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En colaboración conLa Ley
Día de la mujer
Tribuna
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El apoyo mutuo en el camino hacia la igualdad

La unión de mujeres ha impulsado grandes cambios, desde políticas de conciliación hasta dar voz a referentes

Confident businesswoman and her female team.

En este Día Internacional de la Mujer, quiero reflexionar sobre el papel clave del mentoring, el asociacionismo y el liderazgo compartido. La sororidad representa el apoyo mutuo entre mujeres, el impulso para derribar barreras y la fuerza colectiva que nos ha permitido conquistar espacios antes inaccesibles. Porque cuando nos tendemos la mano unas a otras, no solo crecemos individualmente, sino que transformamos el mundo en un lugar más justo y equitativo para todas. La sororidad no es solo una idea, es una práctica que tiene un impacto tangible en el desarrollo profesional y la visibilidad del talento femenino.

Seguimos avanzando. En estos últimos años la presencia de mujeres en todos los ámbitos profesionales ha crecido exponencialmente. Ya no estamos solas en el camino, sino que nos apoyamos unas a otras, construyendo juntas un futuro más equitativo y lleno de oportunidades. La representación femenina en puestos de liderazgo ha aumentado, pero el verdadero cambio no está solo en los números, sino en la transformación cultural que estamos impulsando.

Oportunidades que antes parecían lejanas hoy son una realidad alcanzable. Gracias a programas de mentoring, coaching y redes de apoyo, las mujeres han encontrado en la sororidad un impulso clave para su desarrollo profesional y personal. Aprender de quienes han recorrido el camino antes que nosotras nos permite crecer con más confianza y seguridad. Este aprendizaje compartido no solo beneficia a quienes reciben orientación, sino también a quienes guían, generando una cadena de crecimiento que fortalece a todas.

Reconocer el talento femenino es fundamental. El desafío actual ya no es demostrar lo que podemos hacer, sino garantizar que existan las condiciones para que cada una pueda llegar tan lejos como desee. Es clave que las organizaciones fomenten una cultura inclusiva, donde las oportunidades sean equitativas.

Organización y asociacionismo han sido claves en este proceso. La unión de mujeres en redes y colectivos ha impulsado grandes cambios, desde políticas de conciliación hasta la visibilización de referentes femeninos en múltiples industrias. Cuando nos apoyamos entre nosotras, el impacto es mayor y más duradero.

Resiliencia y determinación han sido cualidades esenciales en este camino. Cada obstáculo superado es una victoria compartida, una prueba de que el cambio es posible cuando trabajamos juntas. No se trata solo de abrir puertas, sino de sostenerlas abiertas para las que vienen detrás. Hoy sabemos que no basta con llegar, sino que es necesario construir estructuras que faciliten el crecimiento de las siguientes generaciones.

Igualdad real significa oportunidades equitativas para todas, sin importar el sector, la edad o la experiencia. No basta con que algunas lleguen a la cima; la meta es que todas las que lo deseen puedan hacerlo sin barreras ni limitaciones.

Desafíos siguen existiendo, pero hoy contamos con más herramientas y con una comunidad dispuesta a transformar la realidad. La clave está en la educación, la formación y la creación de espacios donde cada mujer pueda desarrollarse plenamente. También es fundamental involucrar a todos los sectores de la sociedad en este cambio, promoviendo una igualdad que no sea solo una cuestión de mujeres, sino un compromiso de todos.

Apoyo mutuo, mentoring y liderazgo compartido son los pilares de este avance. Todas debemos seguir creciendo, inspirando y cambiando el mundo. Cada conversación, cada colaboración y cada esfuerzo conjunto suman en la construcción de un futuro más equitativo.

Día a día construimos un futuro más justo. En este 8 de marzo, celebremos lo que hemos logrado y comprometámonos a seguir avanzando juntas, con la certeza de que la igualdad no es solo un derecho, sino una realidad que estamos construyendo con cada paso. Sigamos siendo parte del cambio, porque juntas somos imparables.

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