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Vivla aterriza en Madrid con su modelo de copropiedad de lujo a más de 22.000 euros el metro cuadrado

La compañía busca atraer a la capital a clientes mexicanos interesados en comprar fracciones de viviendas

Manme Guerra

Para qué comprar una vivienda entera que solo se usa por temporadas si se puede pagar menos por tener una parte del inmueble con opción a disfrutarlo unas semanas al año. Es la idea con la que se creó Vivla, que se dedica a la copropiedad inmobiliaria. La compañía adquiere inmuebles de los que luego vende ocho fracciones. Los compradores pueden hacerse con un octavo o con varios, pero nunca más de cuatro, para que nadie tenga más del 50% de la propiedad. Y cada parte da derecho a usarla seis semanas al año.

Tras desembarcar en mercados con un fuerte componente de segundas residencias, como Baleares, Cádiz o Baqueira, Vivla aterriza ahora en Madrid con lo que ha bautizado como su “colección urbana”. Por ahora solo cuenta con dos viviendas en la capital, que están vendidas casi al completo, salvo algún acuerdo aún por cerrar. La primera de ellas se encuentra en el céntrico barrio de Justicia, tiene 247 metros cuadrados y tres habitaciones. Cada fracción de la misma cuesta 610.000 euros, lo que eleva el precio total a 4.880.000 euros, es decir, 19.757 euros el metro cuadrado. Como ha reconocido Carlos Gómez, director ejecutivo y cofundador de Vivla, en estos casos “el cliente no pelea al precio” porque considera que se llega a ahorrar dinero, ya que destina mucho menos de lo que había calculado que le iba a costar una casa de esas características entera.

La otra vivienda en cartera está en la calle Hermosilla, en plena milla de oro, tiene 175 metros cuadrados, tres dormitorios y un precio por fracción algo más bajo, 485.000 euros. Sin embargo, su valor total, 3.880.000 euros y su tamaño hacen que el metro cuadrado se eleve hasta los 22.171 euros. Al ser preguntados por dicha cuantía, desde la compañía se apunta a la cercanía que tiene con las branded residences de Mandarin Oriental, que han alcanzado precios muy elevados.

Al igual que estos últimos productos inmobiliarios, las viviendas en copropiedad de Vivla tienen, en palabras de Gómez, servicios “propios de un hotel cinco estrellas”. Los equipos de limpieza y mantenimiento hacen que todo esté listo para recibir al propietario que le toque esa semana. Para pagar estos servicios, además de los gastos de comunidad, los copropietarios deben pagar una cuota anual, que varía según la vivienda y puede alcanzar varios miles de euros.

Todos los compradores que ya han adquirido una participación, o están en proceso de hacerlo, en las dos viviendas de Madrid son ciudadanos mexicanos, un mercado al que la compañía ha decidido enfocar estos productos. De hecho, para su aventura madrileña, la compañía se ha aliado con Alterna Consulting. Esta pertenece a Corporación Actinver, firma de banca privada y gestión de activos en el país norteamericano.

Allí acaban de hacer un viaje para presentar el proyecto a clientes, y aseguran que tienen casi medio centenar de potenciales compradores que esperan a que Vivla comercialice pronto más activos de este tipo en Madrid. “Muchos ven que pagar dos o tres millones de euros por una casa a la que vas un mes ya no tenía sentido. Además, la copropiedad es una figura muy conocida en México, más que en España. Y ven el inmobiliario como un valor refugio, por lo que compran a pesar de las subidas de precios”, ha explicado Luis Alfonso Ruelas, director de Alterna Consulting, durante un encuentro con medios de comunicación celebrado este miércoles en Madrid.

Preguntado por el posible peligro de una burbuja inmobiliaria en Madrid, como señalaba un reciente informe del banco UBS, Ruelas sostiene que activos prime como estos en el centro de Madrid “nunca van a perder su valor”. Sin embargo, ni él ni Gómez se muestran tan tajantes al responder si será fácil rentabilizar con una futura venta las participaciones que rondan o superan los 20.000 euros por metro cuadrado. Sostienen que los propietarios sí que pueden sacar rendimiento a su inversión poniendo en alquiler la vivienda las semanas que le correspondan, siempre que, ha apuntado Gómez, se haga cumpliendo con las leyes, autonómicas y municipales, que regulan esta práctica. El director ejecutivo ha añadido que, gracias a un acuerdo de Vivla con ThirdHome, pueden acceder a una red exclusiva de intercambio de casas de lujo.

Tras cuatro años de existencia, Vivla, que el pasado julio cerró una ronda de financiación de ocho millones, facturó en el pasado ejercicio 40 millones de euros y ya es “rentable”, según Gómez. En toda España cuenta con 400 propietarios, a los que confían sumar otros 100 en los próximos 12 meses solo en Madrid. Aunque hasta ahora el 80% de sus compradores son nacionales, esperan que los internacionales, con predominio de los mexicanos, lleguen a representar el 50% gracias a las nuevas viviendas que tienen pendiente comercializar en Madrid. Para adquirir inmuebles, la empresa cuenta con un vehículo de deuda de 20 millones de un hedfge fund de Reino Unido.

Sobre la firma

Manme Guerra
Redactora de la sección Fortuna, donde escribe de recursos humanos, empresas, sostenibilidad, lujo y estilo de vida. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de la Escuela de Periodismo UAM-El País. Ha trabajado en El País, Vozpópuli, Microsoft News y la revista ¡HOLA! antes de incorporarse a Cinco Días en 2022.
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