOE”, destaca con gratitud en la página del CGAE.
Carlos Carnicer se licenció en Derecho en 1971 por la Universidad de Zaragoza, y un año más tarde, en 1972, emprendió su camino como abogado. Fue formador de generaciones como profesor en la Escuela de Práctica Jurídica de su alma mater desde 1979 hasta el cambio de siglo, y decano del Real e Ilustre Colegio de Abogados de Zaragoza entre 1991 y 2001. Ese último año, su vocación por servir a la profesión le llevó a la presidencia del CGAE, cargo que ostentó hasta 2016.
Desde 2002 también presidió la Unión Profesional, institución que representa a las profesiones colegiadas en España, y que suma voces de más de mil colegios profesionales y cerca de millón y medio de profesionales del ámbito jurídico, sanitario, económico, social, científico y técnico.
Su nombre resonó también en el Consejo de Estado, donde fue miembro nato, y en las altas tareas de reforma y modernización: formó parte de la ponencia encargada de estudiar la reforma constitucional y participó activamente en la comisión para la modernización del lenguaje jurídico.
La vocación de Carlos Carnicer no conocía fronteras. Fue vicepresidente de la Unión Mundial de Profesiones Liberales (UMPL) y miembro del Comité Ejecutivo del Consejo Europeo de Profesiones Liberales (CEPLIS), llevando la defensa de las profesiones más allá de nuestras fronteras.
La Abogacía despide a uno de los suyos. A un hombre de leyes, a “un hombre bueno”, como lo describe su sucesor.