El ranking de facturación en España de los grandes despachos
2019 fue un buen año para el sector, pero el frenazo de operaciones y la falta de salidas a Bolsa lastró el crecimiento
La crisis (o el tsunami) del Covid-19 ha provocado que pocos en el sector legal en España se acuerden ya de los repetidos lamentos de 2019. La queja era prácticamente unánime entre los socios directores de los grandes despachos. La inestabilidad política y económica nacional e internacional (la repetición electoral; el enloquecido guion del Brexit; la guerra comercial) impedía que los mercados alcanzaran velocidad de crucero. Hoy, la pandemia ha reducido todo aquello a una simple marejada.
Los resultados en España de las principales firmas de la abogacía de los negocios (aquellas que facturan más de 30 millones) revelan que, a pesar de las turbulencias, 2019 fue un buen ejercicio para el sector. ¿Podría haber sido mejor? Sí. Tras un primer trimestre notable (incluso de récord en algunos despachos), la creciente incertidumbre ralentizó operaciones y frenó salidas a Bolsa. Aun así, la tónica general es la de un incremento de los ingresos superior al del año anterior (consulte aquí el análisis de los datos de los 18 socios directores).
En esa línea se comportaron los tres grandes, Garrigues, Cuatrecasas y Uría Menéndez, con aumentos del 3,9%, el 13,8% y el 5,7%, respectivamente (cifras muy relevantes teniendo en cuenta su volumen). Los ingresos globales (dentro y fuera de España) de 381,4 millones del bufete que preside Fernando Vives le permiten ser el primer despacho de la Europa continental por facturación. La distancia con Cuatrecasas, no obstante, es cada vez menor. La firma que dirige Jorge Badía, que cosecha su mejor dato en 12 años, crece a doble dígito por segundo ejercicio consecutivo, lo que le sitúa en facturación global a solo 65 millones de Garrigues. En 2017, les separaban más de 100 millones. "Es un hecho que Cuatrecasas tiene como objetivo el crecimiento y disputar el ser el primer despacho nacional por facturación", analiza Miguel Ángel Pérez de la Manga, socio de la consultora Pérez+Partners.
Entre las big four, el buen comportamiento de EY Abogados (un 10,2% más) le lleva a adelantar a Deloitte Legal (-0,5%). En todo caso, PwC Tax & Legal (2,6%) sigue siendo el área jurídica de las consultoras que más factura. Cierra este grupo KPMG Abogados (8,7%).
El siguiente escalón de la tabla, el de los bufetes en el entorno de los 60 millones, sigue liderado por Baker McKenzie (4,5%). Tras él, figuran dos de las firmas del Magic Circle: Linklaters (2%) y Clifford Chance (5,5%). La tercera de las londinenses, Allen & Overy, sigue instalada en el doble dígito, un 14,2%, lo que le permite acortar distancias con las anteriores y situarse al borde de los 50 millones de euros (Freshfields no hace públicos sus datos de facturación).
Fuera del top 10, Pérez-Llorca, que mantiene su ambicioso plan de crecimiento y sube un 23% su facturación, arrebata a Gómez-Acebo & Pombo la cuarta plaza de las firmas nacionales. Ello a pesar de que el despacho liderado por Carlos Rueda se anota un aumento del 14,6%. Un porcentaje muy similar al de Ecija (14,2%), que asciende dos puestos en el ranking. RCD, que en diciembre se integró con el británico DWF, también cerró un buen ejercicio (7,8%).
Del resto de despachos internacionales, Hogan Lovells terminó 2019 con un 9% de incremento de facturación, mientras que Herbert Smith creció de forma moderada, un 1,8%. DLA Piper prácticamente mantuvo sus ingresos, con una caída del 0,3%.
Los nacionales, mejor
Los datos ponen de manifiesto un mejor comportamiento en 2019 de las firmas españolas que de las internacionales. Esta circunstancia puede explicarse, ligeramente, por la incidencia de la crisis del coronavirus, ya que las segundas cierran su ejercicio a finales de abril y los nacionales en diciembre.
No obstante, Carlos García-León, socio director de la consultora Legal Reputation, agrega un segundo factor. "La incertidumbre del año pasado frenó inversiones y paralizó operaciones, y esto afecta más a los bufetes anglosajones que ponen el foco en este tipo de trabajo". En la misma línea, Pérez de la Manga resalta que despachos como los del Magic Circle (Linklaters o Clifford Chance), que se dedican principalmente a asuntos o materias concretas como mercantil, M&A o financiero, "pueden haber tocado su techo", mientras que los españoles, con un modelo más generalista, tienen más nichos de trabajo que explotar.