Novedades fiscales en 2025: lo que empresas y contribuyentes deben saber
Empresas y contribuyentes individuales deberán ajustar sus estrategias financieras para minimizar su carga tributaria y aprovechar las oportunidades que ofrecen las nuevas normativas

El 2025 traerá consigo importantes cambios en materia fiscal que impactarán tanto a empresas como a particulares. Desde ajustes en el Impuesto sobre Sociedades y el IRPF hasta modificaciones en el IVA y la introducción de nuevos tributos, estas medidas redefinirán el panorama económico y la gestión financiera. A continuación, analizamos los puntos clave y su posible repercusión en el día a día de empresas y contribuyentes.
Las empresas enfrentarán nuevas limitaciones en la compensación de bases imponibles negativas. En función de sus ingresos anuales, podrán aplicar deducciones del 70% (para aquellas con ingresos inferiores a 20 millones de euros), del 50% (entre 20 y 60 millones) o del 25% (si superan los 60 millones de euros).
En cuanto a los incentivos para el desarrollo de energías renovables, la libertad de amortización para estas inversiones se mantendrá hasta el 31 de diciembre de 2025, fomentando la transición hacia un modelo más sostenible. Además, las microempresas verán un tipo impositivo reducido: tributarán al 17% por los primeros 50.000 euros y al 20% por el resto de su base imponible. Por su parte, las Entidades de Reducida Dimensión (ERD) también experimentarán una rebaja progresiva de su impuesto hasta alcanzar el 20%.
Otra medida clave es la instauración de una tributación mínima del 15% a nivel global. Con ella, se busca evitar la competencia fiscal desleal, aplicando un impuesto complementario para los grupos multinacionales cuyos ingresos superen los 750 millones de euros.
En el ámbito del IRPF, los contribuyentes con una base liquidable del ahorro superior a 300.000 euros verán un incremento en el tipo marginal, que pasará del 28% al 30%.
Por otro lado, se prolonga hasta el 31 de diciembre de 2025 la deducción por eficiencia energética, incentivando las reformas que mejoren el consumo de energía en los hogares. Además, como medida de apoyo a los afectados por la DANA, las donaciones realizadas por empresas a trabajadores damnificados estarán exentas tanto de IRPF como del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones.
Otra modificación significativa afecta a los contribuyentes con más de un pagador: a partir de 2025, aquellos cuyos ingresos anuales no superen los 22.000 euros no estarán obligados a presentar la declaración, siempre que los ingresos de su segundo pagador no excedan los 2.500 euros (antes el límite era de 1.500 euros).
El IVA reducido del 2% se mantendrá para productos básicos como el pan, la leche, los huevos, las frutas y las verduras. Sin embargo, los aceites de semillas y las pastas alimenticias, que hasta ahora tributaban al 7,5%, verán un incremento hasta el 10%. En contraste, el aceite de oliva seguirá gravado con un IVA del 4%.
El 2025 también estará marcado por un fortalecimiento del control fiscal y la digitalización. El plazo de inspecciones fiscales sobre la imposición mínima global del 15% se ampliará a 27 meses, dando margen a la Agencia Tributaria para fiscalizar de manera más exhaustiva. Además, a partir del 1 de enero de 2026, entrará en vigor el sistema VeriFactu, que impulsará la facturación electrónica entre empresas y autónomos.
Otro de los cambios destacados es la creación de un nuevo impuesto sobre los líquidos de cigarrillos electrónicos, que quedarán sujetos a tarifas de entre 0,10 y 0,20 euros por miligramo o gramo, dependiendo del tipo de líquido.
Con todos estos cambios a la vista, el ejercicio 2025 se perfila como un año clave en materia fiscal. Tanto las empresas como los contribuyentes individuales deberán ajustar sus estrategias financieras para minimizar su carga tributaria y aprovechar las oportunidades que ofrecen las nuevas normativas.
Ante este escenario, contar con un buen asesoramiento fiscal será esencial para optimizar la planificación y garantizar el cumplimiento de la ley sin sobresaltos. La anticipación y una gestión eficiente serán las mejores herramientas para afrontar este nuevo panorama tributario con seguridad y tranquilidad.