¿Cuánto costarán los viajes en taxis aéreos? Esta es la estimación de los expertos para 2030
La previsión más extendida entre los e analistas es que estos vehículos no lleguen a España hasta la próxima década
Los taxis aéreos son casi una realidad en varias regiones del mundo, pero aún tardarán unos años en llegar a España. Así lo ha contado Manme Guerra en un reportaje publicado el pasado fin de semana sobre la situación del sector en nuestro país. Mientras en Oriente Medio ya se están realizando vuelos de prueba con naves eVTOLS (aviones eléctricos de despegue y aterrizaje vertical por sus siglas en inglés), en Europa, la regulación y las certificaciones son los dos principales escollos a los que se enfrentan las empresas involucradas en la puesta en marcha de este ecosistema.
La previsión más extendida entre los expertos consultados es que los taxis aéreos no se verán en cielos españoles hasta la próxima década, cuando “habrá miles de vuelos diarios en ciudades como Madrid”, según apunta Mariano de Diego, director ejecutivo y cofundador de Vertiports Network. Su compañía trabaja en un servicio de taxi aéreo eléctrico para el que ha diseñado una solución modular, un vertipuerto, para instalar en edificios de entornos urbanos, creando una red donde aterricen y despeguen los eVTOL. Del mismo modo, está desarrollando un software de gestión de operaciones y una aplicación para que los usuarios puedan reservar y comprar los viajes. “El precio que estimamos para una ruta de 30 kilómetros será inicialmente de 150 euros por pasajero. Y luego bajará hasta los 50 euros a finales de la década”.
Sobre la implantación de los taxis aéreos, Víctor Gordo, experto en sistemas de navegación y drones en la empresa pública de ingeniería Ineco, opina que el “buen sistema de transporte” español, unido a que las ciudades “no son tan grandes como las asiáticas”, hacen que haya menos necesidad de esta movilidad aérea avanzada que en otros lugares del planeta.
Una pieza clave dentro del ecosistema que se está desarrollando son las naves que servirán para transportar a los viajeros. Es en lo que trabaja Crisalion, que construyó varios prototipos para validar la tecnología, y desde 2022 trabaja en una aeronave que sí se va a llevar al proceso de certificación. Se ha construido ya un prototipo a escala 1:6 y se ha estado volando como ensayo. “La idea es construir un prototipo a escala real para empezar con los vuelos de certificación, con el objetivo de entrar en el mercado en 2030″, asegura Óscar Lara, asesor externo de la compañía. Compara Lara la situación actual con la llegada del coche hace más de un siglo, “cuando hubo que construir carreteras y gasolineras”. “Hay que desarrollarlo paso a paso, no va a ocurrir de un día para otro. Empezarán a desplegarse proyectos piloto en ciertas localizaciones del mundo y a abrirse rutas concretas. Y poco a poco el ecosistema irá ganando confianza. Hay que tener en cuenta factores de los que se habla menos, pero que son fundamentales como, por ejemplo, las pólizas de seguro o la formación de los pilotos”, añade.
