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Condiciones laborales
Tribuna
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El reto de los horarios en las firmas profesionales

Las jornadas interminables ahuyentan a muchos profesionales excelentes

La racionalización de los horarios de trabajo constituye un reto de país, desde una perspectiva de "gestión responsable del tiempo", que promueve la calidad de vida de las personas y la productividad de las empresas. Así lo es también para las firmas profesionales, especialmente para la profesión de auditoría. Y es que, para conseguir que la auditoría y nuestras firmas sean atractivas para los jóvenes, se requiere abordar el problema de las jornadas interminables, que popularmente le atribuyen a la profesión los universitarios y los recién titulados.

Para las firmas profesionales y para las empresas en general, una nueva organización del tiempo no es sólo una buena práctica en el lugar de trabajo y una forma de uso más racional de los recursos, sino que está estrechamente vinculada con los nuevos valores emergentes en nuestra sociedad, especialmente entre las generaciones más jóvenes.

Los estudios que se han realizado, tanto a nivel nacional como internacional, sobre los valores que muestran los jóvenes profesionales con titulación universitaria, en relación con sus preferencias laborales, sitúan como los dos aspectos más destacados el equilibrio personal y profesional, y las oportunidades de crecimiento.

Las firmas profesionales en general, y en particular las firmas de auditoría, son frecuentemente la alternativa soñada por muchos recién licenciados. Más en concreto, el trabajo en una firma de auditoría constituye una excelente plataforma para el crecimiento profesional posterior, bien sea continuando la actividad profesional en el sector de la auditoría, o bien buscando el desarrollo profesional en otros entornos, ya sea en la empresa privada, o el sector público.

La experiencia acumulada en unos cuantos años de trabajo en auditoría es extraordinariamente valiosa. El análisis crítico de multitud de empresas de diferentes sectores, aplicando una metodología rigurosa, y la precisión de la documentación requerida, desde la independencia de la actuación y el escepticismo profesional, hacen de esos profesionales, personas muy valoradas por las empresas, tal y como generalmente venimos constatando.

Todavía tenemos pendiente solucionar el tema de los horarios, uno de los aspectos más críticos para los más jóvenes, y que a la vez es la clave para hacer atractiva nuestra profesión a los más preparados, ya que a éstos se les abren mayores alternativas laborales. En muchos casos hemos introducido la flexibilidad de horarios y de jornadas, aspectos generalmente muy valorados, pero los horarios interminables en temporada alta, en ocasiones con la necesidad de trabajar en fines de semana, ahuyentan a muchos profesionales excelentes de nuestras firmas, en cuanto han acumulado conocimiento y experiencia, que les permiten un salto a entornos laborales más amigables.

La tecnología es nuestra aliada en esta transformación. Permite el acceso remoto a la información y realizar multitud de tareas desde cualquier ubicación, con acceso a toda la documentación necesaria, como si estuviéramos en nuestro lugar de trabajo. Facilita la eliminación de muchas tareas rutinarias y tediosas, y potencia los aspectos relacionales y más creativos que son la base para el desarrollo futuro de las firmas, con una orientación clara al servicio del cliente. Esto hará a nuestra firma más atractiva para los jóvenes más preparados.

Esta no es una cuestión de género. Afecta al riesgo de pérdida de talento, ciertamente femenino, pero también masculino, y a los más capacitados, que son los que aportan más valor. Cuando esos jóvenes altamente preparados se comparan con los socios más antiguos de la firma, frecuentemente no los identifican como modelo, y esto es algo que nos debe hacer pensar.

Recientemente, una firma auditora publicaba un anuncio en el Reino Unido, haciendo un llamamiento a la contratación de personas con cualquier esquema deseado de horario de trabajo: unas horas a la semana, unos meses al año..., cualquiera que fuera el modelo deseado, la firma expresaba su interés. Tal vez sea un signo precursor.

Antoni Gómez es presidente de Auren internacional y presidente del Colegio de Censores Jurados de Cuentas de Catalunya (CCJCC).

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