La justicia permite el registro como marca de School of Rock Method con la OEPM en contra

La Audiencia de Barcelona da la razón a una escuela de música inglesa

Una escuela inglesa con actividad en España ha conseguido inscribir en la oficina de patentes española su marca School Of Rock Method para designar productos y servicios relacionados con la enseñanza musical. Pero el camino no ha sido fácil: lo ha logrado tras librar una compleja batalla judicial contra la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) y la Abogacía del Estado, quienes defendían que dicho registro podría crear confusión en el mercado, por tratarse de un término demasiado genérico y en un idioma extranjero.

El tribunal, sin embargo, ha concluido que no hay confusión posible. Tal como recoge el fallo, de 7 de marzo (pero que no ha trascendido hasta ahora), la escuela solicitó en 2022 registrar la marca School Of Rock Method para proteger sus métodos de enseñanza musical. En concreto, aplicaciones móviles, manuales de aprendizaje o servicios de grabación de audio y video, entre otros. Todo ello con el fin de enseñar música.

Sin embargo, la oficina de marcas y patentes de España cerró la puerta al nombre de la escuela musical. En primer lugar, por considerar que dicho signo no tenía la suficiente distintividad, es decir no servía para diferenciar a la compañía del resto de la competencia. “No sería percibida por el público relevante como apta para indicar el origen empresarial de los productos y servicios”, argumentó la OEPM. En segundo término, la oficina argumentó que la marca tenía carácter descriptivo, por lo que tampoco cumpliría con el requisito de distintividad que exige la ley de marcas. Según la oficina, la marca presentada tan solo incluía signos o indicaciones “que describen exclusivamente las características como la calidad, la cantidad, el valor o su procedencia de los productos y servicios que trataba de registrar”.

El nombre School Of Rock Method, que se traduce por “Método Escuela de Rock” o también por “Método de la Escuela de Rock”, era una terminología muy genérica y poco distintiva en el mercado. Tal y como precisa la ley de marcas, en caso de utilizar terminología extranjera, no podrán utilizarse aquellas palabras que se usan de forma cotidiana, que están asentadas en el lenguaje español y que resultan fáciles de reconocer para gran parte de la población.

En este sentido, la OEPM argumentó que la palabra school (que significa escuela o colegio) es un término que “todo consumidor medio hispanohablante sabría”. La segunda palabra “rock” es un anglicismo admitido por la RAE que se traduce como “rocanrol”, que también “es conocedora entre la población de habla hispana”, afirmó la oficina de marcas. El tercer término de la marca solicitada es method que se traduce al español como “método”. Aunque en este caso no tenga uso tan frecuente en España, razonó la OEPM, el parecido de la palabra con el idioma “hace que igualmente el consumidor medio entienda su significado”.

Sí es distintivo

Sin embargo, el tribunal concluye que el objetivo de registrar la marca no era reconocer a la compañía como una escuela de enseñanza musical, sino a los métodos y herramientas (libros, manuales, aplicaciones web…) que utilizan. Así, la Audiencia Provincial de Barcelona concluye que “el público relevante reconocería el signo” y sí le reconoce carácter distintivo.

“La escuela es el lugar donde se imparte enseñanza, en este caso un tipo de música que es rock. Es cierto que una escuela de música seguirá un método de enseñanza, pero el método es algo diferente del lugar en el que se imparte, en especial, cuando una parte importante de dicha productos se refiere a aplicaciones para aprender música”, afirmó el tribunal.

Por lo que, en contra del criterio de la administración, avala su registro. “El público relevante reconocería el signo, compuesto por cuatro palabras, como la forma de identificar los métodos de aprendizaje de música y no como la forma de describir los productos que comercialice”, concluyen los jueces del tribunal.

A la misma conclusión también llegó las oficinas de marcas estadounidenses, que también permitieron el registro de las marcas School of Rock y School of Rock Collection. Lo mismo que la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea.

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