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En colaboración conLa Ley

Cómo preparar un juicio con jurado: el abogado debe ser explicativo y emocional

Las técnicas de persuasión priman sobre el discurso erudito Conviene utilizar la posibilidad de recusar sin motivo a cuatro miembros

M. ZARZA

La oposición de la defensa de Ana Julia Quezada, presunta asesina del pequeño Gabriel Cruz, a que su caso sea examinado por un jurado popular ha reabierto el debate sobre si es una figura adecuada para administrar justicia o si, por el contrario, está demasiado condicionado por el entorno social.

Enfrentarse, sea como defensor o como acusador, a un juicio con jurado condiciona por completo la estrategia procesal de un abogado. De hecho, datos del Consejo General del Poder Judicial indican que el 90% de las sentencias dictadas por estos tribunales son condenatorias, porcentaje que se eleva hasta el 97% en casos de violencia sobre la mujer.

El jurado solo está presente en el orden penal y respecto a los delitos tasados en la ley, como homicidio, asesinato o amenaza, entre otros. Las diferencias con un procedimiento ordinario se manifiestan en el juicio oral, en donde nueve ciudadanos legos en derecho son los encargados de emitir veredicto.

Elegir bien

La selección del jurado es una de las primeras tareas en las que el letrado debe desplegar su plan estratégico. La ley del jurado permite recusar, sin motivarlo, hasta cuatro candidatos por parte de la acusación y otros cuatro por las defensas.

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Como explica el abogado y catedrático de la Universidad de Extremadura Emilio Cortés Bechiarelli, si un letrado defiende a un acusado de violencia machista con resultado de muerte, tachará o recusará a mujeres, por ser candidatos que, previsiblemente, pueden tener formada una opinión contraria a sus intereses.

Claro y narrativo

Las personas que forman parte del jurado carecen de conocimientos jurídicos. Para ser jurado basta, en principio, con ser español y saber leer y escribir. Por este motivo, el abogado tiene que olvidarse de un discurso técnico, con conceptos jurídicos complejos y latinajos; términos que deberá guardar para sus casos ante un tribuna ordinario, en donde sí puede lucir sus conocimientos expertos. El discurso debe ceñirse a las reglas de la lógica y el sentido común, indica Cortés, que subraya que hay que utilizar un lenguaje llano.

Como señala Esteban Mestre Delgado, abogado y catedrático de la Universidad de Alcalá, la estructura del jurado hace que los abogados tengan que ser extraordinariamente comunicativos. Sus miembros no entienden conceptos como alevosía o agravante, apunta, por lo que debe emplearse un lenguaje descriptivo y comprensible; por ejemplo, narrando que el ataque se produjo por la espalda.

Mensaje emocional

La apariencia es también fundamental. El aspecto y la puesta en escena tienen mucha más importancia en un juicio con jurado, en el que hay que buscar sintonía. En este sentido, los mensajes emocionales ayudan a crear la empatía necesaria.

El truco, apunta Mestre, es conectar con la parte emocional o la fibra sensible de los miembros del jurado. Por la tipología de los delitos de los que conocen, explica, los ciudadanos tienen afinidad o desafecto por el hecho delictivo, por eso es importante que el jurado comparta una emoción. En un caso de asesinato de un menor, por ejemplo, se hará hincapié en la situación en que queda la familia, el dolor por criar a un hijo para que alguien lo mate, etc.

Estrategia

Es en la propuesta de veredicto, donde el abogado despliega una labor más técnica y estratega. Las preguntas sobre las que el jurado debe decidir se negocian entre las partes y ahí es importante elegir bien el sentido de las mismas. No es lo mismo, explica Mestre, preguntar sobre si la persona conocía que el otro portaba un arma que preguntar si lo desconocía. La misma pregunta en positivo o negativo puede cambiar el sentido de la contestación.

Casos mediáticos

Los casos sensibles, como el del asesinato de Gabriel Cruz, son especialmente difíciles para la defensa del acusado, porque "el jurado ya viene con el veredicto", señala Mestre. Por eso, explica, la defensa tiene que pedir al jurado que se olviden de lo conocido y no incorporen al veredicto argumentos de fuera, advirtiendo que daría lugar a la nulidad.

Recursos

La sentencia se puede recurrir hasta dos veces, ante el tribunal superior de justicia y en casación ante el Supremo. Ahí, explica Cortés, es cuando el abogado despliega una argumentación puramente técnica.

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Cómo funciona

 

Composición. El tribunal del jurado se compone de nueve miembros y un magistrado de la Audiencia Provincial del territorio, que lo preside.

 

 

 

Requisitos para ser jurado. Pueden formar parte del jurado los españoles mayores de edad que sepan leer y escribir y que sean vecinos de la provincia donde se cometió el delito. No deben incurrir en causa d incapacidad, incompatibilidad o prohibición.

 

 

Función. La misión del jurado es emitir un veredicto respondiendo a las preguntas formuladas al efecto.

 

 

Veredicto. El jurado debe declarar probados o no los hechos alegados por las partes y el hecho delictivo por el cual el acusado será declarado culpable o no culpable. El jurado debe motivar cada una de sus respuestas en base a lo visto y oído en el juicio.

 

 

Mayorías. Para considerar que un hecho contario al acusado está probado, deberá estar apoyado al menos por siete de los nueve jurados. Si el hecho es favorable solo se requiere cinco votos. Ninguno podrá abstenerse en la votación.

 

 

 

Sentencia. Si el veredicto es de culpabilidad el magistrado procede a dictar sentencia. En ella incluye el contenido del veredicto, estableciendo el delito concreto, grado de ejecución y participación.

 

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