Los mercados enfilan el cierre de año con pleno de rentabilidad en todos los activos
Los dueños de fondos de inversión españoles ya llevan un retorno medio del 5,4%
Una conjunción planetaria está haciendo que todas las grandes categorías de activos invertibles están dando rentabilidades positivas en 2024. Las Bolsas europeas y americanas, la renta fija soberana, el inmobiliario, la deuda corporativa... todas dan rendimientos en lo que va de ejercicio, a pesar de las dos guerras en curso y el enfriamiento económico. Los dueños de fondos de inversión se están beneficiando de este buen momento de los mercados financieros y ya han conseguido retornos medios hasta el 30 de septiembre del 5,4%, su segundo mejor dato en una década.
Que los activos financieros tienden a dar rentabilidades positivas es consustancial a su naturaleza. Si no ocurriera así, nadie invertiría en ellos. Lo que ya es más difícil es que todos se sincronicen y den buenos retornos a la vez. Por ejemplo, en 2020 la renta variable de Estados Unidos subía un 8,6%, mientras que las acciones de Europa caían un 1,7%. Este ejercicio, en cambio, todo sube. Las inversiones en bonos por el cambio de ciclo de la política monetaria, que ahora será menos restrictiva. Y la Bolsa, porque la economía ha aguantado mejor de lo esperado dos años de altos tipos de interés.
De acuerdo con el último informe de JP Morgan, Guía para los Mercados, publicado la semana pasada, los rendimientos acumulados en 2024 por las acciones en países desarrollados son del 17,4% (gracias en buena medida al empuje norteamericano, con un 21,4% de revalorización). Las Bolsas de mercados emergentes suben un 13,4%, la de Japón un 13,6%... En España, el Ibex se apunta en estos primeros nueve meses de año un 18%.
Lucas Monjardín, director de inversiones y vicepresidente de la firma Value Tree, explica que la coyuntura de la renta variable sigue siendo muy positiva. Eso sí, advierte que “en los próximos meses tendremos que despejar la incógnita de las elecciones de Estados Unidos”, pero el inversor confían en que “los bancos centrales van a seguir muy concentrados, con unas bajadas sostenidas de los tipos de interés, que darán oxígeno a los Estados Unidos y Europa”.
El movimiento tectónico en las políticas monetarias comenzó ya en enero, con varios banco centrales de países emergentes bajando tipos de interés. Les siguió el Banco Central Europeo, en junio; el Banco de Inglaterra, en agosto; y la Reserva Federal de Estados Unidos, en septiembre. Estas decisiones certifican que se está ganando la guerra contra la inflación. Precisamente, las fuertes subidas de precios y el alza de los tipos de interés habían provocado en 2022 que todos los categorías de activos cerraran el año con fuertes correcciones. De hecho, los inversores conservadores aún no se han recuperado de ese golpe.
Una de las consecuencias del inicio del abaratamiento del precio del dinero es que revaloriza las emisiones de deuda —soberana y corporativa— que están en circulación. Eso ha hecho que los bonos emitidos por Gobiernos sumen en 2024 una rentabilidad del 1,6%. Los retornos ofrecidos por bonos de compañías de gran calidad alcanzan el 4,5% y la deuda de alto riesgo (emitida por empresas que no tienen la máxima calidad crediticia) repunta un 7,4%.
A la renta fija y las acciones se suma también el buen momento de las materias primas, que en este ejercicio se revalorizan de media un 4,7%, gracias en buena medida al tirón del oro y la plata, que han subido un 28% y un 32%, respectivamente. Su fortaleza compensa en cierta medida la debilidad del precio del petróleo. También las inversiones inmobiliarias, monitorizadas por el informe de JP Morgan a través de las cotizaciones de REITS —vehículos cotizados que canalizan la inversión en edificios y oficinas— llevan un buen año, con un repunte del 13,3%.
Esta alineación de activos financieros está permitiendo que los pequeños inversores españoles que invierten a través de fondos hayan logrado en los ocho primeros meses del año una rentabilidad media del 5,4%, el segundo mejor dato de la última década. A solo unas décimas del 5,55% que se lograba, hasta septiembre, en 2019. De acuerdo con los datos facilitados por Inverco, la asociación de las gestoras de fondos, los fondos monetarios, que invierten en renta fija a corto plazo y son una de las categorías más seguras y demandadas, se han revalorizado en el año un 2,53%. Eso, después de descontar las comisiones. Otra familia muy contratada en los últimos años, la de fondos con un objetivo fijado de rentabilidad han subido un 2,4%.
Sobre lo que ocurrirá en los próximos meses, no hay ninguna certeza. La mayoría de casas de análisis se siguen mostrando optimistas. Pero ya hay algunas voces discordantes. Philip Orlando, jefe de estrategias de mercado de la firma británica Federated Hermes, advierte de una cierta complacencia: “creo que hay una potencial corrección en las Bolsas del 8% al 12% en los próximos meses”. En cuanto a la renta fija, el consenso también es muy positivo. Solo un repunte inesperado de la inflación podría golpear a las rentabilidades y romper la conjunción planetaria.