‘Hedge funds’, un negocio al 50% entre el cliente y la firma gestora
Los 20 mayores fondos de inversión libre ganaron 91.000 millones en 2024
Los fondos de inversión libre (hedge funds, en inglés) viven un momento dulce, sobre todo los más grandes. Las 20 mayores firmas generaron el año pasado unas ganancias netas para sus inversores por valor de 93.700 millones de dólares (91.000 millones de euros), de acuerdo con los datos divulgados por la firma LCH Investments. Este tipo de vehículos tiene la ventaja de poder gestionar activos sin ninguna cortapisa, en cuanto a tipología de inversión, grado de concentración o riesgo asumido. Dada la complejidad de las estrategias y la indisponibilidad del dinero —que hay que mantener invertido durante varios años—, están reservados a clientes profesionales, como fondos de pensiones, aseguradoras o grandes fortunas. En los últimos años, los gestores de estos hedge funds se llegan a quedar en comisiones y gastos más del 50% de todos los retornos generados.
Nombres como Citadel (de Keneth Griffin), Bridgewaters (de Ray Dalio) o Elliot Investment Management (de Paul Singer) dominan esta industria con mano de hierro y, año tras año, siguen ampliando sus ganancias y su cuota de mercado. En 2024, la que mayores retornos cosechó fue DE Shaw, con 11.000 millones de dólares. Otra de las destacadas fue Millennium (de Israel Englander), que logró rendimientos netos por valor de 9.400 millones de dólares. La compañía está en conversaciones para vender una participación al gigante de los fondos BlackRock. En conjunto, los 20 grandes ganaron 93.000 millones de dólares, batiendo el récord de 2023, que estaba en 67.000 millones de dólares.
1,7 billones de comisiones en 55 años
El gran debate alrededor de los hedge funds gira en torno a las comisiones y cargos que aplican a los inversores. De acuerdo con el informe divulgado hoy por LCH Investments, esta industria ha cobrado a sus clientes comisiones por valor de 1,8 billones de dólares (1,7 billones de euros, al cambio actual) desde 1969, cuando se empezaron a recopilar datos. Esta colosal cifra fue a costear gastos operativos pero, sobre todo, fue a los bolsillos de los gestores de los fondos, que casi siempre son los dueños la firma. Según los cálculos realizados por LCH, en estas décadas, el 49% de todos los retornos brutos generados por los hedge funds se han cargado como gastos y comisiones.
Rick Sopher, consejero delegado de Edmond de Rothschild Capital Holdings y consejero en LCH explica al diario Financial Times que “hasta el año 2000, los hedge funds cobraban alrededor de un tercio de lo que generaban en ganancias, pero en los últimos años ha subido hasta quedarse en la mitad”. Si en los 2000 estaba de media en el 30% ahora llega al 50,4%.
Los sueldos millonarios podrían explicarse por unas rentabilidades estratosféricas, pero tampoco es el caso. En los 55 años analizados por LCH, el retorno medio anual ha sido del 9,8%. El más mundano y sencillo índice S&P 500, que reúne a las mayores compañías por capitalización de Estados Unidos, ha generado en el mismo periodo una rentabilidad media del 10,6%.
El esquema de cobro de comisiones más tradicional dentro de esta industria es el conocido como 2 y 20, por el cual, el fondo se queda cada año con un 2% del patrimonio que gestiona y, además, tiene una comisión de éxito que les permite cobrar el 20% de los retornos generados anualmente.
Además de estos dos tipos de comisiones de gestión, algunas de las gestoras también han optado por un modelo en el que van cargando al vehículo todo tipo de gastos ligados a la firma. Aquí se pueden incluir desde el alquiler de las oficinas, al pago de proveedores tecnológicos y bases de datos, los salarios, los bonus de los gestores... En suma, una cantidad que puede ir del 3% al 10% del patrimonio total que gestiona la firma.
Los inversores institucionales llevan años tratando de poner freno al constante incremento de los gastos y comisiones que les aplican las gestoras de hedge funds, pero con escaso éxito. Para este tipo de entidades, que incluyen a endowments de las grandes universidades —por ejemplo Harvard, que destina más de la mitad de su fondo a este tipo de estrategias—, tener parte de sus activos en un hedge funds les permite des correlacionarse de la evolución de los mercados financieros. Al menos, en teoría, porque en 2022, cuando la Bolsa y los bonos cayeron a plomo, a los fondos de inversión libre también les fue mal.
La variedad de estrategias que utilizan estas firmas para ganar dinero es muy amplia. Algunas se hicieron muy famosas por tomar posiciones cortas, apostando por la caída de una compañía (como hizo Bill Ackman con Herbalife). Otras tienen un perfil activista: cuando toman una participación en una compañía, promueven una renovación de sus directivos o un cambio de estrategia, como TCI, de Chris Horn. Sin embargo, en los últimos años la mayor fuente de retorno ha sido la apuesta por los gigantes tecnológicos estadounidenses, que llevan un lustro imparable en Bolsa.
El conjunto de la industria global de hedge funds que monitoriza LCH manejaba a finales de 2024 un importe total de 3,7 billones de dólares (3,6 billones de euros), de los que el 20% está en manos de las 20 mayores firmas. Las ganancias generadas el año pasado por todo el sector fueron de 289.000 millones de dólares, de los que las 20 mayores se quedaron el 32,5%.