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Rafael Peña (Olea): “No nos importa perdernos parte del mercado alcista, hay que estar bien preparados para las correcciones”

El gestor lleva las riendas de uno de los mejores fondos multiactivo de España. Su apuesta rotunda ahora es por la deuda soberana, con solo el 20% en Bolsa

Miguel Moreno Mendieta

La inmensa mayoría de los gestores de fondos tiene un universo de inversión limitado. Quien dirige un fondo de Bolsa española solo analiza cotizadas nacionales; el especialista en deuda corporativa supervisa las emisiones de bonos por parte de empresas; los fondos con el foco en la macroeconomía monitorizan los déficit públicos y las balanzas comerciales... Pero no siempre es así. Rafael Peña Gorospe (Madrid, 1966) es cogestor, junto a Hernán Cortés, del fondo Olea Neutral. Este producto tiene un perfil multiactivo: busca cumplir con un mandato determinado, dar un retorno medio anual del 5%, invirtiendo en todo tipo de activos financieros. Por eso Peña y Cortés tienen que estar encima de los mercados de divisas, seguir la evolución de la renta fija corporativa, analizar empresas, contratar derivados y futuros para poder fijar coberturas... Una visión global para satisfacer el compromiso adquirido con los partícipes del fondo.

Olea Gestión, la gestora fundada por Peña, Cortés y Arancha Gómez, administra ya activos por valor de 270 millones de euros. Aunque la firma se fundó en 2020, el origen de la estrategia se remonta a 2005, con el fondo Adriza Neutral, en Tressis. Desde entonces, Peña ha logrado el objetivo de ofrecer una rentabilidad estable en cualquier contexto de mercado y preservar el capital en periodos de tres años.

Olea Neutral sigue la estela del gestor francés Edouard Carmignac, el alemán Klaus Kaldemorgen o la sicav Torrenova de la familia March. Siempre buscando generar algo de retorno, pero con un nivel de riesgo muy controlado, para limitar al máximo la volatilidad. “Estamos convencidos de que estos fondos multiactivo son ideales para muchísimos clientes, porque se adaptan muy bien con la ideosincrasia del cliente minorista español”, apunta Peña.

En los 20 años de trayectoria han logrado ajustarse al mandato e incluso superarlo muchos años. El rendimiento medio anual en los últimos cinco años de Olea Neutral ha sido del 7,6%, superando al fondo bandera de Kaldemorgen (4,45%) y de Carmignac —el Carmignac Patrimoine— (2,39%). En lo que va de ejercicio el fondo sube ya casi un 6%. Ahora, la gran apuesta de los gestores es la deuda soberana europea, puesto que “paga un nivel de cupón muy interesante y el riesgo de depreciación es muy bajo”.

Pregunta. ¿Qué nivel de riesgo tienen ahora en cartera?

Respuesta. De inversión en Bolsa tenemos ahora solo un 20%, cuando el folleto del fondo nos permite llegar al 60%. Tenemos una visión cauta porque vemos que la mayoría de compañías están muy sobrevaloradas.

P. Para ustedes lo fundamental es el control de la volatilidad...

R. Así es. No nos importa perdernos parte del mercado alcista. Lo que queremos es estar bien preparados cuando lleguen las correcciones. En los últimos trimestres estamos consiguiendo superar con creces nuestro objetivo del 5% anual, con un nivel de volatilidad bajísimo, de menos del 4%.

P. ¿Ese objetivo del 5% es inamovible?

R. Bueno, no exactamente. De hecho, lo tuvimos un tiempo en el 6%, pero con el largo periodo de tipos de interés al 0% tuvimos que bajarlo, porque nos obligaba a asumir riesgos excesivos. Ahora, en cambio, estamos pensando en subirlo un poco.

P. ¿No es más fácil referenciarlo a un indicador, como el euríbor?

R. Internamente sí que lo hacemos. Pero de cara al partícipe es más sencillo dar una cifra exacta. Además, es un guiño al retorno absoluto, a lograr el objetivo en cualquier entorno de mercado. A nosotros, nos permite aclara las ideas. Nos ayuda a no asumir riesgos excesivos y llegar a los momentos de turbulencias bien preparados.

P. ¿Cómo van combinando los diferentes activos?

R. Vemos la cartera como un riesgo agregado. Por ejemplo, si estamos con mucha Bolsa, pues buscamos reducir los riesgos en otros activos, como bajando la duración en la renta fija [los bonos a más largo plazo implican más riesgos] o reduciendo el riesgo divisa. Ahora, por ejemplo, tenemos el riesgo dólar muy limitado, a solo un 12% de la cartera. En general, nunca tenemos en cartera inversiones en otras divisas que superen el 50% del total.

Nos preocupa que las grandes tecnológicas no empiecen a rentabilizar pronto las enormes inversiones realizadas en inteligencia artificial

P. ¿Por qué apuestan en ese 20% de Bolsa?

R. Tenemos acciones de Apple, desde hace años. Nos gusta invertir en tecnología, pero a precios razonables. De hecho, nos preocupa que las grandes tecnológicas no empiecen a rentabilizar pronto las enormes inversiones realizadas en inteligencia artificial. Además, somos inversores en Berkshire Hathaway [el conglomerado inversor fundado por Warren Buffett y cuya principal inversión es precisamente Apple]. Mantenemos una posición en la compañías china tecnológica Tencent. También tenemos Vonovia, una compañía inmobiliaria alemana muy sólida.

P. ¿Alguna española?

R. Sí. Por ejemplo Técnicas Reunidas, aunque recientemente hemos vendido la mitad de la posición. Hemos entrado hace poco en Acerinox para tratar de sacar partido al ciclo. En general, nunca invertimos más del 1% de la cartera en una posición, para diversificar y reducir riesgos.

P. ¿Y algo más exótico?

R. Bueno, estamos invertidos en un fondo cotizado que replica la evolución de la Bolsa de la India. Nos parece un país muy interesante, que aún no ha hecho la transición de modelo productivo de China, de pasar de una economía de exportación a una de consumidores internos. Le vemos potencial. No tiene problemas inmobiliarios y crece de forma sostenida.

P. Una de sus posiciones tradicionales era el oro.

R. Sí, durante años hemos tenido casi un 5% de la cartera en un fondo cotizado que replica la cotización del oro. En el último año, hemos preferido jugar esa baza a través de las acciones de Barrick, la compañía de extracción de oro a cielo abierto más importante del mundo.

P. ¿Cuál es ahora el corazón de la cartera?

R. La deuda soberana europea de alta calidad. Sin lugar a dudas. Ahora mismo, un 75% de la cartera son emisiones de renta fija. Y más de la mitad de esa proporción son bonos soberanos. De Alemania, de España... También bonos de la Unión Europea. Siempre emisiones con alta calidad crediticia. Con los altos cupones que pagan, que están entre el 3% y el 4% según la duración, podemos mantenerlos casi hasta vencimiento asumiendo un riesgo controladísimo.

P. ¿Tienen también deuda corporativa?

R. Sí, pero igualmente, con compañías de mucha calidad, como las eléctricas. Hace poco hemos comprado un bono de Telefónica.

P. ¿No le preocupa el sobreendeudamiento de muchos países?

R. Sí. Más en Europa que en Estados Unidos. Aquí vemos cómo cuesta mucho afrontar la idea de tener que reducir el déficit público y recortar gastos, pero hay algunas situaciones que son insostenibles. Y España es un buen ejemplo. Hay que afrontar un debate serio sobre la sostenibilidad de la deuda pública. El gasto en pensiones no va a dejar de crecer y hay que empezar a recortar en gastos superfluos y acometer las ineficiencias.

P. En Francia hemos visto cómo se está depreciando su deuda por la inestabilidad política...

R. Así es. Es otro de los países donde nunca se ha llegado a poner sobre la mesa un plan claro sobre cómo reducir el déficit. En cualquier caso, nosotros no invertimos al calor de las últimas noticias. En algún momento muy crítico, como cuando se produjo el referéndum del Brexit en Reino Unido, contratamos coberturas porque sabíamos que si salía que sí las correcciones iban a ser muy fuertes, como así fue.

P. ¿Y no le preocupa el sobreendeudamiento de Estados Unidos?

R. Tenemos varias inversiones en bonos del Tesoro estadounidense. Y es cierto que la heterodoxia económica de Trump o las injerencias sobre la Reserva Federal [el banco central del país] no nos gustan. Pero los datos económicos están siendo buenos. Hay una alta confianza empresarial, la guerra arancelaria no ha sido tan dañina como la pintaban y, aunque las cuentas públicas están desequilibradas, la capacidad recaudatoria de Estados Unidos es enorme.

Sobre la firma

Miguel Moreno Mendieta
(Madrid, 1979) es licenciado en Derecho y Economía por la Universidad Carlos III. También cursó el Máster de Periodismo de El País. Se incorporó al periódico Cinco Días en 2006, tras pasar por la web de El País y Mi cartera de Inversión. Escribe sobre el sector financiero, con un foco especial en fondos de inversión y los seguros.
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