Juicios bajo el volcán: así se recompone la justicia en La Palma
Abogados y funcionarios aprenden a convivir con el rugir del cráter
Vicente Rodríguez tuvo que cerrar su oficina y abandonar la isla de La Palma tras una semana de erupción. El ruido del volcán, los gases, la alerta sobre desalojos, los confinamientos… “La situación era agobiante”, reconoce. Su despacho, La Palma Abogados –que ahora dirige telemáticamente– se encuentra en San Borondón, solo a pocos kilómetros de la boca del Cumbre Vieja. Allí muchos habitantes de la zona han optado por mudarse y dejar atrás sus casas hasta que todo acabe.
Alfonso (nombre ficticio) sufrió un ataque de ansiedad a las puertas de un juzgado el día dieciséis de erupción. Este abogado de Los Llanos de Aridane asegura que dos semanas en alerta acaban por pasar factura. Ahora está de baja. Pero, desde que comenzó la crisis, centró sus fuerzas en ayudar a familiares y conocidos que lo necesitaban, lo que le ha afectado profesionalmente. “Llega un momento en que no puedes dormir. Las demandas que redactabas en dos horas no eres capaz de hacerlas en ocho. Te bloqueas”.
El volcán ha trastocado el funcionamiento de la justicia en la isla de La Palma. Los juzgados retoman el día a día judicial mientras que los abogados y procuradores sobreviven como pueden en el contexto de un nuevo parón económico. Todos intentan reactivar su rutina laboral a la sombra de un volcán siempre presente.
En La Palma hay cinco juzgados (uno desplazado). Ninguno ha sido dañado por la lava y todos funcionan con cierta normalidad, aunque no es raro que las vistas se suspendan porque faltan testigos, los abogados, los funcionarios o las partes.
La administración ha sido flexible al conceder la suspensión por causas relacionadas con el volcán, una circunstancia que los profesionales agradecen. Los motivos de estas ausencias, en ocasiones inesperadas, abarcan desde el cierre de carreteras a restricciones en el espacio aéreo, pasando por emergencias con las viviendas, o simplemente, amigos que necesitan ayuda.
El 20 de septiembre, un operario del juzgado de lo penal tuvo que abandonar su puesto porque el colegio de su hijo había cerrado y no tenía con quien dejarlo. El mismo día, un abogado conseguía la suspensión de un juicio porque “el volcán amenazaba su casa y la de varios testigos”.
En total se han suspendido 22 vistas por causas similares, según informa el Tribunal Superior de Justicia de las Islas Canarias. La alta demanda de guardias civiles y policías, ocupados en las labores de emergencia, también ha dificultado la celebración de vistas donde su presencia es necesaria, en especial en los primeros días de erupción.
Desplazamientos
El partido judicial de Los Llanos de Aridane es el más afectado. Sus juzgados se encuentran a pocos kilómetros de la lengua de lava que atraviesa la tierra hasta el mar. Vicente Rodríguez ejerce en este partido y explica que la conexión con la capital de la isla, Santa Cruz de La Palma, es complicada. Ir allí “es posible pero peligroso”, explica, ya que “las cenizas borran las líneas de las carreteras y las hace resbaladizas”. De hecho, el Colegio de Abogados de La Palma ha reordenado los turnos de oficio, con el objetivo de que a los letrados sólo le sean asignados casos cercanos a sus domicilios y eviten así las carreteras.
Ayudar a vecinos
En los Llanos ejerce Alfonso, quien agradece la comprensión de los juzgados a la hora de suspender actos. Desde que comenzó todo, en su despacho se han limitado “a cumplir plazos, resolver asuntos urgentes y ayudar voluntariamente a los vecinos con sus dudas”.
No hay trasiego de nuevos clientes ni de nuevas operaciones. Otro abogado de este partido, Indalecio Prieto, comenta que la falta de actos judiciales en su agenda tiene su reflejo en los ingresos del negocio, ya que “cuando se suspende una vista no podemos cobrar”. A pesar del escollo, la solidaridad es la tónica. “Todo el asesoramiento legal por el volcán lo estamos dando gratuito” subraya Prieto, tanto a clientes como “a otras personas que vienen, ya que creo que la situación lo merece”.
También arrima el hombro el Colegio de Registradores, que ofrecerá certificaciones gratuitas a los propietarios afectados. Por su parte, el Colegio Notarial de Canarias habilitará a varios notarios para prestar asesoramiento a los ciudadanos que lo necesiten.
Medidas en marcha
Turno de oficio. El Colegio de Abogados de Santa Cruz de La Palma ha creado un turno de abogados para asesorar y orientar de forma altruista a los vecinos afectados por la catástrofe. Cuenta con un punto de información en Los Llanos de Aridane, la zona más cercana a la colada volcánica, y otra ventanilla en la sede del colegio en la capital. Un total de 106 abogados se han apuntado al servicio, según confirma el Colegio.
Dudas. Las dudas jurídicas que levantará el volcán serán múltiples, a lo largo de los meses e incluso de los años. Las cuestiones tocan materia de subvenciones, daños, seguros y prueba de titularidad de las fincas, en especial en aquellas viviendas donde se ha destruido documentación. La recalificación del nuevo suelo también será un asunto jurídico para abordar, afirma Juan Antonio Rodríguez, decano del Colegio de Abogados de Santa Cruz de La Palma, ya que “es probable que se planteen expropiaciones e indemnizaciones”, expone.
Formación. La situación es tan insólita que los propios juristas necesitan actualizar sus conocimientos. Rodríguez ha anunciado la creación de jornadas de formación para abogados colegiados, donde se estudiarán los interrogantes jurídicos que surgen con la erupción. También habrá sesiones gratuitas para damnificados en materia de responsabilidad civil, contratación y seguros.